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Liberación o Dependencia: 11 de Marzo de 1973: “Cámpora al gobierno Perón al Poder”
LIBERACIÓN o DEPENDENCIA
11 de Marzo de 1973: “Cámpora al gobierno Perón al Poder”
Por Ing. Humberto Rava, desde Tucumán
Era la consigna, un solo grito en la militancia de la época, un solo sueño en cada corazón Peronista.
¿Te acordás del 73?
Lo viviste o tal vez te lo contaron porque ya han pasado 52 años de aquel entonces. Perón, Evita y el tío Cámpora.
Liberación o Dependencia. Sí, Dependencia. Palabra tan escamoteada “como si la semántica posmoderna la hubiera deglutido”. Está ausente, desaparecida. Liberación o Dependencia: la disyuntiva había nacido como nítida heredera del 17de Octubre. Se distinguió en las elecciones
del 46 Braden o Perón. Fue un soñar sin límites. Nos equivocamos en muchas cosas, pero en otras no. Liberación o Dependencia fue (y sigue siendo) lo que entonces llamábamos contradicción principal y que enmarcaba la lucha de todo un Pueblo.
Era la primera vez que votaba una generación que había crecido bajo dictaduras o democracias que proscribían al Peronismo. (decreto 4161 de los “libertadores” de 1955 que castigaba con la cárcel hasta la mención de Perón, Evita y el partido peronista). Los casi seis millones de votos obtenidos
por la fórmula Héctor J. Cámpora – Vicente Solano Lima superaron todas las previsiones de los analistas políticos.
“Lanusse, Lanusse, Mira que papelón, Habrá segunda vuelta, La vuelta de Perón”.
Y no, no hubo segunda vuelta cómo habían pensado y se ganó nomás en la primera. Fue el resultado y la síntesis de la gran conducción política de Perón, de la lucha y la movilización popular con un gran protagonismo de los sectores juveniles. Fuimos a decir de Perón, “la juventud maravillosa”.
Nos situábamos junto a los sometidos de la historia, peleábamos por los “condenados de la tierra”.
Como sobreviviente de aquella historia le he dado vuelta a la cuestión muchas veces. Hubo errores si, nos equivocamos muchas veces con toda la honestidad de la que fuimos capaces en esa lucha por una Patria más justa y más libre.
Y se votó con certezas y se creía en lo que se votó: Es que se reemplazaba una dictadura por un gobierno democrático y además, con fuerte respaldo popular, con un federalismo para fortalecer a la Nación con un concepto integrador no cómo defensa de las oligarquías locales.
El programa contemplaba la Nacionalización del Comercio Exterior, una Economía que sirviera para elevar la condición humana, es decir, la Economía al servicio del hombre maravillosa síntesis del peronismo sobre el sentido de un plan económico, la participación de los trabajadores en la dirección
y explotación de las empresas, un régimen cooperativo en el campo, la autogestión en la industria, la reforma del sistema financiero y ciertamente mucho más.
No sabíamos que los sueños que en ese momento muchos creíamos cercana realidad iban a estar tan lejos y que aún restaban muchas muertes para continuar el camino de la libertad.
Por eso una cosa son las autocríticas otra los arrepentidos. Esta última sirve para el abandono, la primera en cambio, sirve para corregir errores, mantener intactas las convicciones junto a la identidad política y cultural de la gran mayoría popular, y esto es muy importante porque la lucha determinante es en el plano político-cultural y en nosotros mismos.
En el presente cómo aquel día 11 de marzo de 1973 que votamos todos, los que dejaron la vida y los que seguimos aún hoy, fuimos unidos y la unidad imprescindible debe ser con un programa claro cómo el de aquel entonces y para los tiempos actuales. Porque en la catástrofe que vive Argentina
es un mandato histórico que inexorablemente debe ser cumplido. Ese compromiso del pasado en pos de una patria más justa, más digna y más libre, es el de hoy.
Cómo cita Mario Rapoport, se dice que el pasado podría no explicar el presente, sólo lo ilumina, pero es mejor leerlo a luz de una vela que en plena oscuridad.
Humberto Rava