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El MP25M nació con la vocación de instaurar en el escenario político nacional un actor que represente los
intereses del sistema productivo nacional. Como tal, es un movimiento autoconvocado que está en
construcción, ebullición y crecimiento permanente desde el mismo momento en que un núcleo original asumió
la misión de unir y organizar a los diferentes protagonistas y nodos de todo el territorio nacional. Como antítesis
del neoliberalismo hegemónico, que busca la destrucción sistemática de toda identidad colectiva, aspiramos a
fortalecer nuestra identidad colectiva y ponernos al lado de un Estado que encarne la defensa del interés
general para enfrentar al costado poderoso que impone políticas en favor de sus intereses y se queda con la
mayor parte del producido. Integran la movida: emisarios de asociaciones, organizaciones, entidades,
federaciones y confederaciones gremiales empresarias de capital nacional y del asociativismo y también
representantes de microempresas, pymes, cooperativas, fábricas recuperadas, unidades auto o cogestionadas,
sapems, firmas familiares, emprendedores independientes, técnicos, científicos, profesionales y personas con
intereses relacionados con la producción de insumos, materias primas, alimentos, manufacturas y servicios.
Una serie de peculiaridades diferencian al MP25M de anteriores experiencias: a) es un movimiento, o sea,
somos una conformación no formal de derechos individuales, unidos y organizados solidariamente con el
objeto de transformar la realidad en y una fusión de derechos individuales capaces de priorizar solidariamente
el derecho social a construir la felicidad del pueblo en una gran nación; b) donde confluyen sociedades de
capital y cooperativas, que son los universos empresariales más significativos en términos de aporte a la
producción y al empleo nacional que hasta el momento habían seguido derroteros independientes, aunque
sus problemáticas, intereses y objetivos son similares, comunes y convergentes; c) implica unidad de lo
diverso; diversidad en términos jurídico y político, y de funciones-posiciones en la estructura productiva y
unidad porser parte del mismo espacio vital-productivo-federal-inclusivo, identidad de intereses-necesidadesconcepción y objetivo-programática de alcanzar visibilidad en el escenario para dinamizar-proyectar-ampliar
producción y empleo; d) construcción abierta, desde la base, de abajo hacia arriba, no tiene conducción
predeterminada sino abierta a la adaptación al recorrido y a la participación de sus adherentes; e) federal
porque las grandes transformaciones se realizan de la periferia hacia el centro; f) sostenida por seis ejes
nucleares; g) tiene respeto profundo a la equidad y, h) propone un trasvasamiento generacional que sostenga
la memoria y lucha histórica por un país socialmente justo, económicamente libre y políticamente soberana.
El horizonte del MP25M es componer una Organización Libre del Pueblo (OLP)representativa de las empresas
nacionales y encaminada a establecer una alianza con la OLP de los trabajadores, complemento
imprescindible lograr presencia y poder para incidir en los lineamientos de políticas relacionadas con la
producción y el trabajo a ejecutar por los representantes elegidos por voto popular. Esta alianza es un avance
en la construcción de la Comunidad Organizada,sustento de la democracia social a construir. El nombre marca
el carácter de movimiento alineado con la gesta patriótica que nos dio la independencia, el logo homenajea
la bandera federal original, de color azul índigo y blanco, luego acelestada por los cipayos unitarios.
El desarrollo productivo que asegure “la grandeza de la nación y la felicidad de su pueblo” no es una cuestión
técnica sino política. Hay poderosos intereses estructurados alrededor de actores que superan al poder de los
gobiernos, representativos de intereses circunstanciales relacionales con coyunturas que afectan nuestros
objetivos; la única garantía de bienestar perdurable está en los intereses y objetivos del pueblo y sus
organizaciones. Solo la unión, la organización, la presencia en el escenario y nuestra lucha podrá colocar a la
producción, la industria nacional y el empleo en el centro del escenario nacional.
Seis ejes fundantes nos definen y delimitan a nuestros aliados y también a nuestros adversarios:
1. Crecimiento sostenido por la defensa de niveles salariales dignos, que permitan a los trabajadores cubrir
la canasta básica total y el acceso a salud, educación y ocio recreativo y distribución equitativa del ingreso.
Ello impactará sobre el consumo interior poniendo en marcha y dando vigor a una espiral virtuosa de +
demanda + consumo + producción + empleo + demanda…
2. Defensa de la producción nacional de los excedentes mundiales que por baja del consumo mundial buscan
mercado a precio de dumping, administración del comercio internacional en función del interés nacional,
evitando fugas por contrabando, comercio tutelado por las corporaciones internacionales, triangulación,
sobrefacturación de importaciones y subfacturación de exportaciones.
3. Acceso a financiamiento, en monto y tasas de interés procedentes para sostener inversiones y capital de
trabajo. El sistema financiero, en gran parte transnacionalizado, vive del endeudamiento público y del
préstamo caro a los consumidores, es imprescindible un nuevo orden que promueva la producción y el
trabajo. Repudiamos todo endeudamiento irracional que conduce a arrodillarnos y aceptar mansamente
de parte de los organismos internacionales y corporaciones financieras políticas que afecten la soberanía.
4. Abastecimiento de insumos difundidos y materias primas a costos razonables, evitando los altos precios
internacionales que se pagan en momentos de auge y que se mantienen en la decadencia para sostener a
los proveedores nacionales. Es imperioso mitigar la posición dominante de los oligopolios de la producción
de acero, papel, aluminio, cemento, químicos y petroquímicos, … y el perverso efecto de precios
dolarizados. La defensa de la competencia requiere de un efectivo control de los monopolios y oligopolios.
5. Provisión de energía en cantidad suficiente y acordes a la realidad de cada región y características del
sistema productivo, evitando tarifas dolarizadas que se conviertan obturadores de la competitividad. El país
necesita un sistema energético que tenga como propósito desarrollar la industria, la producción nacional y
sea capaz de generar;
6. Achicar las brechas de género e identidades binarias percibidas, en referencia a la equidad de ingresos,
redistribución de la carga de actividades de cuidado y autonomía económica. Inclusión de identidades no
binarias, colectivos desventajados, personas con discapacidades y revalorización de las culturas y pueblos
originarios.
Estos principios fundantes darán lugar a la apertura de subtemas y a la aparición de nuevos aspectos a abordar.
Los matices críticos y potenciadores de la actividad productiva serán discutidos en profundidad por los
miembros del movimiento a través de seminarios presenciales y virtuales, habiéndose habilitado para ello
chats para cada eje adonde se pueden enviar pareceres, documentos y rescatar experiencias históricas. Los
acuerdos serán redactados, difundidos y servirán para elaborar proyectos de ley y resoluciones de los
ministerios y secretarías pertinentes.
Las instituciones intermedias unidas y organizadas como comunidad, son el punto de partida de toda idea
de formación y consolidación de la nacionalidad y el único contrapoder posible en defensa del interés
nacional y el bienestar general. El objetivo del MP25M es ser parte activa y protagónica de la elaboración y
concreción de un modelo argentino para el proyecto nacional, que esté consustanciado con la justicia social,
la libertad económica y la soberanía política.

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