Brasil: desentrañando a Lula 3.0

Regresar a Diario Mar de Ajó, el diarito – Prensa Popular – Prensa Alternativa   Fuente: https://www.celag.org/    3 MAYO, 2024        ¿Qué evolución ha tenido el tercer mandato de Lula como presidente de Brasil en términos políticos, económicos y sociales, y cuáles son las perspectivas futuras para el país bajo su liderazgo?

  • El 1º de enero de 2023, Luiz Inacio “Lula” da Silva inició su tercer mandato como presidente de la mayor economía latinoamericana. Hasta el momento, ha retomado como ejes de gobierno parte de sus políticas sociales y económicas de sus anteriores mandatos (2002-2006 y 2007-2010) en la medida que se lo permitió el Congreso, mientras que adaptó una activa agenda internacional con pautas en favor de la paz en Medio Oriente y Ucrania, el cuidado del medioambiente y una apuesta por cambios en la gobernanza global de carácter multilateral.
  • Los primeros 16 meses han estado caracterizados por dos frentes:
    • La vuelta de Brasil al plano internacional con el liderazgo carismático como activo para colocar temas de relieve en la discusión internacional
    • Se ha devuelto la lucha política interna al ámbito de la negociación (desde la minoría) con el Congreso y con el presidente “bolsonarista” del Banco Central. Recordemos que la disputa interna alcanzó su clímax cuando 8 días después de la asunción, Lula experimentaba el intento de golpe por la insurrección en Brasilia de grupos autoconvocados de la derecha con apoyo abierto de partidos políticos y del propio Bolsonaro. El fuerte rechazo internacional, la respuesta institucional de los militares y la posterior intervención del Poder Judicial ha mantenido el orden democrático en el centro de la escena política.
  • En este marco, el balance inicial muestra un claro avance en ambos frentes, aunque podemos decir que el externo fue más exitoso que el interno. Si bien la inhabilitación de Bolsonaro para presentarse a elecciones hasta 2030 descabezó el principal grupo opositor, la amenaza democrática se mantiene latente y las próximas elecciones municipales de octubre 2024 demostraran si la extrema derecha mantiene el apoyo popular.
  • La agenda internacional estaría permitiendo al presidente abrir espacio de maniobra interna en la medida que la discusión global genera presiones para transformaciones institucionales internas más progresistas en temas tan relevantes como el aumento de la carga tributaria sobre los multimillonarios. Esta es una nueva estrategia del gobierno Lula que pareciera haber sacado conclusiones del golpe parlamentario y judicial. La experiencia demostró que en Brasil no es posible avanzar en las pautas de transformación limitándose a mitigar tensiones internas y logrando consensos win-win, en los que todas las partes, principalmente capital-trabajo, salgan beneficiadas. Por el contrario se hace necesario disputar el consenso neoliberal occidental.
  • En esta estrategia, la construcción de un sistema internacional multipolar anclado en el armado de los BRICS gana fuerza y la incorporación de nuevos socios, la formación del BRICS+, toma notoria relevancia para la política exterior brasileña. Del mismo modo, el posicionamiento para promover una estrategia de crecimiento y desarrollo plenamente sustentable ha estado dentro de los principales ítems de agenda de Itamaraty, lo que le valió al electo Lula la invitación para participar de la COP27, re-aproximarse también a la dinámica ambientalista de algunas de las economías centrales y para ampliar el margen de maniobra interno en estas materias.
  • En el plano local, las tensiones en la política económica se expresan en dos frentes:
    • La política fiscal y las posibilidades de modificar las reglas del gasto público y
    • La política cambiaria/monetaria instrumentada por el Banco Central a partir del esquema del inflation targeting.
  • El bloqueo de los cambios en las dos herramientas imposibilitan cumplir con las demandas de más escuelas y universidades, obras de provisión de agua en zonas de sequía crítica, expansión de la cobertura geográfica del sistema de salud, fomento de la construcción de viviendas, entre otras deudas pendientes. En este sentido, la estrategia que lleva a cabo este tercer Lula no ha consistido en llamar a la movilización callejera o al referéndum constitucional para superar el bloqueo del Congreso como se ha vivido recientemente en Colombia o en Chile, sino buscar el amplio consenso internacional sobre reglas fiscales y a continuación negociar en el Congreso. As, en octubre pasado Lula logró que el Senado de Brasil aprobara una reforma fiscal que creaba el IVA y simplificaba los impuestos al consumo perjudiciales para las clases populares.
  • En este escenario, los resultados del primer año de gestión en términos económicos arrojaron cifras positivas:
    • Crecimiento. La economía creció 2,9% en 2023 frente a expectativas de mercado iniciales que rondaban el 1%. Esto fue posible a partir de dos elementos: exportaciones y consumo de las familias.
      • Las exportaciones mostraron una fuerte expansión a partir de cosechas récord de soja y maíz (2p.p).
      • El consumo de las familias mejoró a partir de la recuperación de los programas de transferencia de renta, revalorización del salario mínimo y la caída del desempleo.
        • La negociación en la transición de gobierno fue fundamental para que el Congreso autorizara un extra al Techo de Gasto que permitió retomar el programa Bolsa Familia incrementando el poder adquisitivo de estas.
        • El salario mínimo fue reajustado al alza un 8% a inicios de 2023 y se aprobó una actualización anual automática a partir del promedio de la variación del PBI de los últimos dos años acumulado con la variación de precios al consumidor.
        • Desendeudamiento de las familias: Se instrumentó un programa de condonación y renegociación de deudas (Desenrola Brasil) con el sistema bancario y no bancario bajo supervisión del Banco Central.
  • Inflación. La variación de la canasta básica cayó de 9,3% en 2022 a 4,6% en 2023 a partir de la apreciación cambiaria nominal y de un cambio en la formación del precio de los combustibles de Petrobras.
    • Tipo de Cambio. El mantenimiento de una tasa de referencia elevada (12,4-13%) garantizó un margen amplio con las tasas internacionales, mantuvo el flujo de entrada de capitales que promovió una apreciación nominal sostenida (pasó de oscilar en 6 reales/dólar a 5 reales/dólar) y redujo las presiones sobre los precios internos.
    • Petrobras. Abandono de la política de precios de paridad de importación que permitió aislar los combustibles de las oscilaciones del precio internacional y del tipo de cambio.
  • Desempleo. El desempleo cayó de 8,4% a 7,6% a inicios de 2024, el menor nivel desde 2015.

No obstante lo dicho la cuestión económica continua en el centro del debate interno y en este segundo año de mandato la dinámica económica arroja algunos nubarrones:

  • No parece posible repetir el boom exportador del sector agrícola que impulsó el crecimiento (acentuado por una caída de los precios internacionales en torno de 20%).
  • La sustitución del Techo de Gastos por el Nuevo Esquema Fiscal (Novo Arcabouço Fiscal) no necesariamente abre espacio para una gran ampliación del gasto publico que impulse la economía, en particular obras de amplio alcance.
  • Si bien se aprobó la tributación de fondos de inversión de súperricos y la simplificación tributaria de impuestos al consumo, lo que pudiera aumentar la recaudación en el futuro, no se esperan cambios de magnitud considerable en los ingresos para abrir más espacio fiscal.
  • La formación bruta de capital fijo (inversión) mostró un resultado malo en 2023, cayó 3% (principalmente máquinas y equipamiento), lo que marca una tendencia a la desinversión productiva.

Las perspectivas que se vislumbran se enmarcan en tres escenarios posibles:

  1. Un avance en el escenario internacional que permita en un siguiente mandato con mayor margen parlamentario (Lula o un sucesor) generar transformaciones más profundas que generen mejoras sustantivas en la calidad de vida de las mayorías. Mientras tanto, los resultados económicos deberían mantener un sendero de leve mejora que permita seguir satisfaciendo parcialmente a las bases de apoyo popular y que permitan esa continuidad vía el voto en 2026.
  2. Un escenario menos positivo apuntaría a que el bloqueo político de la derecha consiga que los resultados del tercer mandato no sean lo suficientemente significativos para mantener su base de apoyo y se abra mayor espacio para que los sectores conservadores impulsen un candidato propio del establishment económico y financiero (no necesariamente del movimiento de ultra derecha o bolsonarista).
  3. En el escenario pesimista la disconformidad con posibles exiguos resultados del tercer mandato lulista derivarían en un nuevo clima de polarización entre el apoyo al PT y un nuevo liderazgo dentro de la derecha o extrema derecha (tal vez el gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas, o familiares de Jair Bolsonaro como su esposa o hijos).

Por el momento, la trayectoria marca una tendencia con matices entre el escenario 1 y 2. No obstante, el pasado reciente marca que eventos geopolíticos, sanitarios y climáticos “inesperados” pueden cambiar el curso de la Historia.

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