La verdad y la Mentira

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¿El naturalizar e igualar la Verdad y la Mentira a quién beneficia? Es como en un crimen irresuelto, los detectives siempre se preguntan lo mismo, como un razonamiento que los acercará a los autores del asesinato. ¿A quién beneficia? La verdad histórica existe y la demostración científica al respecto también.     La tapa de los diarios, los canales de TV en sus noticieros y programas de opinión, las radios oficialistas, las páginas web, van mintiendo y es un hecho irrefutable y  exponiéndose sin pudor, al devenir del tiempo. Tiempo que irremediablemente trae lo verdadero. Pese a los obcecados, testarudos, o creadores de la mentira para sostener sus mezquinos intereses. Nos damos cuenta que nos mienten, lo que nos lleva a indignarnos. “Pues amarga la verdad quiero echarla de la boca y si al alma su hiel toca esconderla es necedad….” Francisco de Quevedo nos decía desde su poesía allá por los 1595 aproximadamente. Ya Cristo fue llevado a la Cruz con una mentira y condenado. La mentira con el devenir del tiempo pasa a sentarse en el banquillo de los acusados. Es la historia quien con su inapelable paso del tiempo la desenmascara. Transformándose en Verdad. Haciendo verdad aquel dicho popular: La mentira tiene patas cortas. Esta revisión de los hechos que terminan conformando la Historia, es una necesidad de los individuos y de los pueblos. No se puede vivir ocultando la verdad. Desde los medios periodísticos hegemónicos viven diciéndonos mentiras. De las más diversas imposibles de creer pero la dicen y dicen 2, 3, 10, 20, 100 veces por día. “Miente, miente, que algo quedará”. La famosa y perversa frase fue usada por el ministro de propaganda nazi, Joseph Goebbels, durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque desprovista de toda ética y moral, fue un instrumento para prolongar un falso triunfalismo bélico hasta los últimos días, cuando la debacle militar del Nazismo ya era irreversible. ¿Cuál es la razón de fondo por el cual los poderosos mienten? ¿Por qué son los poderosos los que tienen necesidad de practicar la mentira? Porque sostener su poder no soporta la verdad. Ocultan sus desmesuradas ganancias, sus ingresos, sus depósitos en bancos off shore (en alguna Isla perdida en el Océano Pacífico, por ejemplo). Ocultar, omitir, decir parte de la verdad, son necesidades que los que detentan el poder necesitan para seguir siendo poderosos. Aprovechan cierta dosis de incredulidad de las masas populares, hasta su pizca de candidez, para ahí meter su mentira. Y machacar incansablemente con ella hasta que: algo quedará. “Hay cientos de maneras de manipular las noticias en la radio y la televisión. Y sin decir mentiras descaradas. Podemos limitarnos a no decir la verdad. El sistema es muy sencillo: omitir el tema. La mayor parte de los espectadores de televisión reciben de forma muy pasiva lo que ésta les ofrece. Los patronos de los grandes grupos televisivos deciden por ellos qué deben pensar. Determinan la lista de las cosas en que pensar y qué pensar sobre ellas (…) Si no hablamos de un acontecimiento, éste sencillamente no existe”; dijo el historiador y periodista polaco Ryszard Kapuscinski. Dice Mempo Gardinelli : “La otra –siendo mucho más agresiva– es también mucho más poderosa: en lugar de omitir, evidencia; en lugar de silenciar, declara; en lugar de ocultar, muestra. Pero todas mentiras. Y lo hace a lo grande, con soberbia autoritaria, con acción y movimiento, luces y colores, y declaraciones y textos brillantes y hasta bellos. Sólo que absolutamente falsos. Es lo que muchos canallas hoy llaman posverdad”. Esa mentira impuesta, con los métodos más siniestros y con mucha “creatividad” lleva a la desazón, resignación, conformismo de buena parte de las masas. Un ejercicio que si fuera posible es recomendado realizar, es a través de Google, elegir un año: del corriente Siglo XXI. Entonces buscar la tapa de alguno de los diarios con títulos tipo catástrofe. Desde el Ingeniero Juan Carlos Blumberg (que resultó no ser ingeniero) hasta el debate televisivo de Scioli vs Macri. Donde las Mentiras son tan desfachatadas que vuelven loco a cualquier lector. ¿Pero qué ocurre con el seguidor de Macri que omite, no cuestiona, hace a un lado por completo las inescrupulosas y constantes mentiras? ¿Qué mecanismo psicológico, hace que se omita la mentira descarada repetida una y otra vez por Macri y que a sus seguidores les resbala? La Justicia, es LA VERDAD. Cuando decimos: Que se haga Justicia ¡O lo que reza en los escritos de corte jurídico: Será Justicia. Se está diciendo SE IMPONDRÁ LA VERDAD. Por lo tanto, diciendo, aceptando, compartiendo la Mentira, se está negando la Justicia, es decir la Verdad de los hechos, circunstancias, acontecimientos, comportamientos. Los bolsos de López, supuestamente arrojados por arriba del muro del convento, las filmaciones que todo el mundo vio, confirman que López se encargó de ir trayendo adentro del Convento y dejando en el pasillo junto a una puerta para que la monja y él los vayan ingresando. La “autoconfesión” del chofer Centeno en base a los cuadernos, son tan mentira que nunca aparecieron. Son en verdad fotocopias armadas en los despachos del diario centenario. Si la verdad es la Justicia, lo que debe ser, lo que efectivamente fue y estamos careciendo es de Verdad, indudablemente carecemos de Justicia. De Justicia en los hechos que se juzgan y de la estructura de Justicia. El Poder Judicial, cada día es menos justo (por ende menos verdadero o más aliado a la mentira). Se dirá pero no toda la Justicia es igual. Claro, lógico. Lo mismo pasó desde 1976 a 1983 (durante la dictadura de Videla – Martínez de Hoz). Esforzarnos porque predomine la Verdad, (los que seguimos creyendo en la Justicia y lo que debe ser), comprometernos con la verdad es la consigna. Comencemos por nuestros vecinos, amigos, familiares. Demostrando la verdad, diariamente, desenmascarando día a día una mentira. No es poca cosa, es el granito de arena que podemos aportar, nosotros, los ciudadanos de a pie en pos de LA VERDAD.

Mar de Ajó, 5 de Febrero de 2019

 

R.S.B.  

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