42 desaparecidos de Azul, en libro del escritor Jorge Meza titulado: «Heridas del porvenir. Testimonios de ausencias que sangran».
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Fuente: www.diarioeltiempo.com.ar y varios
El libro de Jorge Meza, HERIDAS DEL PORVENIR, fue presentado este 29 de octubre de 2022, en la Escuela N°2 (Instituto) de Azul de Mitre y Colón. Abrió Adolfo Pérez Esquivel, tuvo un discurso EXCELENTE, bien político (favorable al pueblo). Estaba lleno de compañeros/as, familiares, vecinos, amigos de Olavarría, de Tandil, de Azul, de Bs. As. La hija de Roberto y María. Las Hijas de Jorge Salite, familiares, amigos y compañeros / compañeras de estos 42 desaparecidos relacionados con Azul, en fin.
Muy bueno.
Un grupo de concejales le entregó una declaración de Interés Municipal a Pérez Esquivel y María Inés Laurini otra declaración a Jorge Mesa. Estuvo muy bien con sus palabras (las leídas y las improvisadas). Repleto de gente, de lugares recónditos.
Jorge Meza con un discurso muy bien hilvanado, emotivo, sentido. Con presencia de jóvenes, maduros y grandes. Muy emocionante, recordando a los desaparecidos de Azul. Esta ciudad con nombre bonito.
Palabras de Jorge Mesa al dejar formalmente presentado el libro:
- AGRADECIMIENTO En primer lugar quiero agradecer, a Adolfo por acompañarnos con sus largos años, poniendo la voz y el cuerpo en esta noche, pero fundamentalmente por acompañar con sus pasos la búsqueda de un mundo más humano, donde la dignidad de los latidos sea una bandera que flamee en cada amanecer. Y gracias a todos los que están presentes para poder abrazarlos con palabras y latidos, porque se acercaron a tocar el dolor pero también la esperanza.
- LLAMAR Quien nombra llama y alguien acude sin cita previa si explicaciones al lugar donde su nombre dicho o pensado lo está llamando. Cuando eso ocurre, uno tiene el derecho de creer que nadie se va del todo mientras no muera la palabra que llamando, llameando, lo trae dice Eduardo. Y aquí estoy llamando a todos nuestros ausentes siempre presentes a través de esta investigación producto de largos años de paciente búsqueda. Para mostrar la generosidad de una generación comprometida. Silvio, en una entrevista, cuenta una anécdota que describe en pocas palabras esa época: Su voz intenta masticar las palabras para transcribirlas tal cual fueron: “Veníamos caminado con María del Carmen y me pregunta como quien piensa en voz alta: ¿Por qué tendré este nivel de conciencia? Cuando uno no es consiente te resbala muchas cosas, la realidad se mira pero no se ve.
- APRENDER. Viajamos mucho para construir estas páginas. Crucé la laguna La Picassa en Santa Fe en medio de la crecida buscando un hermano que guardaba su silencio, Busqué en la Fiesta de la papa en Otamendi a alguien que en medio de las carrozas y el festejo me dijera quien era Alfredo el soldado del pueblo. Encontré a un padre a metros de las olas de un océano, recorrí universidades en busca de señales por donde transitaron pasos. Y así seguí durante años buscando, como un arqueólogo, de restos dispersos pero conservados en el tiempo. Aprendí de cada entrevista muchas cosas. Podría escribir otro libro con esas experiencias de buscar hasta el último rincón posible ese contacto que permitiera abrir una puerta, sentarnos frente a un grabador, abrir cajas de fotos, cartas y recuerdos, llorar juntos, contenernos, sacar fuerzas de donde a veces quedan pocas… Había que preparar las entrevistas porque… ¿Quién era ese que se entrometía en la vida de otros? ¿Quién era para correr la telaraña del tiempo tocar y abrir el dolor nuevamente? Y aquí están familiares, amigos, acompañando con la presencia y con sus testimonios este libro.
- LEGADO En medio de una de las entrevistas realizadas en el Gran buenos Aires a Martín Cañas, hijo y hermano de toda una familia diezmada por el terrorismo de Estado le muestro unas fotos de su madre y hermanas y me señala: ¿ves? Las fotos se vuelven sepias. Borran el color, se vuelven sepia, no desaparecen, siguen estando presentes, pero empiezan a ser una compañía, como la luna de Atahualpa. ¿es un legado? Pregunto. Yo le pondría un matiz me responde. Si uno tiene que seguir un legado hay una pérdida de libertad. Creo que es un lugar de permiso. Martin me dejó una enseñanza, el legado está allí uno lo toma o lo deja y debe ser consecuente con esa decisión. Me retumban aun sus palabras deslizadas al viento con profundidad y ternura, mientras acariciaba esas fotos.
- EJEMPLO Adelina Alaye me recibió en su departamento en La Plata pocos meses antes de morir, me sirvió un café me regaló uno de sus libros “La marca de la infamia” testimonio del horror vivido. Cuando le dije que me
lo dedicara me respondió después… y comenzamos a desandar sus recuerdos sobre su hijo y su vida. Adelina me enseño la fortaleza de su ejemplo. Ella decía que hay que reconstruir a pulso nuestra historia y llevarla cargada al hombro o a la rastra- como cada uno pueda. Al hombro o a la rastra….Después, volveremos a quedarnos solos con nuestra ausencia. Tengo su libro que nunca pudo dedicármelo. No habrá que dejar nada para mañana. Hoy es siempre todavía dice el poeta Antonio Machado.
- VERDAD HISTÓRICA Otro ejemplo: Sentado en un sillón acompañado por sus recuerdos y sus plantas colgantes de su casa en Belgrano, El Tugurio” Ada le hace un reportaje y le pregunta para que puede servir este libro. Hay que seguir. Es muy importante para las próximas generaciones. La verdad histórica está para aprender y no repetir- dice con serenidad pero con firmeza. Y termina preguntando: Nos presentábamos y cantábamos nuestro Himno Nacional con gloria y justicia. Y ocurrió esto. ¿Qué nos pasó a los argentinos? Esa es la pregunta fundamental de nuestra historia. No volvimos a su casa habitada por su ausencia, pero la verdad histórica está presente, la que intento aportar con este libro profundo y paciente que durante varios años fui construyendo. Testimonios que fui construyendo y reconstruyendo sobre las vidas generosas y sensibles de una generación que soñó con un futuro mejor. Sueños derrotados de una generación generosa de la que fui parte, que creyó en lo que se proponía. Y sin embargo aún hay rescoldos que guarda un fuego encendido.
- DEDICACIÓN Sabina, una hija que lleva en su corazón y en los pasos de su camino a su madre y su padre también me enseñó la diferencia entre dar y dedicar. Una tarde en medio del bullicio de un bar, sobre una mesa abre una carpeta vieja hecha un caos pero como tiene vida no quiero ordenarla– me dice. Y saca fotos, cartas, trámites de una carpeta de su abuela. Y mientras la comparte me dice: Mis padres dedicaron su vida, no dieron su vida. Ellos querían la vida, amaban la vida. La amaban tanto que el mundo donde yo iba a vivir iba a ser un mundo mejor…En nuestra memoria y al compás de nuestras propias historias donde agasajaremos a los no están.
- EMPEZAR No sé el momento exacto que el impulso de construir esta investigación empecé a dibujar las primeras palabras.
Lo que no olvido fue la necesidad de explicar y explicarme lo que aún está presente en el andar cotidiano por las calles de mi pueblo. Pero algunas cuestiones empezaron a encender inquietudes. En mi libro anterior “La noche azul Crónicas de complicidad y silencio” faltaban rostros, fotos que no había podido conseguir de Mónica, Raúl, José Antonio, María Ofelia, Roberto, José Luis. Y me preguntaba come era posible. Pero después cuando en el Parque de la Memoria y en los archivos del Ministerio de Justicia también faltaban.
Y allí apareció la generosidad de Mary con un CD, un disco cargado de archivos que aún conservo y empecé a transitar caminos para seguir rompiendo el silencio o los cristales ya rotos del olvido. La reconstrucción no se termina…
- PREGUNTAS Tengo muchas preguntas y no tantas respuestas. Parece como si en el imaginario colectivo la historia argentina no hubiese pasado por las ciudades del interior. Y sin embargo la dictadura también pasó en cada uno de los pueblos de nuestra patria. Pero… ¿porque se recuerda tan poco? ¿Porque casi no se habla? ¿Porque el silencio es tan atronador? ¿Porque se sigue señalando con el dedo acusador a las víctimas del espanto? ¿Porque no se sabe de los numerosos centros clandestinos? ¿Porque se desconoce que aún hay nietos robados? Macabra herencia que la sociedad tardará tiempo en cicatrizar heridas que tal vez nunca podrá lograr. Benedetti decía que el olvido está lleno de memoria. Y Bayer repetía que todo esto sucedió en una ciudad con el hermoso nombre de Azul.
- CIUDADES De que están hechas las ciudades. De materiales, de personas, de gestos, de actitudes, de poder. No es solo de ladrillos y asfalto o tierra. Lo que la gente cree y siente también tienen consecuencias materiales porque hace que sucedan cosas. Silvia Boggi investigadora de la UNICEN dice que las ciudades están hechas entre otras cosas de El lenguaje y el poder no son inocentes ni neutrales. Puede inaugurar silencios y negaciones de ciertas presencias. “Toda ciudad vive y siente cotidianamente su historia. La reescribe en forma permanente, interpreta hechos antiguos con palabras nuevas. Inventa símbolos que expresan la memoria y el apretado sentimiento de arraigo. Cada ciudad construye sus mitos y sus héroes, las pequeñas historias de su gente, las grandes hazañas de unos pocos. Instaura recuerdos, levanta o hace caer monumentos, nombra sus calles o dibuja las paredes con grafiti. Por eso también escribí este libro, para que queden semillas para sembrar los surcos.
- ENTREVISTAS Y TESTIGOS Familiares, amigos, /novios Compañeros de trabajo, de estudio, de militancia, sobrinas, madres, antiguas novias, vecinos, padres, me ayudaron a recorrer kilómetros de viajes en busca de sus recuerdos y de sus presentes. Fotos en blanco y negro desgastadas, cartas de amor, objetos guardados como el tesoro más valioso, mensajes clandestinos sacados desde los centros clandestinos, hablar por primera vez después de 40 años, nombrar lo que siempre estuvo guardado. Estos actos de amor están enclavados en cada testimonio que me brindaron, cuando el grabador quedaba a un costado de la mesa, como al descuido y la charla ya era otra. Y también silencios cargados de pupilas brillantes. Porque la memoria social también se construye con huecos…
- HABLAR POR EL OTRO Es verdad que ninguna palabra representa en términos absolutos la de quien no puede hablar, que no te lo representa, que de lo ocurrido nada es íntegramente responsable. Pero aun así alguien, en algún momento encuentra alguna palabra que ofrece alguna clase de representatividad de lo irrepresentable. Ese es el testigo. Y allí están las voces que me cuentan del último beso de Norma a Raúl en la puerta de Peña El Chara huinca en Cacharí esposada antes que la secuestraran de la vida. De José Luis, estudiante de arquitectura, cruzando a las 9 de la noche el empedrado de la avenida Güemes rumbo a los monoblocks de los departamentos militares para no volver jamás. Alfredo escribiéndole una carta a su madre antes de desaparecer. La mesa que Pedro guarda en su cocina donde se sentaba en la infancia con su hermana Marta. Carlitos con una capucha negra bajado frente a las puertas del cuartel. Las hijas de Jorge presentes en la entrevista que le hacía a su madre escuchando lo que nunca había oído, interrumpiendo el relato y preguntando: ¿Y qué hacían conmigo? preguntaba Paula, Vos venías con nosotros a todos lados, porque lo personal era dentro de lo colectivo. Y Mary preguntando a Liliana si debía testimoniar para el libro y ella respondiendo que a su hijo Facundo le va a gustar que su papá no se pierda entre los treinta mil. Y ella respondiendo que sus sobrinos iban a tener un tío con nombre y no el nombre de un tío. Así se fue construyendo cada letra. Estas voces enclavadas en cada testimonio muchos de los cuales fueron relatados por primera vez después de largos años de silencio, pero no de olvido atraviesan las páginas de este libro. Como el bombo que Héctor le tocaba a su hija victoria como canción de cuna. Francisco dice que todas las historias tienen un final, pero esto es como que sigue para siempre. El pasado vuelve a estar presente.
- HUELLAS Las preguntas de la memoria se nos cruzan en cada esquina, porque caminaron por nuestras calles y pisaron las baldosas flojas de nuestras veredas, en las aulas y los patios de las escuelas, en las fábricas y lugares de trabajo, en las canchas del barrio, en los parques, en el cine en las reuniones junto al mate. Fueron vecinos nuestros. Entonces para finalizar me pregunto ¿Qué quedan de los pasos además de las huellas? ¿Qué quedan de las palabras cuando se desarman los sonidos? ¿Qué nos interpela aquella imagen que vuelve del pasado? Los pasos. Las palabras. Las imágenes. Y otras marcas que testimonian las existencias. Aunque esas calles ya no sean las mismas. Aunque la soledad se estremece junto al frío manto del silencio. Están, Existen. Por eso hay que reconstruir los pedazos deshechos por el terror. Mary, desde San Juan me envía un poema escrito a su hermano desaparecido, donde se pregunta ¿dónde dejaron las huellas que no las puede hallar? Porque esta es la tierra-país de los pasos perdidos/ que no se detiene jamás. Yo creo que esas huellas en esta tierra país de los pasos perdidos es una de las herencias nefastas que nos dejó la dictadura. Pero también creo que hay otras huellas que intento reconstruir en este libro. Como homenaje a sus vidas, ,a sus compromisos, a su humanidad y tal vez habiendo dejado largas noches y días en cada página pueda ser un aporte docente al servicio de una noble causa, pero seguro que detrás de cada letra hallarán la palabra viva y documentada.
- EL LIBRO ¿Para que este libro?, porque esta botella al mar arrojada desde un barco que ya no existe. Porque construir la memoria es algo más que una placa mínima con nombres de personas que contrasta, en inferioridad de condiciones, al olvido. Abrir la puerta de cada corazón que me entregaron en testimonios recogidos en entrevistas trabajadas con el respeto por el dolor vivido, que me atraviesan con sus palabras, sus secretos y sus silencios, con sus cuerpos que hablan también desde la profundidad de un simple gesto. La importancia de meterse en la piel del otro, antes que preguntar, antes que abrir las ventanas de un dolor que no se ha ido. Y escuchar… unir los fragmentos de una vida hecha pedazos con la de los seres queridos que lo amaron y otros que fueron testigos de la atrocidad de una época. Escribí este libro porque sé que quedan las semillas. Y la escritura puede ser siembra en un surco. Estas HERIDAS DEL PORVENIR Testimonios de ausencias que sangran se alimentan de otras memorias de otros presentes para que cuando llegue el futuro que al decir de Eloy Martínez- es también otra forma del olvido, siga encontrando a este presente y a otras generaciones con la memoria abierta y alerta.
JORGE MEZA
https://www.diarioeltiempo.com.ar/
«Los pueblos que pierden la memoria desaparecen»
El concepto fue vertido por el flamante Huésped de Honor, el pasado sábado en el salón de actos del Instituto Superior de Formación Docente y Técnica N°2 cuando se presentó el nuevo libro del escritor Jorge Meza titulado: «Heridas del porvenir. Testimonios de ausencias que sangran».
1 de noviembre de 2022
El pasado sábado en el salón de actos del Instituto Superior de Formación Docente y Técnica Nro. 2, se presentó el libro de Jorge Meza «Heridas del porvenir. Testimonios de ausencias que sangran» con la presencia del Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel.
En la oportunidad, además de las palabras alusivas por parte de concejales, Ada Bartolini y lectura de fragmentos de la investigación el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel dirigió palabras al público. Un fragmento de las frases se transcribe a continuación.
«Me alegro mucho de volver y mientras escuchaba la exposición de los conejales les agradezco este reconocimiento también me acordaba que tengo un hijo azuleño Víctor Ernesto que no puedo venir por trabajo pero cada tanto nos hacemos una escapada a Azul. Y a Azul venía cuando podía y en silencio a ver a un amigo, un hermano muy querido, compañero de caminada, de lucha y esperanza el Obispo Miguel Hesayne. En los momentos más duros cuando era obispo de Viedma hicimos toda la línea sur perseguidos por el ejército y la policía. Cometimos un delito enorme: acompañar a nuestro pueblo para una vida digna. Ese era un delito que nos costó cárceles, persecuciones, de todo, y Hesayne ahí firme con su voz, con su lucha y su amistad… muchos de ellos partieron pero no se fueron. Están presentes. Jorge: te agradezco todo tu trabajo, es un trabajo de lucha de investigación, de memoria. ¿Saben que la memoria no es para quedarse en el pasado, no?. La memoria nos ilumina el presente. Cada persona tiene una memoria personal, pero hay una memoria colectiva, no hay un pueblo sin memoria, los pueblos que pierden la memoria desaparecen. Es lo mismo que la palabra. En este libro ‘Heridas del Porvenir’, si bien muestra la tragedia de muchos ciudadanos no es para que nos pongamos a llorar, sino para comprender lo que es la resistencia cultural, la lucha por un mundo mejor, de iguales, para reencontrarnos como hermanos y hermanas y construir una sociedad mejor. Aquí hay muchos jóvenes que no vivieron. Nosotros somos sobrevivientes, nos vencieron pero no nos derrotaron, hay diferencia. Seguimos de pie y tratando de construir esta patria que nos legaron nuestros mayores para que todos podamos ser felices….».