La Cultura Como Factor de Dominación Extranjera
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Juan José Hernández Arregui en “Imperialismo y Cultura” de 1957 y que fuera reeditado varias veces, se dedica abiertamente al tema de la Cultura y la dominación extranjera. No cabe duda que la influencia predecesora de FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina) en la definición de dominación cultural fue muy importante. Y si seguimos retrocediendo en el tiempo nos encontramos con Manuel Ugarte, el socialista que vio en vivo y en directo recorriendo Latinoamérica país por país, la dominación cultural, política, ideológica en todo el territorio. Fue con las Invasiones Inglesas que estos decidieron cambiar la forma de la dominación a los pueblos del mundo de entonces: Cambiaron las armas por la introducción (apoyado en ellas y su poderío), por el comercio.
Asimismo, el colonialismo, inspirado en Francia, puso a la Cultura como punta de lanza, para sobre ella y como ejemplo edificar la dominación a los pueblos del mundo que les tocó conquistar. El colonialismo cultural que ataca el fondo de nuestras mentes, las construye, ladrillo a ladrillo. En trayectoria de día, semanas, meses, años, generaciones, se fue construyendo el pensamiento único de “Occidente”. Con sus quinientos y pico de años dominando, con sus armas, su comercio, sus bancos, su economía, al Sur, al Oriente, hegemónicos en el mundo.
Estos quinientos años nos llevan al latrocinio realizado por la conquista europea, valga española, a nuestros pueblos latinoamericanos. Fueron saqueados los pueblos aztecas, mayas, incas y demás de su oro. Los 185.000 kilos de oro que fueron a España de América como pago a lo aportado en 157 años (1503-1660) equivalen a 5.803.949.500 euros al precio del oro de hoy, que es una veintava parte del rescate a las Cajas de Ahorro en España o la décima parte de la deuda que tiene la comunidad autónoma de Cataluña en la actualidad. Los 16 millones de kilos de plata equivale a 8.320.000.000 euros.
Francisco Quevedo ya en el 1600, nos decía: Madre, yo al oro me humillo; él es mi amante y mi amado, pues de puro enamorado, de continuo anda amarillo; que pues, doblón o sencillo, hace todo cuanto quiero, poderoso caballero es don Dinero. Nace en las Indias honrado, donde el mundo le acompaña; viene a morir en España, y es en Génova enterrado. Y pues quien le trae al lado es hermoso, aunque sea fiero, poderoso caballero es don Dinero. Ese es el “colchón” que les ha permitido mantener su cultura, realizar los casamientos entre poderosos de los países de la Europa “Culta” (de la realeza, la nobleza o del poder económico).
Esa misma Europa, que a través de sus museos (expresión de Cultura, si las hay) de Londres (Museo de Londres), Madrid (Museo Reina Sofía o Del Prado), Lisboa (alguno de sus 50 Museos), París (de Louvre), Roma (existen unos 150 museos de todo tipo)… nos exhiben sus hurtos, ratificando aquello de: la victoria da derechos. Pero la influencia que produjo el colonialismo desembozado durante los últimos 5 siglos tuvo su marcada influencia en el último siglo con particular repercusión como elemento de dominación: el cine; los dibujos animados; la radiodifusión; la TV y la globalización comunicacional a través de Internet y los celulares. La punta de lanza y la influencia que tuvieron los dibujos “para niños” creados por Walt Disney no tienen aún medida la repercusión que ha logrado en el mundo.
Porque el Ratón Mickey y el Pato Donald se han impuesto. No sólo su imagen, sino su comportamiento, sus valores, su individualismo, su amor por el dinero. ¿Cuántos padres Argentinos y del mundo han llevado, llevan o tienen como meta (La Meca de Occidente) llevar su/sus hijos a Disneylandia, en Miami? Un símbolo de la penetración cultural de Occidente (que es decir Imperialista, de Estados Unidos, la mayor potencia mundial ya establecida previo al final de la Segunda Guerra Mundial. En esas condiciones se define el uso del dólar a nivel global, siempre que su valor estuviese respaldado en oro. En 1971, durante la presidencia de Richard Nixon, se rompe con dicha relación. Por lo cual el dólar ya no se respalda en el oro, sino exclusivamente en la confianza que le otorga la sociedad). Los símbolos culturales dominantes vienen de la Mano de Productos comerciales o de Ficción: Coca-Cola, Ford, el Pato Donald, Mickey, Hollywood y sus películas o series televisivas. Superman, Batman, Robin, El Hombre Araña, La Mujer Maravilla. Son modelos de comportamiento cultural e ideológico. Enlazando lo individual por sobre lo colectivo. Lo personal por sobre la comunidad. Los juegos (en Play Station, Computadoras, Xbox, Internet online, celulares, etc. ) que son transversales generacionalmente a un niño y a sus padres, tíos, parientes. Donde la guerra, la muerte y el desprecio por la vida son un juego. La compra de droga y estupefacientes son parte de los juegos. Donde los vendedores son Latinoamericanos, Africanos, Árabes, Orientales. En muchos juegos el matar es ganar. Claro que nos costará. Porque cuando una película de EEUU se impone por estas latitudes, es eso, una imposición a través de todos los medios: la prensa escrita, televisiva, radial y actualmente por internet. La publicidad en Hotmail, Youtube, Yahoo, Facebook, Twitter (X), Instagram, TikTok, Google, Netflix, es abrumadora, presente y subliminal. Con técnicas de penetración cultural que de última debe cumplir la premisa de: No pensar en el presente ingrato, injusto, desapacible, colonial de Argentina, sino en el próximo capítulo de la serie. La dominación cultural abruma, atosiga, impide ver la realidad cotidiana y ante todo anestesia.
Rescatar, revivir, reflotar la cultura latinoamericana, con su inmensa riqueza en lo musical, la poesía, la literatura, la industria, las formas de sembrar la tierra, de cuidar la tierra, de permitir que nuestros actores y artistas de la pintura, la escultura se expresen y que nuestras generaciones actuales y por venir, todas se sientan orgullosos del continente en que están. Que tengamos nuestra propia moda y que el vestir argentino y latinoamericano sea fruto de la creatividad de este inmenso y hermoso continente. Historia creativa tenemos, caso contrario, no hubiera venido Walt Disney a buscar a Molina Campos ese excelentísimo creador caricaturista del gaucho argentino y sus hábitos y costumbres, para incorporarlo a su pléyade de personajes.
R.S.B.