La Militancia,   el debate entre la Legalidad y la Legitimidad

       ¿Qué es la Militancia, sino llevar adelante un ideal que permita lograr el bien común? Visto desde la óptica de quien pretende precisamente la felicidad del pueblo y la grandeza de la Patria.)

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    Nota: El librito puede leerse por Internet en el diarito: https://www.diariomardeajo.com.ar (Contratapa)   El análisis que se hace en general de la década del `70 está ligada esencialmente a la lucha armada, el enfrentamiento, la parte violenta de la militancia. Creemos firmemente que la militancia ligada a un proyecto que piense en las mayorías como uno de los pilares básicos de la verdad, es la que los militantes del `70 han sostenido en lo esencial. No obstante las marcadas desviaciones hacia el militarismo y el aparatismo que tanto daño han provocado, no sólo en lo organizacional, sino en todo el proceso revolucionario que viene llevando adelante nuestro pueblo en la historia Argentina y Latinoamericana, para alcanzar su liberación. Esa permanente referencia con los miles, con los millones, fue la causa de haber tenido una propuesta política que si bien no llegaba a las multitudes esperadas, sí permitía movilizar, que participen, que adhieran, que se organicen en diferentes estadios miles de personas a lo largo y ancho de todo el país. Con las correspondientes repercusiones internacionales. Modestamente este librito pretende dar solamente una mirada que muestre las prácticas de miles de silenciosos y anónimos compañeros y compañeras que a sus 20 años abrazaban la Justicia Social, la Independencia Económica y la Soberanía Política, a riesgo de perder la vida. No es poca cosa, de ahí entonces surge la necesidad de este librito.   Silvio Bageneta  

 

Prólogo  

“La política es un arte sencillo y todo de ejecución”, solía decir el General Perón. Pero esta ejecución para ser efectiva debe ir siempre acompañada de la debida reflexión. Para que, por citar otro grande la experiencia no sea “el peine que te dan cuando te quedas pelado”. El valor de este ensayo que ha escrito Silvio Bageneta es, fundamentalmente, ser una reflexión desarrollada desde la práctica. Es decir, no es la diatriba de un opinólogo que crítica lo hecho y en sus conclusiones pone un contundente “animémonos y vayan” sino de alguien que participó activamente de las experiencias de lucha de nuestro Pueblo. Y que acertó y también se equivoco junto con ese Pueblo en permanente búsqueda de sus caminos de liberación. En el eterno combate contra el liberalismo, el individualismo y el egoísmo, incluso el que todos llevamos dentro esta palabra que nos aporta la mirada de alguien en quien no ha hecho mella la persecución, la cárcel y la marginación de la que fue objeto. Situaciones de las que volvió siempre para dar pelea por la Patria que sueña, poniendo sus manos al servicio de su corazón y su pensamiento. El otro gran merito del compañero Silvio es un lugar no tan frecuente en la teoría política desde donde pararse para pensar. Esto es poner en discusión las formas organizativas como aspecto sustancial de la cuestión del poder. Reflexionar sobre la cuestión democrática desde los conceptos de legalidad y legitimidad es, seguramente, un interesante camino para la superación del pensamiento único que ha anegado tantas conciencias desde los años 90. No pensar la democracia desde su mero hecho formal es abrir la puerta a una relación de poder más justa que requiere no tanto de ardides políticos y viveza criolla para aprovechar oportunidades, sino del trabajo más oscuro y permanente de construcción de poder, de fuerza política indispensable para desplegar una política de liberación. Además, las ideas de legalidad y legitimidad, le permiten al autor, pensar como salir de la trata de la teoría de la representación, sin cuestionar el hecho democrático. La crisis de representatividad no se resuelve tirando al chico con el agua sucia como dice el dicho, sino –precisamente- otorgando legitimidad a lo legal. El concepto mismo de legitimidad que Bageneta desarrolla en un pormenorizado recuento histórico que arranca con el primer peronismo es un antídoto contra cualquier tipo de vanguardismo de la militancia, pues pone como condición de sentido de la práctica política a la respuesta del conjunto del Pueblo a su iniciativa. La militancia setentista no aparece, entonces, como una generación excepcional ni –por supuesto- tampoco como uno de los demonios de la teoría de los dos demonios sino como una lucha con la legitimidad que fueron creciendo al calor de los bombardeos, proscripciones, encarcelamientos y fusilamientos…Pero tampoco, el compañero Silvio se priva de criticar decisiones de las organizaciones político-militares del peronismo, ni tampoco de señalar el hecho maldito de la triple A que operaba durante el gobierno constitucional de Isabel. No falta tampoco la referencia al impacto de la sangrienta dictadura genocida instaurada en nuestro país el 24 de marzo de 1976. Es menester entender que la dictadura de Videla y Martínez de Hoz llegó para imponer un modelo económico, el neoliberalismo, que era la piedra fundacional del nuevo sistema de dominación globalizante. Sin la política de tierra arrasada este modelo económico pero también cultural y político no hubiese sido posible. Hicieron falta más de 30.000 compañeros desaparecidos y otros tantos sufriendo en cárceles y campos de concentración de la dictadura, además de los que fueron obligados al exilio; para desarticular a todo aquello que podía oponerse al proyecto de la dependencia una resistencia desde un proyecto liberador con arraigo en el Pueblo, es decir, con legitimidad. Quizás el gran ausente en este texto es la resistencia ejercida contra el proceso de apogeo del liberalismo en estas tierras durante el mandato de Carlos Menem. La pelea de sectores juveniles o bien de los desocupados frente a las consecuencias nefastas del modelo de entrega de la Patria que se llevó a cabo durante los años noventa, no tiene el lugar que me parece es debido. Sólo pensar esa otra resistencia nos permite comprender el sentido de la pueblada del 20 de diciembre. Porque si seguimos la línea del peronismo renovador y el Frente Grande, terminamos del otro lado del mostrador. O sea, en nombre de un progresismo bienpensante más que abonar a la lucha de nuestro Pueblo se termino legitimando experiencias que fueron repudiadas por este por se continuidad lisa y llana del neoliberalismo. Recordemos por ejemplo que Cavallo retornó al gobierno en los tiempos de la Alianza de la mano de Chacho Álvarez. Para cerrar su ensayo, el autor –como no podría ser de otra manera con alguien con compromiso político- se mete con los caminos reales y actuales del proceso político abierto aun con final incierto. De marcar correctamente el carácter de la contradicción principal dependerá el acierto o el error en nuestras políticas y también el grado de legitimidad que estas tengan. Es en estos tiempos donde paradójicamente se invierten los términos y casi por obra de una jugada de la historia tenemos la legalidad sin haber construido la legitimidad suficiente. La construcción de organización popular –único factor legitimante que nosotros entendemos- va a depender fundamentalmente de dos cuestiones. Por un lado de la construcción de un proyecto nacional productivo y solidario que incluya a todos los argentinos que viven de su trabajo. Y por el otro de la construcción de una sólida fuerza política que permita impulsar el proceso político abierto en 2003 por la iniciativa de Néstor Kirchner hacia la profundización de sus objetivos, a la conquista de la justicia social, la independencia economía y la soberanía política.   Marcelo Koenig Buenos Aires, octubre de 2008.      

Introducción:

Las necesidades de la Etapa y de la Coyuntura exigen que la militancia tenga otra razón de ser que la otorgada por los intereses económicos dominantes y su brazo armado las Fuerzas Armadas que fueron el instrumento para imponer la política económica y filosófica general: EL LIBERALISMO. Consistente en Partidos Políticos “ordenaditos”, con elecciones internas, “democráticos” en su funcionamiento. Es decir partidos políticos que “no hagan ola” al proyecto de continuidad del status quo económico, político y social dejado por el proceso de Reorganización Nacional. Por ende quedó legalizada un tipo de militancia aferrada a prácticas que no podían conducir a otro lugar que no fuera la politiquería. La práctica vacía de contenido. La lucha por un puesto en el partido para luego ser concejal, diputado, senador, intendente, etc. El grado de penetración ideológica que el liberalismo ha tenido en los militantes del Movimiento Nacional (los partidos y Fuerzas, las agrupaciones de todo el espectro político que podemos denominar de izquierda, progresistas, revolucionarios, nacionales y populares) es muy grande. Recuperar el espíritu militante, recuperar la relación genuina de la militancia con el pueblo de donde surgió y que debe representar: este es el gran desafío de la Etapa. Pretendemos apuntar a ese 80% de la población que objetivamente conciernen al Movimiento Nacional, por pertenencia económica, cultural, social y que no podemos permitirnos regalárselo a los sectores minoritarios que con máscaras falsas y con cantos de sirena llegan a los sectores nacionales y populares. La militancia actual (mayoritariamente) está imbuida más de aspiraciones que tienen que ver con el “puesto” y con las “ventajas” del poder que con las razones que justifican la existencia de la militancia (vista esta desde la óptica de los que buscan el bien común). Para lograr este “puesto” y estas “ventajas” utilizan las más variadas formas de inescrupulosidad. Pasan a ser “Operadores políticos”, por exigencias derivadas de cronogramas electorales de “maniobras inteligentes”, de “roscas y contrarroscas”. Todo conducente a alejarse gradualmente del pueblo. Siendo siempre un militante legal pero que carece de legitimidad ante los ojos y la valoración del pueblo. Ya que la razón de ser del militante es estar junto al pueblo, oír sus necesidades, acompañarlo en la resolución de sus problemas, avanzar en la organización para conseguir tal fin. En definitiva, el militante legítimo debe resolver estos problemas, que  implican (ni más ni menos) resolver el problema de la representatividad política. Es decir lo genuino de la política, lo genuino de la democracia, más allá de las formas: las elecciones municipales, provinciales y nacionales, la existencia de concejales, diputados y senadores provinciales y los diputados y senadores nacionales. La elección de los diferentes cargos ejecutivos (intendentes, gobernadores y presidente). Estamos hablando a esta altura de que la militancia legal y la legalidad de la democracia van juntas, de la mano, pero no alcanzan si no se logra que ellas, militancia y democracia, sean también LEGÍTIMAS. Es decir, sirvan a los intereses nacionales y populares, conduzcan al bien común. En un marco de fortaleza de la Nación.(Por aquello de que sin Nación no hay posibilidad del bien común). Trataremos en estos puntos de volcar algunas ideas con la esperanza que otros también lo hagan y seguramente lograremos enriquecer y aportar en este camino hacia la búsqueda de una sociedad donde impere más el bien común y la grandeza de la Patria.  Silvio Bageneta 12 de Junio de 2007  

  1. La militancia a partir de 1943- Perón y la Secretaría de Trabajo

Podríamos hablar de la militancia parándonos en los albores de la Patria. Así ocuparían seguramente un lugar preponderante Joaquín Campana y Tomás de Grigera allá por 1812 en los suburbios del Buenos Aires de entonces. O citar otros ejemplos históricos. Preferimos retrotraernos a los momentos en que la militancia que llega hasta nuestros días empezó a gestarse, es decir, el nacimiento del Peronismo. La Revolución de junio de 1943, vino a incorporar a los sectores nacionales y populares otra vez a la historia, a ser protagonistas de la misma. Los métodos, contenidos políticos, ideología profesada, estructura organizativa tenía más que ver con otras experiencias históricas, de otras latitudes, de otras economías, de otros desarrollos de las mismas (en general de Europa y otros lares) que lejos estaban del nuestro. De nuestra historia, de nuestra idiosincrasia, cultura y condiciones objetivas y subjetivas alcanzadas. Juan Domingo Perón desde la Secretaría de Trabajo empezó a generar las condiciones de esa nueva forma de legalidad y legitimidad de los trabajadores y el pueblo.

1.1.                 La comunión de la Legalidad y la Legitimidad desde 1945

Fue específicamente desde los días previos al acontecimiento histórico por excelencia del Siglo XX en Argentina y Latinoamérica, es decir, el 17 de Octubre de 1945, que los trabajadores empezaron a mostrar precisamente la contundencia de la comprensión de los cambios que se venían produciendo. Uno de los hechos más destacados es que las conducciones de las centrales obreras de ideologías socialistas y comunistas, fijaron el Paro general para el 18 de Octubre de 1945. Los trabajadores, los delegados, los dirigentes reales de los trabajadores se movilizaron el día previo. Se estaba produciendo el surgimiento de una nueva legalidad gremial, sindical y política, fruto de una participación militante legítima. Y por ende se producía una nueva instancia legal democrática que consecuentemente trajo una legitimidad democrática para el pueblo argentino (que ya no sólo se dedicó a votar para elegir a sus candidatos, sino que obtuvo progresivamente sus postergados derechos sociales, económicos, etc.). Para corolario, trajo consigo, también la concreción del fortalecimiento de la Nación y no sólo en términos territoriales y geográficos, sino integrales. El Estado Nacional se vio rotundamente fortalecido.

1.1.1.                    La consolidación del Movimiento Nacional

Ese movimiento nacional que se viene construyendo desde los albores de nuestra Patria y que se ve expresada en las luchas contra los españoles, los ingleses, con los caudillos federales del oeste, norte, la mesopotamia, centro y la provincia de Buenos Aires enfrentando al Liberalismo (tengamos en cuenta que era el pensamiento y la política económica y militar de vanguardia en el Mundo) en la Vuelta de Obligado, renació y se fortaleció grandemente a partir de 1945. En ese marco la necesidad de generar una nueva legalidad para el Movimiento Nacional, movió al General Perón a impulsar la creación de la Constitución de 1949. Marco legal imprescindible para que se consolidaran las conquistas alcanzadas legítimamente. Los liberales argentinos, los de la generación del ´80, los que se expresan desde antes de esa fecha consecuentemente a través del diario La Nación, saben sobradamente que es imprescindible  contar con la legalidad. Por eso se aferraron con uñas y dientes a la Constitución de 1855 como paradigma de lo impoluto, intocable, ya que les daba marco legal a sus mezquinos intereses e inconfesables negociados unidos a los intereses británicos fundamentalmente en ese entonces. Pero el Movimiento Nacional fue consciente de la importancia de la Constitución de 1949 y fue (como dijimos) el Marco legal del proyecto popular conducido por Juan Perón.

1.1.2.                    El empresariado Nacional

El empresariado Nacional participó activamente desde 1945 a 1955. No sólo en opciones Gremiales empresarias, que se alternativizaran a las existentes de los grupos minoritarios del privilegio (mayoritariamente ligadas a los intereses extranjeros), sino que participó ocupando puestos de relevancia en el gobierno del Gral. Perón. Se transformaron económicamente, socialmente, culturalmente y fueron también militantes empresariales que conjugaban su legalidad con la legitimidad que brinda el estar participando de un proyecto de país de inclusión e integración nacional (actitud que se ha observado muy poco luego de 1955 en el empresariado nacional, dado el carácter absolutamente deshumanizante que de por sí tiene el capital ya que exclusivamente  da sentido a sí mismo en tanto de ganancias. Y éstas carecen de la menor sensibilidad social.) El empresariado Nacional que dio lugar a la propuesta Peronista de : El Capital y el trabajo, arbitrados por el Estado.

1.1.3.                    Las necesidades de los trabajadores Atendidas

Los trabajadores a partir del primer gobierno de Juan D. Perón y Evita, dieron un salto notorio y elocuente en su condición humana, social, económica, gremial y política. Existían condiciones económicas, sociales e internacionales que permitían el fortalecimiento de los trabajadores como clase. Sabemos que la segunda Guerra Mundial había tolerado que se reemplazaran las importaciones por la industria Nacional. Los trabajadores argentinos alcanzaron legalmente con un reclamo justo y legítimo de años no sólo un salario digno, horas de trabajo semanales apropiadas, descanso, vacaciones, complejos hoteleros en los centros turísticos del país (por primera vez en la historia Argentina), pudieron hacer que sus hijos estudien y ellos mismos se especialicen, etc. Todo eso y la sindicalización con leyes que dieron un sustento legal a sus derechos. La movilización de los trabajadores en los actos peronistas hizo ver a un pueblo participativo y Feliz.  

1.1.4.                    Las necesidades de los marginados. Los “cabecitas negras”

Tuvieron también su legalidad un sector muy postergado de la sociedad argentina: Los Marginados. Los despectivamente llamados por la reacción como “cabecitas negras”. No sólo tuvieron legalidad a través de la compañera Evita, sino de las propias estructuras del Estado. Que no obstante el esfuerzo de 10 años de gobierno no pudo desterrar la Marginalidad en términos absolutos. No fue, ni será tarea fácil desterrar la marginalidad. Porque el límite entre la ayuda y la dádiva es muy pequeño. Así como es angosta la tentación de dedicar el esfuerzo a la ayuda en lugar de buscar revertir el problema, ya que lleva evidentemente años resolverlo. No sólo incluyendo fuentes laborales, capacitación laboral, comprensión, métodos de educación popular y tiempo (con paciencia incluida). Es una tarea de años, legítima y que debe tener un marco legal.  

1.1.5.                    Los intelectuales y su acople al proyecto Nacional. FORJA

El aporte realizado por la intelectualidad nacional y popular a este proyecto es incuestionable. Fue esencialmente dado por FORJA. Personajes incuestionables en sus contribuciones, en su proyección histórica como Arturo Jauretche, Homero Manzi, Discépolo, Raúl Scalabrini Ortiz, etc. Que no sólo se dedicaron a dar fundamento político al proceso vivido por el peronismo, sino que ayudaron a proyectar al Movimiento Nacional en el tiempo y darle mayor fortaleza ideológica con sus aportes. No queremos soslayar las visiones críticas de Arturo Jauretche, por ejemplo. Tampoco dejaremos de nombrar a John Williams Cooke quien aportó durante el gobierno de Juan Perón y también durante la Resistencia. Una visionaria (aunque no podemos decirle intelectual, con los parámetros que se considera a tales) a Evita Perón, quién en cada discurso, charla o escrito, (además de hacerlo con sus actos de solidaridad y justicia) tuvo una claridad intelectual altísima, respecto a los problemas del Movimiento Nacional, de los hombres que lo conformaron y de los detractores y enemigos. No dejamos afuera en materia de concepción política y doctrinaria al mismísimo general Perón, obviamente. Tampoco podemos olvidarnos de los brillantes aportes, con vigencia en la actualidad en su concepción de fondo de J.J. Hernández Arregui. Ni de Rodolfo Puiggrós. Ambos aportaron una visión nacional y popular desde la óptica materialista dialéctica y materialista histórica.    

  1. Los diferentes intentos de domesticación de los métodos legítimos de la militancia

Un compañero y amigo que se enteró del tema que en este momento estoy esbozando me dijo: pero todos terminan deslegitimizándose. Y tiene razón. La misma Evita en reiterados discursos, charlas y escritos ha criticado a la burocracia política y sindical. Los que se olvidan de sus orígenes humildes o de simples trabajadores. Por otro lado la misma estructura sindical o política lleva a perder el objetivo de legitimidad de los militantes. Un muchacho de un barrio de cualquier lugar de nuestro basto territorio que llega a dirigente sindical o político empieza a acceder a estamentos de poder donde el dinero y las costumbres de los poderosos pululan. Hay dirigentes en la historia sindical Argentina que transaron por debajo de la mesa con políticos, empresarios extranjeros y nacionales, con militares, etc. Esto lo vieron Perón y Evita y fundamentalmente se ocupó de criticar visionariamente, con esa urgencia que adoptaba como prediciendo su escaso tiempo de vida por delante. Un ejemplo fue el dirigente de la CGT Espejo. Acá comienzan en la historia contemporánea Argentina la deslegitimidad de la militancia fundamentalmente gremial, pero que por supuesto también fue política.    

  1. La Militancia Política de la Resistencia del Peronismo

El golpe de septiembre de 1955, fue terminantemente duro contra los dirigentes sindicales y políticos del Movimiento Peronista. Hay mucha bibliografía al respecto e innumerables testimonios aún vivientes, películas, etc.. Hubo un ensañamiento muy tremendo contra todo lo que tuviera que ver con el peronismo: hombres, símbolos, sedes, cantos, organización, marco legal constitucional (Constitución de 1949), sindicatos, etc.. El peronismo fue ilegal absolutamente. Como tal no podía desaparecer en su esencia, porque hubieran tenido que matar 10.000.000 de personas (así como Hitler pretendió eliminar a los judíos). Entonces si bien perdió total legalidad su legitimidad no pudo ser ni exterminada, ni reemplazada, ni borrada como con una goma. Las conquistas y los derechos de los trabajadores y el pueblo obtenidos durante la primera década peronismo no sólo quedó expresado en las actuales obras que se pueden apreciar, sino que se grabó a fuego en la mente, los sentimientos y los genes de los beneficiados de entonces. No podía borrarse entonces por mas ilegalidad que existiera. El peronismo entonces, como expresión legítima del pueblo argentino siguió. Utilizó los métodos más empíricos e impulsivos. Los más aislados. Los violentos, los sabotajes en las fábricas, las volanteadas, las pintadas en paredes, las bombas domésticas (caños), la transmisión boca a boca y en secreto. Muchos murieron en esta resistencia por desorganización, empirismo, desconocimiento de cómo fabricar o usar una bomba doméstica o un arma. Todo se daba en años en que se seguía con el incumplimiento y la clausura de todos los derechos obtenidos por los trabajadores. Complementamos acotando, que los gobiernos, militares o civiles, todos contaron sino con la proscripción total del peronismo, la parcial o condicionada. Y hasta en 1964 en el gobierno del Dr. Arturo Illia se prohibió expresamente que el avión que traía al General Perón avanzara a Argentina desde Brasil. En definitiva, Perón y el peronismo ilegal. Toda la resistencia, todos los métodos cobraban legitimidad ante la perdida de sus derechos a partir de un Golpe Militar que bombardeó la Plaza de Mayo, que desconoció el voto popular triunfante y por las armas destituyó al General Juan Perón y su gobierno.  

3.1.                 La Militancia Sindical

La militancia sindical tuvo claramente dos posturas. La de las bases de las fábricas y lugares de trabajo y la de los dirigentes sindicales de sus gremios (que salvo excepciones) con el pretexto de “tener diálogo” se fueron atornillando a sus puestos de conducciones nacionales del gremio y pactando con los gobiernos de turno. Sean este el de Aramburu y Rojas, antes el de Lonardi, el de Frondizi y Guido, el de Illía, Onganía, Levington o Lanusse. Dentro de las excepciones de dirigencia sindical, indudablemente debemos ubicar a Raimundo Ongaro, que además de dirigente Gráfico, fue secretario General de la CGT de los Argentinos. Que notoriamente alternativizaba con los dirigentes amarillos y traidores. Mientras tanto las comisiones internas de las fábricas iban buscando formas de resistencia que les permitieran recuperar o al menos mantener las conquistas. Con métodos legales e ilegales de sabotaje o violentos, que eran los que le permitían sostenerse diferenciarse y retroceder lo menos posible. Una de las represiones más fuertes contra el movimiento peronista y sindical, lo hizo el Presidente Arturo Frondizi con su Plan CONINTES. Precisamente Frondizi y Frigerio que llegaron al gobierno gracias a los votos peronistas y no cumpliendo las promesas y pactos acordados con el General Perón. Recomendamos leer sobre el tema..  

3.2.                 La Militancia de la Juventud

Lamentablemente los representantes más conspicuos de la militancia de la Juventud en los años de la Resistencia Peronista los debemos nombrar y evocar en el recuerdo porque fueron muertos: Carlos Caride, Gustavo Rearte, Dardo Cabo, Cacho El Kadre y tantos que se animaron a pintar los PV de Perón Vuelve. Que por supuesto fueron también absolutamente ilegales y perfectamente legítimos. Hasta la Constitución que reinstauraron los antiperonistas permitían una legalidad no reconocida, al declamar que se podía el pueblo levantar en armas ante gobiernos que desconozcan la voluntad popular. Con esta Juventud Peronista fue que se comenzó a trabajar con las necesidades del pueblo, junto al pueblo  y fueron logrando las primeros niveles de organización popular en torno a las casas peronistas que funcionaban como Unidad Básica clandestina. Esta Juventud, a partir de la conocimiento contemporáneo de Cuba, China, Argelia, Vietnam, los pueblos Africanos, etc. Y de la propia experiencia del Movimiento Peronista (destitución del Gobierno del General Juan Perón por la fuerza, bombardeos a Plaza de Mayo, con más de 300 muertes, persecución y fusilamiento, cárcel y muerte, destierros, etc.) es que se vio la posibilidad de la conformación de un ejército peronista capaz de resistir organizadamente. De ahí las diferentes experiencias que surgieron a partir de Uturuncos.  

3.3.
                 La Militancia del Movimiento de los sacerdotes del Tercer Mundo

Quizás porque la Iglesia Católica fue el sustento ideológico y político del Golpe del 55, porque fueron los que convocaron a la movilización de Corpus Christi, o porque a partir de la Encíclica Rerum novarum hay una postura importante de la Iglesia Católica, o porque se dio un Movimiento progresista de la Iglesia en varios países de Latinoamérica, la cuestión es que Los Sacerdotes del Tercer Mundo jugaron un importante rol en la recuperación de la organización popular en Argentina. Aportaron recreativamente desde una óptica Cristiana y Católica al proceso de fortalecimiento de la Legitimidad de los derechos integrales del pueblo. Esto lo realizaron en buena parte del país. Trabajaron con jóvenes y catequistas de diferentes edades y sexos. En barrios y fábricas o alrededor de ellas. Impulsando a partir del Evangelio de Jesucristo, prácticas sociales que tenían que ver con materializar los conculcados y postergados derechos legítimos del pueblo. Se lograron en torno a estos derechos, niveles de organización popular que superaba con creces la dádiva o la beneficencia. Surgieron así concepciones de militancia social y política. Asimismo a la identidad política de esa militancia: el peronismo. Acercándose de esta manera sectores medios que habían estado en los festejos de la caída de Perón en Septiembre de 1955.    

  1. El gobierno del 73

Claramente el Movimiento Peronista recuperó Legalidad a partir del 11 de Marzo de 1973. También afloraron las contradicciones entre la militancia que no defeccionó ante los gobiernos de turno antiperonistas  y los dirigentes (sindicales o políticos) que claramente negociaron. La primera vuelta de Perón el 17 de Noviembre de 1972, la JP se ocupó de movilizar al pueblo, desde las fábricas y desde los barrios. Asimismo se sumaron los estudiantes a este primer regreso a Ezeiza.  Sumándose así a la espontánea y sentida movilización popular. Lo mismo hicieron los cuerpos de delegados de las fábricas, despegadas de los sindicalistas y en tanto Rucci (que no aportó colectivo, ni dinero alguno) participó con su paraguas para proteger al General Perón cuando bajaba del avión. Dos militancias y dos formas de demostrar su condición de peronistas.  

4.1.                   La militancia con un gobierno popular  

Los 18 años transcurridos con dictaduras militares, con gobiernos traidores a los acuerdos preelectorales, la represión también de ellos, hizo que recién en 1973 buena parte de la militancia más activa y ligada a un proyecto comprometido con el pueblo, tenga en la superestructura un gobierno a quién no se debiera combatir. Es más, el gobierno debiera consustanciarse con dicha militancia y ante todo satisfacer las necesidades populares. Ser fiel intérprete de las mismas. El criterio más rico que se logró en materia de mantener estrechamente ligado el concepto de legalidad y  legitimidad fue alcanzado por la Juventud Peronista de Las Regionales, que a su vez estaba estrechamente consustanciada con la OPM Montoneros. Era uno de sus frentes de masas. Es decir frentes en donde se intentaba como objetivo principal, lograr la representatividad de sus militantes, a través de la formulación de políticas correctas. Políticas de masas que interpreten las necesidades más acuciantes del frente en cuestión (que podía ser sindical, territorial, universitario, agrario, etc.) y se obtenga a partir de esas propuestas políticas, la representatividad política. No necesariamente de los militantes que venían de “afuera” del frente específico (de la fábrica, el barrio, la facultad, el colegio, el sector agropecuario….) sino que a través de la práctica se constatara que el mencionado (o los …) compañero (s), eran merecedores de esa “distinción”. La de ser ungidos como los más representativos. Este nivel de síntesis no fue fruto de la casualidad, de la improvisación, ni de la presencia de él o la compañera representativa. No. Sino de la correcta implementación por parte de esos compañeros que resultaron representativos, de una concepción de la OPM Montoneros, que logró una síntesis histórica. La misma que logró en esa síntesis histórica conjugar de la mejor forma la práctica  con la teoría. La mejor síntesis histórica, la que contempló más cantidad de aspectos. Hasta ese momento, se pecaba o de militarista, o de vanguardista, o de teórico en exceso, o de práctico que avanzaba a ciegas. De la experiencia incluso de otras generaciones, del peronismo y de la resistencia. De la Izquierda que se nacionalizó, que asumió al peronismo como una realidad inobjetable imprescindible para el proceso revolucionario argentino.. De los sectores católicos esencialmente expresados en los sacerdotes del Tercer Mundo. En los sindicalistas antiburocráticos que habían visto como continuamente fueron traicionados una y otra vez (por Espejo, Alonso, Vandor, Coria, Cavallieri, Rucci y todos los que se aferraron a sus beneficios personales, sus coches, Standard de vida, sus alhajas, sus chicas, sus comidas, sus casas…. Y que nada tenían, ni tienen que ver con los modos de vida y poder adquisitivo de los trabajadores) y que llevaron una práctica que cada día los alejaba más de las cúpulas sindicales en la defensa de los intereses y en la mismísima defensa de los intereses de los trabajadores. Se superó la discusión estéril de la Universidad o del Colegio Secundario. La participación era muy alta. La comunión en busca de la representatividad existía en todos los niveles de la sociedad. Las movilizaciones populares que acompañaron al Rodrigazo fueron un ejemplo contundente. Aunque también fueron contemporáneos con el comienzo del aislamiento político de la Juventud Peronista y de la OPM Montoneros. Tanto por accionar armado, político y jurídico de los sectores reaccionarios del gobierno nacional (quienes eran en tiempos del Rodrigado y de ahí en más, absolutamente hegemónicos en el gobierno de Isabel Perón), como por las políticas de la OPM Montoneros y sus frentes que tendían a la ideologización y militarización de la política. La legalidad  y la legitimidad se habían tornado una contradicción trascendente. Se toma una decisión que tuvo costos en vida y costos políticos muy de carácter estratégico: El pase de todas las agrupaciones a la clandestinidad. Ser parte de una agrupación Legal era incompatible  con la seguridad de los militantes. Las 3A  eran una realidad inocultable. La Ley 20.840 de Asociación Ilícita (entre otras cosas) tenía plena y absoluta vigencia. Por lo tanto el peligro de muerte o el peligro de ser detenido estaba latente, en todo el territorio argentino en caso de poner por delante la legalidad la política, de las agrupaciones, de los militantes. Por lo tanto se fue resignando gradualmente la política Legal. El último intento serio por sostener una política Legal, fue  El Partido Auténtico.  Y el ejemplo electoral : Misiones en 1975. Pero este pase a la clandestinidad tendrá consecuencias que en lo político alejarán a los militantes del pueblo, (no obstante los peligros evidentes) y volcándolos en el mayor de los internismos y militarismo. Después vendrá el terror más absoluto. Estábamos así dando por finalizado a un proceso político de acumulación de fuerzas para el Movimiento Peronista, para el Movimiento Popular y la Nación, totalmente inédito. Inédito por su continuidad histórica, por su velocidad en que se construyó, por haber incorporado a sectores sociales a la militancia que no provenían solamente del pueblo trabajador, sino de la clase media y hasta alta, por el grado de compromiso y entrega alcanzado, por haber abarcado a la totalidad del territorio argentino, por tener una conciencia de lo latinoamericano, por incorporar a otras generaciones desde la juventud (recuérdese que adhirieron al proyecto de la Juventud Peronista los gobernadores de: Buenos Aires, Oscar Bidegain, de Córdoba Obregón Cano, de Mendoza Martínez Vaca, de Santa Cruz, Cépernic, de Salta, Ragone. Decenas de intendentes, diputados nacionales, concejales, ministros y secretarios de Estado, etc. Sindicalistas, o ex dirigentes como Andrés Framini quien sabemos no pudo asumir su cargo de gobernador de la Provincia de Buenos Aires), en muchísimos casos que habían participado del primer gobierno peronista o militado para ese proyecto nacional. Fue necesaria tanta brutalidad represiva para apagar semejante fuerza política, semejante intento.    

  1. La relación entre el terror instaurado por la dictadura y los métodos masivos de militancia “posibles”

    Las barbaridades más escalofriantes en materia de torturas, condiciones de vida en cautiverio, vejaciones, muertes… las desapariciones. Hoy en este 2007 cuando vemos la falta de militantes. La presencia más absoluta de mediocridad y falta de propuestas políticas hegemónicas que favorezcan la construcción del poder popular real, seguimos aceptando las dimensiones de la derrota padecida y por ende el alcance integral del triunfo del Proceso de Reorganización Nacional encabezado por Videla y Martínez de Hoz (por poner sólo las cúpulas). El triunfo en términos económicos al instalar el liberalismo la avanzada que Menem se ocuparía junto con Cavallo de consolidar.

  5.1.                 Las diferentes formas de resistencia

La legitimidad de la resistencia era absoluta y la ilegalidad de la militancia popular, de la Juventud Peronista, también. El costo de asumir la militancia resultaba extremadamente comprometido. No sólo personal, sino de amistades, familiares, conocidos y por supuesto: los compañeros de militancia. La inserción política de la OPM Montoneros en todo el territorio y todos los sectores sociales era muy grande. Se veía en la Cárcel, en el exilio, en las muertes de militantes y en los que quedaban vivos. Así como a partir del 16 de septiembre de 1955 la resistencia fue de todas las formas posibles, lo mismo ocurrió a partir del 24 de marzo de 1976. Existía una diferencia, ya no estaba Perón. La conducción del General desde el exilio, de un líder reconocido por los trabajadores y la mayoría del pueblo, no condecía con la representatividad política de Isabel Perón, ni de la OPM Montoneros y sus dirigentes máximos, ni de la Juventud Peronista parcialmente, de otros dirigentes políticos del Justicialismo o de la rama sindical. No existía un representante ni una organización política o sindical, capaz de  reemplazar la significación que otrora alcanzara el General Perón. Esto no era un dato menor, más allá de que se advirtiera o no por los militantes de la Juventud Peronista, de la conducción y militantes de la OPM Montoneros, del conjunto del Movimiento Peronista o del Movimiento Popular. Pese a todo, se realizaron formas de resistencia con cuotas muy altas de creatividad.  

5.1.1.                    La política de Derechos Humanos

La denuncia de las tremendas barbaridades que estaban desarrollándose en Argentina por parte de las fuerzas armadas, policiales y carcelarias con los capturados, detenidos o allanados. Se acertó con la elección de la política defensiva de Derechos Humanos, como denuncia y desgaste del gobierno militar y su socio económico: la oligarquía liberal aliada al extranjero. Esta política de DH, fue llevada a nivel Internacional y poniendo el epicentro en Europa, aunque también en América  por medio de los familiares de presos, desaparecidos, muertos y exiliados en nuestra Argentina. Los militantes de la Juventud Peronista y demás frentes de la OPM Montoneros, condujeron clara y efectivamente ese proceso de denuncias. Cabe destacar que por ejemplo El Partido Comunista, planteaba que resultaba falso tal política de denuncia. Y Fernando Nadra, concurrió a Francia y España (entre otros) a desmentir tales denuncias. Planteo que coincidía con aquello que sostenía el gobierno militar: “somos derechos y Humanos”. Más allá que el radicalismo tuvo su Amaya y Solari Irigoyen y algunos otros perseguidos, queda claro que por aquél planteo de Ricardo Balbín acuñando aquello de “la guerrilla industrial”, que resultó una categorización que sirvió “como anillo al dedo” para los objetivos de Golpe del 24 de Marzo, por  omisión o aportando las decenas de intendentes y funcionarios que la UCR, compartió con los militares parte del proceso militar. Lo mismo podemos decir del Desarrollismo de Rogelio Frigerio y del Diario Clarín. Que se postulaban permanentemente como alternativa a la política liberal de Martínez de Hoz  y al mismo tiempo apoyaban con títulos mentirosos “ASÍ SE DERROTA A LA SUBVERSIÓN” y ponían una foto por ejemplo de los diputados Zabala Rodríguez y Betanin (ambos de la Juventud Peronista) muertos en supuestos enfrentamientos con las “fuerzas del orden”. Cuando el realidad, habían sido secuestrados, torturados muertos (esa era la política alentada) y publicados en supuestos enfrentamientos.   Se imponía la política de Derechos Humanos. Era no ya la defensa de un proyecto Nacional y popular, sino de la vida misma. Los familiares se organizaron y dieron lugar a hechos tales como Las Madres de Plaza de Mayo (que tienen total vigencia en la actualidad), Las Abuelas de Plaza de Mayo, las diferentes comisiones de Derechos Humanos que defendían también a los presos. La movilización de denuncia que se hizo con la llegada en Septiembre de 1979 de la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos). La primer máscara grande que se corre durante el mismo proceso Militar. Junto con el consecuente peregrinar todos los jueves en la Plaza de Mayo, marcaron dos hitos en la movilización popular. Que fueron ganándose legalidad internacional y muy lento grado de legitimidad a nivel local. De todos modos la legitimidad de los familiares de desaparecidos, encarcelados, exiliados y muertos fue permanente. Como aquella legitimidad de los peronistas que en los 18 años de resistencia clamaban por una legalidad que el pueblo sabía que estaba de su lado. Por el simple hecho que en ambas situaciones, el poder en el gobierno era fruto de la proscripción, la violencia y la impunidad.  

5.1.2.                    La inventiva de los trabajadores : “El trabajo a desgano” Los boicot fabriles

Los trabajadores en las fábricas hicieron resistencia a partir de las Comisiones Internas. Se realizaron decenas de paros y demostraciones de protesta de los trabajadores en resguardo de sus conquistas. Una de las formas más novedosas fue “el trabajo a desgano”. Hacían el trabajo pero con tristeza. Con menos ímpetu. Medio “inconcientemente” pero en muchos lugares del gran Buenos Aires, La Plata, Córdoba y en varios lugares del país se producían y por supuesto no tenían “prensa». Existieron los boicot en fábricas, con bulones que rompían máquinas, con roturas de correas, con cortes de luz imprevistos, con la imaginación de los trabajadores.    

5.1.3.                    El 27 de Abril de 1979

Hasta que el 27 de Abril de 1979 se produce el primer paro a la Dictadura Militar. En esa práctica se forjaron también los dirigentes como Saúl Ubaldini. Un “perejil” que resultó con más vuelo propio que el mismo Lorenzo Miguel quien lo apadrinaba en el liderazgo de la CGT de la calle Brasil . Ya se practicaba la movilización a San Cayetano, para cada 8 de Agosto, para cada mes el día 8. Eran niveles de organización y sobre todo participación. La militancia empezaba a salir.  

5.1.4.                    La resistencia armada, emulando la primera resistencia peronista

En los años transcurridos desde marzo de 1976, con toda la más despiadada represión hubo una actividad de resistencia armada realizada fundamentalmente por la OPM M que ha sido ocultada y negada por factores concurrentes, pero que a no dudarlo cumplió un importante rol. Si lo desempeñaron los caños de la resistencia ¿por qué no durante el Proceso Militar de Videla, Viola, Galtieri y Martinez de Hoz ??? ¿Si fue válida (a los ojos del peronismo sindical y político histórico) la Resistencia de 1955 al marzo de 1973, por qué no debía ser válida esta otra al Proceso de Reorganización Nacional de Videla-Martínez de Hoz? Decíamos que por factores concurrentes: ¿Cuáles? En principio por la propaganda permanente del Proceso Militar que machacó y machacó hasta el cansancio con la subversión. El terror que sembraron en el pueblo y la desaparición, cárcel y muerte de los militantes populares. Las sirenas, los allanamientos constantes, los controles a coches, camiones y colectivos, las detenciones en cualquier lado y a cualquier hora, la muerte “casual” no sólo de jóvenes (qué “algo habrán hecho”), sino del Obispo de La Rioja Angelelli. Todo lo cual obviamente repercutió en el pueblo. Otro factor de importancia fueron las diferencias políticas existentes entre distintas líneas de la OPM M, que tomaron estado público. Y que llegaron a agudizarse de tal manera que no sólo hubo divisiones y separaciones, sino que llegaron a convertirse esas diferencias en antagónicas. Imperdonablemente convertidas en antagónicas. La elección de la práctica militar en lugar de la preservación de los cuadros. Perder de vista el carácter de Popular y Prolongado del enfrentamiento, lo que llevó a poner énfasis en el aparato. La presencia en el extranjero de buena parte de los militantes alejados de la práctica política de masas en Argentina (situación obligada por otro lado) hizo que se generara una experiencia que muy poco tenía que ver con los criterios de presencia en el pueblo que hicieron que la política que sustentaba la OPM M, continuara teniendo validez histórica. La práctica de masas como criterio de verdad no estaba en el extranjero. Los que estaban en Argentina, presos, clandestinos o “inactivos”, vivían en condiciones muy precarias (dependiendo donde les tocara estar). Todos estos elementos y algunos otros que se derivan de ellos, hicieron y hacen que se pierda objetividad al analizar la incidencia del accionar militar de la OPM M. en el transcurso de la resistencia popular al Proceso Militar. No se trata de justificar errores. No se trata de disculpar a unos y culpar a otros. No. Simplemente se trata de poner las cosas en su lugar. Como no se trató de justificar los errores de las decenas de muertes de la primera resistencia peronista, ni los fusilados de los fracasados levantamientos. Las contradicciones en el seno del gobierno Militar de Videla, Massera, Agosti, Viola, Galtieri….. los antagonismos entre fuerzas económicas, proyectos, dentro del mismo Proceso de Reorganización Nacional (teniendo este  en términos absolutos) no fueron fruto del pensamiento mágico, sino del TODAS las formas de resistencia. Incluida la militar ejercida básicamente por las OPM M. Se trata entonces de valorar objetivamente cada hecho parte de la resistencia y la intencionalidad política de los que “se iban del poder” (con una derrota parcial). Que no era otra que descalificar de la mayor y mejor manera posible a la fuerza política que ellos habían “destruido” con un costo interno muy alto, con métodos que no conocen parangón en la historia Argentina y que aún siguen pagando y seguramente seguirán. No se iban a retirar los militares dando elecciones y arrojando flores de colores. No . Y así lo hicieron. Crearon una política que acompañara su retirada. Crearon el demonio de la subversión. Pensamiento del “demonio subversivo” que existía en el pueblo Argentino, antes, durante y tras el gobierno de la dictadura militar. Después el Estatuto de Los Partidos Políticos. Suficiente como para preparar el aterrizaje de cualquier otra fuerza “domesticada” que no saque de “cuajo” la política Liberal instalada por Martínez de Hoz. Los “violentos”  no podían estar. Y ellos aceptaron ser parte de los dos demonios. Y amplios sectores de los defensores de los Derechos Humanos suscribieron a esta teoría de malos en los dos polos. ¿Cómo va a aceptarse entonces el rol de las organizaciones armadas, en especial de la OPM M? Nunca. Más allá de Galimberti, Quieto, Firmenich o la Contraofensiva. Faltan los periodistas que se formaron específicamente en este proceso de “democratización”: los Lanata, todos muy antiperonistas y anti OPM M. Todos muy librepensadores (Magdalena Ruiz Guiñazú) todos muy defensores de la libertad de Prensa. Liberales. Todos. Con un discurso político funcional a los objetivos centrales del proceso Militar y la Retirada, no sólo política y militar, sino económica. Dejaron bien atados los planteos económicos liberales, de la libertad de mercado.   La primera resistencia peronista es valorada y resaltada por todos los sectores, porque era anárquica, individual y sin pertenencia a ningún grupo en particular (en buena parte de los 18 años). O si pertenecía a un determinado grupo, cosa que en muchos casos ocurrió, al ser una práctica clandestina e inconexa  no tenía la legalidad de la difusión, no terminaba de transformarse el caño a tal represor en un hecho “capitalizable” políticamente en términos inmediatos.  Por lo tanto, salvo excepciones ningún sector del Movimiento Peronista en particular “capitalizaba” el accionar militar de la primera Resistencia. Hasta que se secuestró Aramburu, un enemigo clarísimo  del peronismo entonces: “no fueron los Montoneros, ni Firmenich, sino Onganía”. En cambio en esta Resistencia armada al Proceso Militar asesino y brutal, un grupo político en particular: OPM M, era el que capitalizaba y había que menguar DE TODAS MANERAS posibles que esto ocurra. Ya que llegaba correspondencia del extranjero, se recibían llamadas telefónicas a diarios, radios y entidades representativas donde se informaba del accionar (no obstante estar prohibido la difusión del “accionar subversivo”). La legitimidad  de la violencia estaba en 1955 y en 1976 validada hasta por la Constitución Nacional, claro que obviamente no era legal (Como  las violencias sustentadas por los gobiernos de facto tuvieron su propia “legalidad”). Su propia validación de la constitución con el funcionamiento de la “Justicia”.      

5.2.                 El 31 de Marzo de 1982

El 31 de Marzo de 1982, como continuidad de todas las distintas formas de resistencia del Movimiento Popular, con sus particularidades ocurre la guinda de la torta. Una movilización masiva hacia Plaza de Mayo que tuvo una represión muy grande. Que si  bien estuvo hegemonizada por los sectores de la CGT Brasil (Ubaldini y el liberado Lorenzo Miguel tuvieron su importante cuota de participación), cabe destacar que participaron sectores de izquierda, del radicalismo, de la Juventud Peronista, trabajadores sin encuadramiento político, etc. La represión masiva fue muy violenta, con gases, palos agua y ferocidad de parte de la policía y los servicios combinados. No obstante lo cualitativo de la situación quedó claramente demostrado. Este día se vieron plasmados no sólo los distintos métodos de resistencia fabril y laboral, sino que fue la continuidad del Rodrigazo de 1975, del 27 de abril de 1979, cada visita a la Iglesia de San Cayetano,  sino cada acción de resistencia del pueblo desde 1976 en adelante. Esto la dictadura en ese entonces encabezada por Galtieri, no lo podía permitir: y reprimió sin miramientos. Pero la militancia fue conciente de que se abría otra instancia, otra forma de resistencia y reclamo: el masivo y en la calle.  

5.3.                 Las Movilizaciones con Malvinas

Las movilizaciones en torno a Malvinas, fue el claro ejemplo del “aprendiz de Brujo”. Desató un sentimiento de Patria en el pueblo que para la Dictadura militar no estaba prevista. Un razonamiento similar hizo el diario La Nación – el representante más rotundamente consecuente de la historia Argentina en defender sus intereses privilegiados- : “No hay que dejarse arrullar por las masas” (refiriéndose las movilizaciones en torno a la recuperación de las Islas Malvinas). En el mismo diario La Nación y por la misma fecha, otra consecuente defensora del pensamiento liberal en Argentina, del elitismo reaccionario, Silvina Bullrich se lamentaba en un artículo de primera página en los primeros días de Abril de 1982, el hecho de estar enfrentándose con Gran Bretaña, “nuestros hermanos mayores”. Don Arturo Jauretche afirmaba que cuando uno tiene dudas, ¿ qué hacer?, debe comprar La Nación y ver qué opina sobre el tema en cuestión y luego adoptar exactamente la postura opuesta. Ahí estará seguramente la actitud más acertada que favorezca los intereses populares y nacionales. Las movilizaciones del pueblo argentino mayoritariamente, el apoyo bélico de los pueblos hermanos de Latinoamérica (fundamentalmente Perú y Cuba, aunque sabemos que hubo otras actitudes solidarias) aferraron a la dictadura conducida por Galtieri a Malvinas y a la profundización de la Guerra.  Estas son las fuerzas que se desataron y que los condujeron al fracaso. El no tener en cuenta que en materia de defensa de la soberanía, el asumir una postura anticolonialista, no es juego. Por el contrario es algo absolutamente serio y no hay “solidaridad anticolonialista” con el Colonialismo por excelencia en el Mundo: Inglaterra y Estados Unidos. Ratificando además en los hechos concretos (como se valoran las cosas y los gestos políticos) que el antiimperialismo y el anticolonialismo es cosa seria. Por algo la dictadura de Galtieri, recibió el apoyo para la recuperación del pueblo, la OPM M, Perú y Cuba por ejemplo y el desplante total y hasta el hundimiento del Crucero General Belgrano de Estados Unidos y de Inglaterra. Resulta impensable que una dictadura cuya columna vertebral era su política económica liberal, ligada al extranjero esencialmente, pueda enfrentar a las 2 potencias mundiales, colonialistas e imperialistas por excelencia. Resultaba un contrasentido que sólo pudo el pueblo con su movilización y adhesión a la reivindicación histórica, evitó que Galtieri realice (al mejor estilo Pentreli) un «toco y me voy» con Malvinas. Lo «pegó» a Malvinas la movilización, el balcón, las fuerzas militares desplegadas, la soberbia armada de los militares…. Todas las formas de movilización se reflotaron a partir del 2 de Abril de 1982. No sólo se movilizó el pueblo argentino a la Plaza de Mayo, en varias ocasiones, sino que utilizó una variedad. El pueblo empezó a salir del caparazón. Caparazón que ya habían roto en la movilización previa a la recuperación de Malvinas. La militancia fue lenta pero inexorablemente adaptándose a las nuevas formas de legalidad. Encontró una pizca de legalidad y la aprovechó. El pueblo consciente o inconscientemente actuó de hecho cumpliendo idéntica actitud. Era “legal” pedir por Malvinas donando alimentos, ropa, frazadas, joyas, ofreciéndose como voluntario, los mismos presos políticos en la Cárcel de Rawson enviando cartas al Ministerio del Interior postulándose para donar sangre en caso de necesidad, ante la mirada atónita de los carceleros. Los programas de TV, radio juntando elementos para enviar  a “los soldaditos de Malvinas”. Con la más descarada estafa y despojo. Todas manifestaciones (no obstante los grados de ingenuidad) de reconquista de legalidad a través de estas movilizaciones, como las que se hicieron en la Plaza de Mayo y en tantas otras del territorio nacional.    

5.4.                 Las Movilizaciones de las postrimerías de  Malvinas

Hasta  que “el triunfo indudable” ante los ingleses quedó desenmascarado como una mentira.  Entonces luego de pasar por el mayor desengaño, la peor desazón, manifestar la bronca no era ya sólo eso, sino que forzó y conquistó la legitimidad y la legalidad en esas movilizaciones fundamentalmente a la Plaza de Mayo, pidiendo que se vayan los militares valientes ante el pueblo y cobardes ante el enemigo. Cayó la careta del triunfo. Se supo en la medida que regresaban los prisioneros a territorio argentino desde los barcos ingleses, que habían pasado hambre, frío, maltrato, engaños… Que no llegaron a sus manos toda esa montaña de donaciones populares. Esta derrota de Malvinas de los “aprendices de brujo”, era otro hito en la larga marcha del pueblo argentino. Algunos periodistas, abogados y opinólogos, dijeron que el inmediato camino abierto a la democracia había sido por un error militar de Malvinas. Simplificaron la visión. Como si no estuviera todo relacionado. Como si no hubieran existido diversas formas de resistencia del pueblo previo a Malvinas. Como si el abandono del poder de una dictadura militar  fuera una decisión emanada de fuerzas celestiales y no de correlaciones internas y externas a su propia fuerza. Correlaciones de fuerzas que se modificaron. En un acto el 24 de Marzo de 2007 en Las Toninas, en el Partido de la Costa, un ex combatiente de apellido Alvarez, defendió enfervorizadamente a los marinos de la base Naval de Mar del Plata que  habían terminado invictos la guerra de Malvinas, ya que tenían a cargo la pista de Puerto Argentino y ésta nunca cayó. Como si dicha pista estuviera fuera del teatro de operaciones y como si no hubieran tenido que deponer las armas igual que todos los soldados argentinos. Es decir existe una tendencia obcecada de parte de las fuerzas armadas, que si no se autocritican a fondo la derrota, es muy probable que vuelvan a tropezar con la misma piedra.    

  1. Las resistencias

Así como  la primera resistencia peronista tuvo (como sabemos) 18 años de múltiples pequeños combates, de distinto tipo, carácter y en disímiles escenarios, algo similar ocurrió durante el proceso militar. Con diferencias en tiempo y espacio. En aquella primera se venía de un gobierno parcialmente exitoso. Con insuficiencia política en la propuesta social. La clase media que se había consolidado y fortalecido durante 1946 a 1955, que había aumentado su solvencia en todas sus manifestaciones, no reconoció como clase en sí, al gobierno del General Perón. Si en cambio los trabajadores y los humildes. La sociedad argentina se fraccionó. Quedando así Perón con aquellos y la oligarquía, la reacción (aún hoy con muchísimo poder económico y con los principales medios de difusión) con la clase media (como clase) de la mano de la Iglesia Católica que le dio coacción. Les dio cuerpo. Transformó los sectores medios en poder contra el gobierno de Perón. El general Perón seguramente tenía la mayoría del pueblo, pero no todo. La clase media fue “la idiota útil” de aquél proceso de Septiembre de 1955. En esta resistencia, 1976-1983, también. Esta vez no con la homogeneidad como clase que tuvo en 1955, tenía un corte transversal aunque mayoritariamente apoyó el golpe de Videla – Martínez de Hoz. La Juventud tuvo muchos componentes de clase media. El grado de antagonismo llegó a tal punto dentro del Movimiento Peronista (Juventud Peronista de la OPM M y Vandorismo, y burocracia sindical en general y partidocracia del PJ) y con las fuerzas policiales y militares a partir de establecer el enfrentamiento militar más agudo a partir de las 3A, del pase “a la clandestinidad” de todos los frentes políticos de masas (JP, JTP, UES, JUP, etc.). Toda esta violencia, que generó una gran inestabilidad y caos  social, inseguridad, ahuyentó a la clase media y por ende fue cooptada por el Proceso Militar. Otra vez se perdió a los sectores medios. La otra diferencia importante de la primera resistencia con la de 1976 a 1983 fue la no existencia del General Perón. En la primera resistencia, para el pueblo Perón existía (más allá de los dirigentes – Vandor, Alonso, Matera, William Coocke, etc.). Perón podía estar en la cañonera Paraguaya, en Carácas o en Madrid, pero estaba. Podía tener nula presencia en los medios periodísticos, o peor aún su presencia, su nombre, su recuerdo en ellos era para calumniarlo o denostarlo, pero estaba. Esto era así para el pueblo. Es decir era Perón el que por distintos indicios señaló al pueblo que debía votarse a Frondizi, a la fórmula Framini-Anglada o no votar a Illia (que ganó con el peronismo proscrito y con ese escaso 23% del padrón electoral). Fue Perón el que supo esperar, decidió enviar a Coocke, a Paladino, a Isabel, a Cámpora representándolo en diferentes circunstancias. Fue Perón quién creó los distintos frentes: La Hora de los Pueblos, el Frecilina, el Frejuli, etc. Sirviendo para otras tantas situaciones donde se agrupaba a sectores populares para enfrentar a (en general) gobiernos militares. Todo hasta llegar al triunfo del 11 de Marzo de 1973. Podemos concluir sin temor a equivocarnos, que pese a que Perón le dio representatividad a diferentes delegados personales (los “ungió” con el poder de Perón), que permitió que Frondizi ganara una elección, que dirigentes sindicales se creyeran superiores a él (el famoso lema creado por Vandor y el vandorismo: “para salvar a Perón hay que estar contra Perón”) ninguna de estas variantes alcanzó a reemplazar su liderazgo. Por lo tanto Perón fue el Líder del pueblo durante esos 18 años de ausencia del gobierno. Fue su conductor. Pese a lo cual no pudo lograr acumular el suficiente poder, unificado y direccionado como para regresar antes de junio de 1973. En cambio entre 1976 y 1983, no existía Perón y tampoco algún hombre o mujer ni organización política, sindical, juvenil, etc., que sea capaz de ser considerado líder del pueblo argentino y que por lo tanto expresara el sentimiento y los anhelos conculcados. Esta no es una diferencia menor. Todo lo contrario. Otrora los jóvenes tuvimos la legitimidad de resistir que nos daba Perón. A partir de ello aportábamos junto al pueblo en los barrios, las fábricas, las universidades, las escuelas, generando políticas reivindicativas de las necesidades populares y propuestas políticas que implicaran el regreso de Perón  que lo coronamos con una consigna: Luche y Vuelve. Nosotros crecimos bajo el paraguas de Perón y aportamos nuestra creatividad y contemplamos no sólo las necesidades populares, sino que fuimos la mejor expresión de los cambios que fueron ocurriendo en Argentina en términos económicos, sociales, educativos, culturales, políticos. Fruto de la relación que teníamos con el pueblo en los distintos frentes de masas. En esta segunda resistencia debíamos basarnos en valores peronistas y populares, que tanto los burócratas vandoristas y de la partidocracia del PJ, los partidos “amigos” de la dictadura como la dictadura militar misma denostaban con los mismos calificativos: “zurdos”, “infiltrados”, “marxistas”, “terroristas”, etc. Debíamos nosotros crear el marco de contención de TODO el campo Nacional y popular. No éramos parte de una política generada por un Líder. El líder no estaba más y ni la JP, ni la OPM M, ni ninguno de sus miembros, ni ninguna persona del campo popular y nacional tenía tal nivel de representatividad. Y mucho menos era la conducción, en el marco de ese concepto que implica el «ida y vuelta» entre el conductor y las masas. En este marco se hizo la segunda resistencia, si comparamos las dos resistencias peronistas.      

  1. El condicionamiento político dejado por la Dictadura a los partidos políticos

La dictadura militar se retiraba, lo decidió inexorablemente a partir de la derrota de Malvinas. Pero si bien las contradicciones internas dentro de sus propias fuerzas (políticas, económicas y militares), no les permitía seguir gobernando, eso no implicaba que no tuvieran homogeneidad respecto a la “subversión”, a mantener los cambios producidos en la política económica liberal implantada, en dar elecciones pero imponiendo la mayor cantidad de condiciones políticas posibles, a retirarse fijando pautas, condicionamientos. Sobre todo porque el Movimiento Popular y Nacional, acababa de sufrir una de las derrotas más grandes de la historia Argentina y padecer las atrocidades mayores. Y precisamente en este aspecto se preocupó de acelerar los pasos para establecer un Estatuto de los Partidos Políticos que le permitiera seguir excluyendo a los subversivos y que no se reorganizaran a partir del proceso democrático. Así establecieron mecanismos que llevaron a las elecciones internas dentro de los partidos. En tiempo y forma, con condicionamientos que tendían a profundizar las diferencias dentro del Movimiento Peronista. Muy astutamente conociendo de las diferencias dentro del PJ, con la diversidad de líneas existentes, las diferencias ideológicas; las aspiraciones y confrontaciones dentro del sindicalismo, con la fuerte presencia del vandorismo a través de Lorenzo Miguel y las demás líneas del gremialismo, ya garantizaban contradicciones. Había que encasillar en un Partido, al Movimiento Peronista, con reglas fijadas por la dictadura. Y antes de retirarse. Por lo tanto ésta, se encontraba en retroceso franco en ciertas políticas, no en todas. Además, venía de un claro triunfo militar ante la resistencia «subversiva».      

7.1.                 La Partidocracia: surgimiento de la Legalidad por encima de la Legitimidad de las propuestas políticas de masas.

El Partido Justicialista era “la legalidad” por donde canalizar las propuestas de masas. Ese partido y todos los que quisieran presentarse a elecciones debían pasar por un proceso de elecciones internas. Aquí está el meollo de la degradación de la política en Argentina. Esta “legalidad” establecida por la dictadura, acompañando a la política económica liberal que se mantenía incólume, eran la clave para la continuidad del modelo liberal impuesto a sangre y fuego. Con las elecciones internas, y la domesticación del peronismo, relegado a la condición de partido político “civilizado”, permitió que se generara también un prototipo de militante acorde a la nueva situación. Apareció la obsesión por la legalidad y por el puesto político en alguna de las instancias del Estado (nacional, provincial o municipal y del área ejecutiva o legislativa). De la mano de esta postura y como consecuencia directa de ello, el alejamiento de las necesidades populares y de la organización popular como fuente de todo poder político. Algunos militantes bien intencionados en su inmensa mayoría fueron defeccionando progresivamente ante las prerrogativas que brinda el poder. Salvo excepciones muy destacadas y destacables de compañeros militantes, la inmensa mayoría fue perdiendo los principios, la lógica, la ideología de la militancia de la JP y transformándose en la nueva clase de políticos que se autodenominaban: operadores políticos. Dejaron de ser militantes del proyecto nacional y popular y pasaron a ser operadores políticos de: diputados, senadores, intendentes, ministros, funcionarios públicos, etc. Mutando de concepción política de acuerdo del “funcionario” que se trate y la ideología que el mismo profesara.  

7.1.1.                    Opciones que intentaron rescatar la legitimidad de la mano con la legalidad: Intransigencia y Movilización; el Peronismo Renovador y El Frente Grande

7.1.1.1.                      Intransigencia y Movilización

Cumplió un rol en el intento de reagrupamiento de la militancia tras la Dictadura Militar. Con dispar resultado en las diferentes provincias argentinas. Se mezcló mucho la “verticalidad” de la política a implementar, de las estructuras organizativas, alianzas y concepciones de otrora, con los métodos “permitidos” de hacer política heredados del Proceso Militar. No se tuvo una propuesta política capaz de interpretar la nueva realidad política, el fenómeno alfonsinista y la relación con la partidocracia del Partido Justicialista. Fue importante el aporte que realizó en los intentos de reagrupar la militancia de todo el país, sumamente dispersa y descreída, con una sensación de derrota muy grande.

7.1.1.2.                      El Peronismo Renovador

Esa Intransigencia y Movilización fue uno de los sectores que interpretó la derrota estratégica electoral de Octubre de 1983 del Peronismo frente al avasallador avance del alfonsinismo. El Peronismo Renovador nacido en la Provincia de Buenos Aires, enfrentando a la máxima expresión de la derrota Peronismo: Herminio Iglesias ( con la imagen de la quema del Cajón Radical estando al lado de Italo Luder, el candidato peronista, que permanecía impávido). Herminio se había quedado con la estructura del PJ de la Provincia, usando todos los métodos de la partidocracia y de la burocracia sindical peronista. El Peronismo Renovador fue por afuera de esa estructura burocratizada y logró imponerse en la elección general “al Herminio”. No obstante ya haberse pasado o comenzarse a pasar a partir de este triunfo, los otrora herministas al campo de los renovadores. Fue una experiencia que incubó otra frustración para el campo popular, ya que triunfaron, hegemonizaron los sectores burócratas las estructuras. Menem años después, genera otro desencanto en cientos de militantes que se sumaron a él para enfrentar al “Renovador” Antonio Cafiero en las elecciones internas y que condujeron el proceso a la más alta traición que sufriera el pueblo argentino: el menemato.

7.1.1.3.           El Frente Grande

Siguiendo con los intentos de reagrupar a los sectores populares, a la militancia y como continuidad de los dos sectores antes mencionados (Intransigencia y los Renovadores), surge como alternativa al menemismo catalizador de militantes (que conocieron el precio de su “ideología” con un puesto o unos cientos o miles de dólares), el Frente Grande. Contuvo compañeros con una vasta trayectoria, no obstante haber estado este sector liderado por Chacho Álvarez quién demostró palmariamente que carece de una política de poder organizacional que no sea la personal. Tanto es así que queda reflejado en las alianzas internas en el Frente Grande que realizó ( Graciela Fernández Meijide, es el ejemplo más elocuente), la lógica de relaciones que tejió entre los compañeros, aunque esto no es achacable solamente a Chacho Álvarez y la ALIANZA con De La Rúa que lo terminó convirtiendo en el vicepresidente de la Nación. En todo el país se gestó el Frente Grande, en general con compañeros muy honestos que quedaron absolutamente aferrados a su honestidad y aislados, desahuciados, ante la renuncia de Chacho Álvarez a la Vicepresidencia de la Nación. Otro fracaso para los militantes populares que siguieron esta opción, por insuficiente, tibia, incorrecta y frustrante.      

7.1.2.                    El Partido como encasillamiento y domesticación de las formas de hacer política. Limitar la política al Partido Político.

Es sabido que los partidos políticos cumplen la función de representar intereses de la comunidad. Intereses económicos, sociales, culturales, educativos, ecológicos, medioambientales, etc. Eso en los papeles. También resulta conocido que la representatividad política tiene que ver con la forma y el contenido que dichos partidos logran o intentan lograr ser elegidos por una determinada cantidad de miembros del pueblo. En síntesis tiene absoluta validez aquello de qué el partido político tiene razón de ser si es representativo. Si esa representación es la del pueblo. Pero también es sabido que no sólo se logra la representatividad a través de un determinado partido político. En un mundo hiper comunicado, globalizado, en una Argentina que no escapa a esto, es mucho más complejo el problema de la representatividad que el encasillamiento en un mero partido político x. En Argentina, por características del poder económico dominante liberal además debemos tener un concepto de representatividad mucho más amplio. Debemos definir a quienes pretendemos representar, con qué política económica sustentada, defendida. Es decir que la representatividad está absolutamente ligada al contenido de la propuesta política. El a quién representar y con qué propósito. La representatividad es lo que legitima la práctica política. Esto sucede en cualquier proceso y sin duda en un proceso que pretende ser revolucionario. El no limitar la política al Partido Político, está relacionado con la construcción de espacios de poder. Acumular poder popular legítimo. Tenemos que pregonar, que alentar permanentemente esto entre los militantes, con los frentes de masas en que realizamos la práctica política, que las instancias organizativas son múltiples. Instancias organizativas múltiples donde predomine la amplitud y la propuesta política. Por lo tanto la política no debe quedar atada a un partido político, “al partido”, sino a las formas de construir poder popular que surjan de la mano de cubrir las necesidades. La necesidad de pasar por el consenso antes de la representatividad política. Debemos preocuparnos por obtener aquél consenso para validar la representatividad. Acá comienza a verse la punta de las propuestas que deben concretarse para llegar al consenso y la posterior representatividad política.  

7.1.3.                    La ligazón de “la política” al “puesto político” Aparición del “operador político”

La política y el puesto político se han hermanado, se han soldado, se ven como algo indisoluble. El “que se vayan todos” de diciembre de 2001, fue la respuesta alternativa y diferenciada a esta realidad dada. El “puesto político” por el puesto en sí, alejado de cualquier proyecto y con cualquier proyecto es algo absolutamente visible. Tenemos una vieja militante de la JP de M, Patricia Bullrich que entendemos que ha batido todos los record en tour por Partidos, Movimientos, Alianzas. Lo más grave es que luego de estar con JP de Montoneros, pasó por el ARI, López Murphy, Cavallo, UCD, Tellerman, ahora volvió con Lilita Carrió y su derechizada postura, es decir con expresiones políticas que hasta resultaban antagónicas unas con otras. Todas defendiendo proyectos absolutamente diferentes desde el punto de vista ideológico. Pero que a “ella” como “dirigente política”, le otorgaba (supuestamente) esa alianza, un puesto. En tanto, operador político es un militante que trabaja para que la persona que le dio un “puesto político” logre sus objetivos políticos (ser diputado provincial, intendente, diputado nacional, senador, ministro, etc.). Más allá del proyecto político (o mejor dicho SIN proyecto político o limitando ese “proyecto” a llegar a tal puesto), del partido político, de la ideología. Puede ser catalogado sin lugar a dudas como un mercenario de la política. Por lo tanto su accionar está totalmente disociado de las necesidades populares, de sus expectativas. El “opera para …” ó bien “opera para que…” Lógica y obviamente no tiene un lugar donde acumular el poder. No sirve a otro interés que el de su empleador. Le es “fiel”. “Leal”. Con ese nuevo concepto de “Lealtad” que sostienen los politiqueros ante sus empleados políticos. Se pueden ver en diferentes lugares pintadas inmensas : “Lealtad a Meckievich” ó “Lealtad a Tati”. Para el que lee esa pintada (porque no podemos decirle consigna), se preguntará ¿por qué? ¿qué implicancias tiene esa Lealtad? ¿Encarna algún proyecto ese tal Meckievich o Tati? Esa “Lealtad” tiene la implicancia de estar diciéndole al que les paga: te estamos apoyando y pedir a los que ese personaje de la pintada ha hecho algún “favor político” que lo sigan votando ( y ya estamos hablando de clientelismo político). Se ha llegado a bastardear tanto el “hacer política”, que hasta los que realizan pintadas cobran por hacerlo y llegan a firmar sus paredones, como si fuera una obra de arte (con el fin propagandístico de darse corte o referenciarse ante futuros “clientes”). Tanto el “puesto político”, como el “operador político” cumplen con su carácter de legales. No les pidamos representatividad, consenso, proyecto político, porque no lo encontraremos. Tampoco le pidamos coherencia política o ideológica. Las normas de la política se han tornado como el juego de la perinola: El que gana cobra todo. Recibe adhesiones hasta ayer impensadas. Con el riesgo consabido que así como defeccionó de un lugar porque perder, también puede defeccionar en este lugar ahora “triunfador”. Esta es la norma y la regla. Pareciera hasta innecesario aclarar que con esto no se construye poder popular ni representatividad.  

7.1.4.                    El “Clientelismo”. El Asistencialismo

Tanto un aspecto como el otro cuentan con la dependencia del pueblo. Saben los politiqueros que el pueblo que recibe ayuda cumple con la promesa de votarlos. Además esa “Lealtad” tiene su origen en la falta de trabajo genuino y sustentable y en la creencia que si pierde el que les dio algo, no van a recibir más.  Se produce una dependencia inocultable entre el que produce asistencialismo y el asistido. El Clientelismo político tiene raigambres históricas de la década infame (1930-1940), cuando el conservadorismo y el radicalismo alvearista utilizaban métodos similares, que se expresaban con el: “Ud. Ya votó”, el fraude con las libretas y el fraude electoral. Existe en todo el país el Clientelismo y es hijo directo de los estallidos sociales, tanto de los momentos previos a la caída de Alfonsín, como con la caída de de la Rúa.  Más profundamente hablando es consecuencia de las políticas liberales desarrolladas desde el 2 de abril de 1976 con Martínez de Hoz, y las implementadas salvajemente durante la Presidencia de Menem. Claramente se produjo en el estallido social de 1989, ese que tuvo sus puntos más altos en Rosario y en zona de Campo de Mayo en el Norte del Gran Buenos Aires, General Sarmiento de entonces. Con este estallido social, vinieron las necesidades más elementales por saciar de los humildes sin el mínimo de sustento alimenticio. La ayuda del Estado. Y………. El clientelismo político. El asistencialismo. Los que implementaron ese clientelismo, el asistencialismo, fueron los punteros políticos. Los operadores políticos. No importaba si eran del PJ, del sindicalismo, de la UCR, del PC o de JP. Todos estaban en la misma metodología (y en buena medida siguen usandola), no por una cuestión de filantropía o por construir un poder popular alternativo al ofrecido hasta entonces por la partidocracia reinante. No, porque era la opción de práctica política dominante, con el fin de : “ganar una interna”, “que permita meter un concejal o un diputado provincial” y ni hablar de meter uno a nivel de Nación. En ese marco,  quedaba mucho espacio para que llegara Menem. Era la consecuencia, hasta lógica. Era la concepción militante imprescindible para que se implementara la ideología y la política menemista. La que trajo el asistencialismo como expresión prácticamente única. Esta forma que adquirió la militancia, era un requisito transformado como imprescindible para “hacer política”. El no tener “qué” ofrecer a los sectores famélicos de nuestro pueblo convertía en estéril la pretensión de llegar al pueblo con su prédica. Había triunfado y perduraría por años el clientelismo político y el asistencialismo. Un militante chaqueño de la zona del impenetrable, concurría habitualmente a realizar todo tipo de actividad política con las comunidades tobas y mocovíes. Los ayudaba a cultivar, les compraba la mercadería que necesitaban, los asesoraba en cuestiones de papeles a los caciques y jefes, era muy reconocido en la comunidad. Cuando llegaba la época de las elecciones no votaban a este compañero. Su hermano les preguntó a los tobas y su comunidad, ¿por qué votaban a otro que no hacía nada por ellos? Le respondieron que porque le traían “la propuesta”. Fue urgente a ver a su hermano y a recriminarle como podía ser que no tuviera propuestas, por lo que fueron juntos a ver a los caciques y jefes. Si, vos nos ayudas a leer, a hacer los contratos, nos asesorás para comprar, pero no nos traes “la propuesta”, ¿Cómo y todo lo que hacemos juntos y conversamos y leemos no la entienden como propuesta?? No el otro candidato nos trae Azúcar, Vino, porotos, Grasa, Chocolate, nos trae “propuestas”. Con lo que el clientelismo y el asistencialismo, tiene también un ida y vuelta: el que otorga y el que recibe. Quitar paulatinamente estas dos sortijas que  van juntas seguramente costará mucha inventiva, creatividad, paciencia y constancia. Y TIEMPO….  

  1. La situación de la militancia a partir de la destrucción del aparato productivo luego de la política liberal implementada desde el 2 de abril de 1976 hasta que el 19 y 20 de diciembre de 2001     EXPLOTÓ!!!!!!!!!!!!!!!!

  La militancia de un pueblo, de los pueblos, va variando acorde a los intereses económicos, sociales, culturales y políticos que los hayan movilizado. No es por “decreto” que se logra esta militancia y tampoco atendiendo intereses que no sean los concretos que vive la comunidad dada, nuestro país o el país de nuestra América de que estemos hablando. Asimismo dependiendo del desarrollo de las fuerzas productivas. La militancia del primer gobierno peronista, con una clase trabajadora que participaba en un 50% de la renta nacional, con las necesidades básicas cubiertas, es diferente a la militancia de Sitrac-Sitram cordobés, el mismo Cordobazo, Rodrigazo o el conflicto de 1975 de Villa Constitución. La reivindicación esencial pos Estallido Social de Diciembre de 2001, está absolutamente relacionada a tener trabajo estable. A partir de 2005, comenzaron a producirse de manera creciente los conflictos de trabajadores pidiendo mejoras salariales. Es evidente que las condiciones económicas vienen modificándose. Durante el menemato, hubo escasa cantidad de conflictos sindicales. Por aquello de Menem de “Ramal que para ramal que cierra” y por la complicidad de la dirigencia sindical con el proyecto liberal menemista. La CTA, ATE y docentes fueron los que movilizaron al pueblo casi con exclusividad. Empezaron a surgir los esbozos de piquetes. Aquí estaba la militancia legítima. Pero ni CTA tuvo una política de acumulación de Poder, ya que no fueron capaces de transformar su capacidad de movilización y resistencia en poder político. Optaron (en los hechos) por adoptar posturas sindicales en lugar de políticas. El gremialismo a arriesgarse y dar el salto político constituyendo, fortaleciendo, propiciando, un movimiento político donde se acumule el poder. En tanto los piqueteros fueron insuficientes en sus intentos por lograr  hilvanar los diferentes conflictos y piquetes de todo el país, en una fuerza política. En poder popular. Quizás porque muchos de ellos estuvieron conducidos por CCC, por el trotskismo, por la izquierda con poco peso político o porque primó lo reivindicativo inmediato antes que la construcción de poder político. O porque eran actitudes aisladas y parciales, que en muchos casos obedecía a reivindicaciones concretas. Cabe agregar que el proceso iniciado el 25 de Mayo de 2003, que no reprimió una sola movilización piquetera y sin embargo generó cooperativas de trabajo y actividades que generaban ingresos genuinos a los (en general) desocupados, cumplió un rol muy importante. Que junto al mejoramiento gradual de la situación económica gravísima, fueron quitando razón de ser a las movilizaciones piqueteras.        

8.1.                 Reconstrucción del Aparato Productivo como elemento central de la militancia.

La recuperación del poder de negociación que otrora tuvo el pueblo argentino es una de las temáticas centrales que los compañeros militantes debemos encarar prioritariamente. Discutir en un marco de respeto. Sabemos que los cambios sociales de fondo, las revoluciones, se hacen detrás de banderas económicas, sociales, culturales y políticas. El proceso inconcluso iniciado por el Gral. Perón en 1943 es un ejemplo elocuente, concitando detrás suyo a los trabajadores. No es lo mismo, no tienen el mismo peso específico una movilización de desocupados pidiendo trabajo, que los obreros y empleados telefónicos solicitando un aumento de salarios, ni los trabajadores de SMATA, metalúrgicos o del transporte. No. Los de CARBAP (Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa) son 35.000 (treinta y cinco mil) productores rurales. Esos son todos y 35.000 piqueteros desocupados se han juntado en la plaza de Mayo decenas de veces y muchos más, pero estos 35.000 de CARBAP que pararon por 10 días pidiendo ganar más dañaron la economía del país. Los desocupados transformados en fuerza de trabajo tienen un valor cualitativo capaz de transformar la realidad. La organización popular detrás de la producción, el empleo, el trabajo es ESENCIAL. A lo largo y ancho de nuestro país debemos poner toda nuestra capacidad para que se genere trabajo. Nosotros somos los que tenemos que argumentar cuáles son las consecuencias del desempleo, cuestión que no resultará difícil. Si somos capaces de conseguir trabajo genuino, habremos empezado a resolver el problema de la representatividad política, de la LEGITIMIZACIÓN  de nuestra práctica y ante todo estaremos aportando a la acumulación efectiva y real de poder de nuestro pueblo. No dejar de lado la disputa de espacios de poder político institucional (legislativo o ejecutivo, nacional, provincial o municipal), pero conjugar la legitimidad política con la legalidad y con el contenido que venimos fundamentando.    

8.2.                 Recuperar la confianza: En el compañero y en el dirigente

Una de las consecuencias que más minaron la organización popular, fue la pérdida de confianza. ¿En qué? En todo lo que no fuera “mi propia capacidad”¸”mi certeza”, “mi honestidad”, el otro. Después de todo lo que venimos diciendo, es casi un silogismo arribar a la falta de confianza, entre compañeros, en el dirigente, en la organización que militamos. Esta recuperación debe ser práctica. Primero que los dirigentes vivan sin hacer ostentación de vida lujosa, porque no es pertinente que el militante raso viva con escasísimos recursos y el dirigente con un ingreso 10 o 15 veces superior. Tener prácticas que sean ejemplos de solidaridad. En la cárcel se implementaba el economato, todos teníamos la posibilidad de consumir lo mismo. Sin caer en prácticas “franciscanas»,  si llevar adelante una práctica solidaria. Existen organizaciones solidarias como las Mutuales, que permiten practicar la ayuda mutua, existen desde mucho tiempo atrás en nuestro país. Esta es una forma posible, donde no sólo estamos recuperando la confianza en el compañero, sino que fortalecemos una organización popular, que a su vez viene a cubrir una o más necesidades que existen en nuestro pueblo, en nuestra comunidad.    

  1. Definir la fuerza propia, el pueblo, la Nación, el aliado (sus distintos tipos), el contrincante y el enemigo del pueblo y la nación Argentina

9.1                    La fuerza propia.

Se torna imprescindible para cualquier grupo de personas que piensan contribuir al  bien de la comunidad en que viven, establecer con claridad cuales son las fuerzas que están presentes en el escenario de la disputa política. Por empezar debe tenerse perfectamente aclarado cuál es la fuerza propia, lo que genéricamente definimos como: COMPAÑERO. El compañero es el núcleo de nuestra fuerza, es aquél con el cual definimos las cuestiones estratégicas en cuanto a objetivos, las etapas para lograrlo, las distintas tácticas que pensamos debe emplearse, establecemos las pautas y momentos de las alianzas. Asimismo establecemos los métodos que usaremos para logar los propósitos enunciados. Es con los compañeros que definimos las formas organizativas acordes a lo que acabamos de definir como objetivos políticos e ideológicos. Decidimos a quién o quienes adherimos en términos políticos. En definitiva la fuerza propia es medular en la construcción política, aunque no los únicos. Por el contrario, debe relacionarse “fuera del cascarón” en forma imprescindible para obtener la representatividad política que será el vehículo de los cambios buscados.

9.2                    El pueblo debe ser tenido en cuenta como el elemento a interpretar, conocer, acompañar, recibir su consenso y esperar ser sus representantes El pueblo es TODO para un revolucionario. Es la harina para el panadero. Los pueblos en general y el nuestro porque nos toca, tienen la sabiduría y reciben la influencia de todas las fuerzas económicas, políticas y culturales que se lo disputan para que lo voten o compren su producto “del mercado” establecido a sangre y fuego como venimos viendo y conocemos perfectamente. El pueblo es la columna vertebral del Movimiento Popular. El pueblo es distinto a “la gente” que nos han impuesto desde el golpe de Marzo de 1976 y que todos los gobiernos democráticos desde 1983, han aceptado como una categoría social. “La gente” es una generalidad que tiene que ver por ejemplo con valoraciones que se relacionan por ejemplo con el frío, el calor, el idioma, las provincias, un lugar, “el mercado”. Es decir categorizaciones poco específicas que no necesariamente tiene que ver con sectores afectados o beneficiados con una determinada política económica, salarios insuficientes, carecer de obra social, de vacaciones o de educación o alimentación apropiada. La gente tiene frío, la gente sufre el calor, a la gente nacida en Azul se les denomina azuleños. Estas valoraciones de “gente” son aceptables. Por eso el pueblo, que para nuestra historia argentina, ha sido el dueño de las grandes gestas nacionales y populares, debe ser recuperado en su más amplio sentido. Fue ex profeso que se reemplazó durante el Proceso Militar el término Pueblo, por uno mucho más “liviano”, “rosa” : Gente. El alfonsinismo, el menemismo y el delaruismo, se ocuparon de mantenerlo y hoy día los periodistas que sirven al poder económico concentrado, se ocupan de recalcarlo cotidianamente por TV, radio, Internet, la prensa escrita. La gente, está más ligada al consumo (de hecho las elecciones ganadas por Macri en Capital Federal, son un clarísimo ejemplo de esto) a un producto y no a una categoría socio económica y política como es el Pueblo. Pueblo al que debemos tener como principal dirección de nuestras políticas y representaciones.

9.3.                    La Nación.

Es indudable que vivimos bajo el dominio del poder económico extranjero, hoy tan mezclado, entrecruzado, que no es apropiado hablar solamente de EE.UU..  Baste mirar la composición de las 200 Empresas que más facturan en nuestro país para ratificar lo antedicho (más de dos tercios de las mismas son extranjeras). Incluir dentro de uno de los círculos de nuestra política a los sectores nacionales de la mediana burguesía del campo y de la ciudad, agrario, agropecuario, del Comercio, la industria y los servicios, es un desafío. Históricamente son disputados por los sectores concentrados de la economía y que están aliados con el sector el poder económico internacional, o directamente los gerentes de las subsidiarias extranjeras, asiduos visitantes de la Embajada de Estados Unidos. Realizar un acuerdo, una alianza estratégica con los sectores nacionales es un desafío, un desafío que no podemos soslayar como menor. Por el contrario, si es importante la fuerza propia, si ésta necesita como el agua para el pez al pueblo, es básico para la estabilidad y la continuidad de cualquier proyecto nacional contar precisamente con los sectores nacionales. Nos va a resultar muy complicado, pero debemos tenerlo incorporado como una necesidad sustancial. Todos aquellos perjudicados por la política de expansión del interés extranjero deben ser contemplados por nuestra política. Tenemos que recordar que los cantos de sirena del liberalismo llevó al borde de la desintegración nacional (sin exagerar un ápice) a fines del 2001. El liberalismo, pese a los destrozos que provocó en nuestro pueblo, en el estado, en la nación sigue vivito y coleando. Se impone una política alternativa clara, permanente y efectiva para anteponerlo.

9.4.                    El Aliado.

Debemos ante todo saber que necesitamos tener una clara definición de qué es un aliado. Hay aliados que son permanentes, que nos diferenciamos por pararnos en la defensa de intereses disímiles, o por pertenecer a distintas fuerzas políticas, pero esto no implica que debe pensar igual que nosotros, ni comportarse tal cual nosotros. Es un aliado, ni más ni menos. Recordemos por qué estamos juntos y en qué estamos juntos. Para tener con el aliado una relación ajustada al acuerdo existente que permitió que justamente surja la alianza. En general con los aliados permanentes tenemos coincidencias estratégicas de aspectos políticos, económicos, culturales, históricos, etc.. Aunque podemos tener la alianza permanente en base a uno de estos u otros aspectos y nada más, lo cual no desmerece la alianza, sino que requiere simplemente ubicar nosotros la característica que tiene dicha alianza. El aliado permanente integral debería hacernos pensar en o bien incorporarlo a nuestra fuerza, fusionarnos, en fin, dar un salto cualitativo a la condición. Tenemos por otro lado las alianzas circunstanciales o tácticas. Es decir para tal hecho realizar hecho convenir una alianza. En el proceso revolucionario argentino, con elecciones y organizaciones de distinto tipo y para disímiles circunstancias, se hace básico realizar alianzas. No hemos dicho que la alianza tiene el carácter de imprescindible cuando solos no podemos conseguir lo que en determinada circunstancia táctica o estratégica no podemos lograr un determinado objetivo. Entonces aparece la alianza como principal. No parece útil realizar una alianza cuando en realidad el objetivo por alcanzar lo podemos concretar con nuestra propia fuerza. En un país como Argentina, con las características que tiene, con la complejidad económica, cultural, social, provincial, política e histórica, se transforma en ineludible contemplar la alianza. No ya para obtener partes del poder, sino todo. No para alcanzar el poder sino para perdurar en él. Es decir la alianza como método organizativo es esencial tanto para construir un poder popular y nacional capaz de sobrevivir a los embates del sector más concentrado de la economía, como para sostener un proyecto nacional por 100 años que haya tenido en cuenta todos los errores cometidos, todas las piedras en las cuales se ha tropezado. Eso si, saber que estamos hablando con un aliado, por eso de las exigencias, de las propuestas que le hacemos, ante todo de lo que estamos acercándole políticamente. Debemos ser concientes de ir generando estructuras organizativas circunstanciales o permanentes que contengan a los diferentes tipos de aliados. Es decir, primero la propuesta e inmediatamente después la organización capaz de encausar y contener la misma.

9.5.                    El contrincante.  

Podríamos asegurar que el contrincante es un aliado que no supimos consolidar como tal (pero que valdría la pena volver a intentarlo). Lo tenemos en un frente de masas determinado, en un barrio, una asamblea, escuela, empresa, cooperativa, una lista de sindicato o de distrito electoral, etc. No obstante puede llegar a representar distintos intereses, en lo táctico o en lo estratégico. Pero ellos no son antagónicos con los que sustentamos nosotros. El ser capaces de discernir esto nos traerá exigencias. Es decir la práctica esta debe llevarnos a establecer si las diferencias son principales o accesorias, secundarias. En caso de resultar del primer tipo (principal) deberemos dilucidar si además son antagónicas. En caso positivo, no estamos hablando de otra cosa que de un enemigo. Porque así como Cristo tuvo detractores antagónicos (baste juzgar sino su crucifixión) existen los intereses económicos, políticos, culturales, sociales de igual tipo. Pero estamos hablando de contrincantes, no de enemigos. Por tal razón tengamos una propuesta política para ellos, así como una justa caracterización (una y otra). Esto evitará o hará menor el costo del intento de los sectores minoritarios políticamente (hablando de votos o consenso) pero con muchísimo poder económico.

9.6.                    El enemigo.  

Debe estar perfectamente definido. Ubicarlo en términos estratégicos y tácticos, nos permite establecer también la contradicción principal a resolver y consiguientemente empezar a determinar la política de alianzas. Estas categorizaciones tienen que ver en el terreno nacional e internacional. Con quién nos alineamos internacionalmente hablando. Aunque el terreno internacional es mucho más complejo y no lo trataremos. En Argentina el enemigo del pueblo y la Nación defiende la política económica liberal o neoliberal. En los fines del 2001 quedó demostrado – como nunca antes en la historia – el fracaso más rotundo del liberalismo económico. Pusieron todos sus cuadros desde 1976 hasta este diciembre de 2001. Ellos, su política económica, sus Martinez de Hoz, Alsogaray, Cavallo, Lopez Murphy, Grondona, Neustadt, Longobardi, fueron los que impulsaron y defendieron a rajatabla la implementación de estas acciones y FRACASARON!!!  Y COMO!!!! Esto debemos tenerlo muy en cuenta para la formulación de nuestras políticas. En nuestras más de 2000 localidades que llenan nuestras provincias, desde las más pequeñas a las populosas, tenemos que afinar el lápiz antes de realizar categorizaciones sobre “el enemigo”. Debemos tenerlos ubicados, desde el punto de vista económico y acorde al análisis que venimos realizando. En muchas localidades no existe el enemigo tal cual lo describimos si ponemos como eje la Nación. En otras está en la mina, en el yacimiento, en el transporte, en el banco, en el comercio, etc. . El enemigo es aquel que tiene un modo de acumulación económica que se desarrolla en términos antagónicos con el de las mayorías que conforman la comunidad dada, que su crecimiento, su carácter es antagónico con la existencia de la Nación Argentina misma.. En tal caso debe estar definido perfectamente y buscar acotarlo, hacerlo conocer regional, provincial y nacionalmente.  

  1. La crítica y la autocrítica

No podemos dejar de hablar de la crítica a aquellas políticas llevadas adelante por nuestra propia fuerza o por alguno de los círculos que conforman nuestros aliados y que contengan errores, déficit, insuficiencias o sean causas de fracasos manifiestos. La crítica es imprescindible para corregir fallas y no debe temblarnos el pulso realizarla. Entender la crítica como un “desprestigio” es un pensamiento liberal. Nos han marcado a fuego este concepto desde la llegada de la democracia. Aceptar que nos critiquen implica “perder puntos”. De esta manera implica considerar nuestro accionar como infalible. Un absurdo. Tanto la crítica como la autocrítica son absolutamente necesarias y sanas para poder construir una organización política perdurable e idónea para producir un cambio profundo en nuestro país. Reconocer nuestros errores y ser objetivos en la crítica. Aparece también el criticar los aspectos principales. No es un capricho pensar en la eficiencia. La eficiencia en nuestra organización, en nuestras propuestas (las mejores para el pueblo y la nación). Ser eficientes cada vez que nos toque gobernar. Caso contrario habremos tirado por la borda la oportunidad conseguida y tantos esfuerzos. El Ché decía: “si bien es difícil mantener la confianza y la lucha cuando estamos construyendo poder; más difícil es llegar al poder. Pero lo más complicado es gobernar y mantenerse en el poder”.     A modo de conclusión Si no sabemos distinguir lo principal en cada momento de nuestra práctica política,  estaremos “cazando los ratones mientras se nos escapan los elefantes”. Lo que popularmente implica que “el árbol nos estará tapando el bosque”. Nos habremos preocupado por los aspectos secundarios en lugar de lo esencial. Esto tiene mucho que ver con la determinación de quienes son la fuerza propia, quienes los aliados, los contrincantes y el enemigo (ese que no tiene ningún interés en el bien común y que no tiene otro interés que el propio). Sus mezquinos intereses y privilegios mantenidos por más desde hace 150 años le han permitido montar una estructura de vínculos en el estado argentino, con la prensa donde se propagandiza permanentemente, con las finanzas y todas las relaciones de poder nacionales e internacionales. Por otro lado está la inmensa mayoría del pueblo argentino y la nación, que objetivamente tiene intereses incompatibles, pero que políticamente son buscados por las minorías privilegiadas para sostenerse. Ya sea con el voto, con las encuestas, con la aquiescencia. Si no tenemos propuestas políticas idóneas para recomponer la capacidad económica de negociación que tuvo el pueblo en su momento histórico (1955 ó 1974, por ejemplo) y más allá que la conformación que adoptará esa recomposición, acorde a las condiciones imperantes en Latinoamérica y el mundo, seguramente estaremos haciendo esfuerzos estériles e inconducentes. Debemos intentar conjugar la legitimidad de nuestra lucha como militantes populares, acumulando poder popular para alcanzar una legalidad duradera.    

Mar de Ajó, 12 de Junio de 2007   * Silvio Bageneta    

 

Opiniones Varias  

Las palabras y los hechos    

Hay una distancia tan corta entre palabra y hecho y a su vez tan ancha, tan distinta, tan prometida una como contundente la otra.   La palabra está ligada a promesa, los hechos son la concreción a través de la política. Todo esto surge a partir de la difícil tarea de la transformación. La transformación es la concreción posible en un determinado momento histórico.   Es la idea que se expresa a través de la palabra y que sólo puede concretarse a través de los hechos, es decir de la política.   Nadie exige que todos produzcan hechos. Sería absolutista – por lo menos – pretender un semejante proceder. Pero entre la palabra y los hechos suele haber espacios cortos, distancias mínimas o abismos inconmensurables.   Los implacables críticos, creadores de los memes inexplicables, los opositores a todo lo que ellos no convaliden previamente, los opinólogos radiocontinentales, radiomitres, lanación, clarines, TeNes, CN5, mirtalegranes, lanatas, son la base de sustentación. Ausentes de ideas alternativas. Preocupados porque a la foto Cristina llegó 2 minutos tarde e ignorantes y supinos, nada dicen de la trascendencia de los acuerdos con los países árabes.   Pero no sólo los opositores y medios «democráticos» obsecuentes al gran capital les cabe diferenciar profundamente las palabras y los hechos. No.   Los intelectuales deben asumirse como intelectuales. Es decir que aportan a la construcción de la alternativa de poder popular desde su intelectualidad, es decir que eso son: intelectuales. Útiles al proceso de transformación que lenta pero inexorablemente se viene produciendo en Argentina y en varios países latinoamericanos.   No pedir que los políticos sean sólo palabras porque sino serían politiqueros. El gran Eduardo Galeano en el reportaje de la revista 23 y que el diarito también reproduce, se queda con las palabras luego de citar a Rosa de Luxemburgo. Se refugia en la palabra ya que dice que el poder convence para no modificar. Lo único que transforma la realidad son los hechos tangibles, posibles, concretables, concretos. Esos que permiten que miles y/o millones se sientan contemplados. Esos hechos que son pilares para generar políticas económicas estratégicas en servicios públicos básicos, en salud, educación, jubilados, la información, la justicia, etc. etc. El tiempo que se tarde en hacer los cambios está también relacionado con la participación del pueblo en esos cambios. Recorramos solamente los últimos 25 años de historia universal y veremos como las palabras han sido superadas por la participación de los pueblos, por los hechos más rotundos. ¿Quién hubiera pensado en la caída del Muro de Berlín? ¿Quién en la caída del Gobierno Soviético? ¿Quién en la caída estrepitosa de Wall Street? ¿Quién que China iba a ser el acreedor número uno de Estados Unidos? La participación de los pueblos, el sentido común se van imponiendo. Las mentiras de las palabras quedan sepultadas por los hechos. La política no es declamación, no son sólo palabras, sino una conjunción entre palabras y hechos, donde predominan estos últimos. Quedan algunas preguntas y algunas respuestas.   ¿Dónde? ¿Cuando? En qué momento. ¿Con quién? ¿Con quienes?   Todo estas preguntas y muchas más están determinadas por La Correlación de fuerzas. Esto es como un partido de fútbol, como una partida de ajedrez. Uno como el otro juego se practican para ganar. Ahora bien no se trata de mandar todo el equipo adelante, desordenadamente, ya que la derrota es una posibilidad absolutamente probable en el fútbol. Ni tampoco empezar a comer peones en el ajedrez sin tener una estrategia, ya que la derrota estaría garantizada. Pesa la correlación de fuerzas, y el cuando, dónde, con quien, con quienes…..   Las palabras y los hechos van de la mano. Las palabras solas son buenas intenciones. Los hechos sin rumbo son tábano sin cabeza.  

  1. Silvio Bageneta

  El cambio de Etapa (Discutamos Política)

En los momentos donde el Campo Popular sufre una derrota táctica como esta de la elección en el Senado por las Retenciones, es propicio y hasta necesario, mantener “la mente fría y el corazón caliente”.   Es evidente y notorio que hemos cambiado de Etapa.   Y como todo cambio de Etapa, no se produce de repente, sino que tiene un período de gestación. Que bien podríamos ubicar a partir del 11 de Marzo de 2008, aunque los “fogoneros” actores, lo venían preparando desde antes a través de diferentes manifestaciones:

  • el Paro de Carbap por 10 días (un hito),
  • el hostigamiento implacable del diario La Nación desde antes de asumir Néstor Kirchner,
  • el 95% de la prensa en contra,
  • los sectores agroexportadores y financieros,
  • etc..

Parece ser que estamos en una Etapa de Equilibrio. El campo Popular tiene el gobierno y la oposición (liderada por la Sociedad Rural, CRA y Carbap, los Cargill, Bunge y Monsanto y los pooles sojeros concentrados), tiene una propuesta política que comenzó con el reclamo por el quite de las retenciones  por exportación de soja y terminaron pidiendo la destitución de Cristina. Oposición que obtuvo no sólo el apoyo de los sectores directamente perjudicados, sino de otros agrarios que no estaban en discusión y de amplios sectores medios.   El Gobierno Popular no pudo imponerse y la oposición impidió el triunfo en el Senado pero no alcanzó a destituir a Cristina.   Esto no implica que el Gobierno de Cristina deje de lado su propósito de lograr la mayor distribución de la riqueza y que ratifique su condición de popular, ni la oposición aglutinada en torno a los enemigos históricos del pueblo, dejen de pensar en la destitución del Gobierno Popular.   Simplemente tanto uno como el otro sector enfrentado, esperarán y trabajarán para que se genere la circunstancia propicia para poder revertir la situación en función de sus propósitos estratégicos.   Pero este claro momento de cambio de Etapa, implica una derrota parcial evidente: la del campo popular y por lo tanto el gobierno popular conducido tácticamente por Cristina y estratégicamente por Néstor Kirchner.  

Qué hacemos ahora? Deberíamos trabajar en dos direcciones, para apuntar a conseguir un piso del 60% de representatividad con el pueblo:

  1. a) Ejecutar eficientemente las políticas del gobierno popular y  que cada compañero o funcionario que coincida con los objetivos de la etapa debe esmerarse por cumplir y
  2. b) Lograr una efectiva y concreta representatividad en los sectores nacionales y populares que debemos contemplar y que impliquen acumulación de poder real y efectivo. Es decir: las fuerzas productivas, de servicios, el comercio, la industria, el agro, los intelectuales, la ciencia, la educación, los estudiantes, el trabajo.

Poner el esfuerzo en el poder real y accesoriamente en los acuerdos super tácticos que sabemos duran menos que un suspiro y que se rompen por “las leyes de la oferta y la demanda”, léase, si encuentra una propuesta económica que supera o satisfaga sus expectativas, cambia de caballo.   17 de Julio de 2008  

 

La Fuerza de una política

En el Siglo XX en  Argentina hubo 2 momentos en que se cuestionó profundamente el poder (PODER) ejercido por la Oligarquía en Argentina. Ellos fueron, el Peronismo y la Juventud Peronista que adhería a Montoneros. Si bien ambos fueron diferentes en cuanto a la representatividad política de Masas, dado porque el Movimiento Peronista ejerció el gobierno desde 1946 a 1955, subvirtiendo el orden establecido por la Oligarquía en tanto que la JP de M fue un intento muy serio organizativo y político que no tuvo nada más que parcialmente participación en el gobierno y si bien obtuvo cierta representatividad política de masas, era minúscula comparada con el Peronismo. Pero más allá de este aspecto (para nada menor) ambos cuestionaron seriamente al poder Oligárquico. Uno dando a los trabajadores y al pueblo las conquistas sociales, económicas, educativas, salud, vivienda, infraestructura, dignidad, etc. nunca antes recibidas por el pueblo Argentino. Propiciando además la construcción de un poder popular también inexistente a nivel sindical, empresarial, social. Otro, Juventud, por haberse gestado como un apéndice del Movimiento Peronista y fogueado en la Resistencia a los gobiernos dictatoriales o pseudo democráticos que se sucedieron a partir de 1955, tras el golpe reaccionario de Lonardi, Aramburu y Rojas. La Juventud Peronista logró ir sintetizando a partir de la misma práctica y de la teoría que fueron gestando el mismo Juan Domingo Perón, John William Cooke, Carlitos Caride, Jorge Ruli, Gonzalo Chávez y tantos militantes populares que dejaron su vida en post de la recuperación del Movimiento Peronista y de su transformación: lograr que ese «gigante invertebrado y miope»  con que catalogaba Cooke al Movimiento Peronista, mute. La organización y clandestinidad, durante los largos años donde primo la más absoluta censura a los símbolos, hombres y nombres que eran sinónimo del Movimiento Peronista, terminaron conformando una forma de hacer política, que devenía a su vez de la caracterización que la Oligarquía hacía del Movimiento Peronista y este de aquella. Los bombardeos a la Plaza de Mayo y alrededores y ese odio oligárquico hacia todo lo que sea peronista que se podría resumir en esa frase que apareció pintada en las paredes tras la muerte de Evita: » Viva el Cáncer», fueron sólo muestras de hasta donde llega el desprecio y la discriminación. La teoría y la práctica que los jóvenes provenientes de los gremios más combativos, el trabajo en los barrios y la Juventud Universitaria que iban sintetizando y escribiendo fue dando lugar a organizaciones peronistas que sabían de la necesidad de superar limitaciones ya sufridas en lo organizativo y en lo ideológico, sumado a los errores del propio gobierno  y que dieron lugar al Golpe despiadado de 1955. Esa práctica y esa teoría, dialécticamente, no sintetizó solamente a los jóvenes de fábricas, universidades y barrios, sino que sirvió «como bolitas en el colchón al apretar con el puño en el centro», para aglutinar también a sectores históricos del Movimiento Peronista, del Partido Justicialista, del sindicalismo, a militares y sacerdotes, a mujeres y profesionales, a empresarios nacionales. Es decir que la política que en principio sintetizaban los jóvenes, fue una expresión del Movimiento Peronista (y no precisamente la más indiferente o inactiva) que lo motorizó y redefinió. Y más allá de las contradicciones que tuvo esa política con el mismísimo Juan Domingo Perón, indudablemente era muy coherente ideológicamente y tenía perfectamente identificada a la Oligarquía como la causante de la mayor desigualdad y discriminación que ha padecido (y padece) el pueblo Argentino. Esa Oligarquía que es absolutamente excluyente del campo Nacional y con más razón del Movimiento Popular. Este es el carácter de la Oligarquía, nació, creció y vive aún hoy, del privilegio de ser socia menor de los intereses imperialistas. Su función de «Puente de Plata» de los intereses económicos extranjeros lo determinan. Todo esto se ocupó de marcar la Juventud Peronista, de la misma manera que lo había hecho antes en la práctica en su primer gobierno el Peronismo (1946-1955). Esta Juventud Peronista fue la que además de tener perfectamente identificada a esta Oligarquía, tuvo (y aún sigue existiendo) un proyecto de cuestionamiento de fondo a dichos intereses. Un proyecto nacional que pese al altísimo costo en vidas, sigue diciendo presente. Un proyecto que contempla la historia Argentina del siglo XIX y XX y que se derrama en este siglo. Con varias ventajas, de las que podemos destacar claramente dos.

 

Una de la Oligarquía, que luego de décadas y más décadas de vanagloriarse del «laissez faire, laissez passer», quedó al descubierto (desenmascarada en forma absoluta ) entre el 19 y 20 de Diciembre de 2001, cuando cayó destrozado el sistema financiero que venían llevando a cabo desde el 2 de abril de 1976 y que desde décadas sostenían como la panacea. Es decir una Oligarquía cuya principal bandera política para sostenerse caía destruida por la realidad, con todos sus hombres en Juego (Cavallo, Alemman, Alsogaray, Cuello, etc.). Esto no es un dato menor. Y la Oligarquía tomo nota convenientemente. Tanto es así que no han vuelto a mencionar obstinadamente lo del libre mercado, de la libre empresa, con esa impudicia que lo hicieron durante tantos años. El otro elemento tampoco despreciable, es que no pueden hablar más de la violencia (más allá que ellos bombardearon un pueblo indefenso en 1955 y antes) y dieron el golpe contra el gobierno de Juan Domingo Perón básicamente por el Artículo 40 de la Constitución de 1949, no porque el Peronismo en el gobierno fuera violento.  La violencia como bandera política, no la pueden esgrimir. Los 30.000 desaparecidos, muertos, exiliados y encarcelados están como telón de fondo. Tampoco pueden hablar de Montoneros como «gran Cuco», ya que dicha organización como tal no existe. Estaríamos hablando de «fantasmas del pasado». Pero no de datos de hoy y ya. Para sostener todo este pensamiento de la Oligarquía, está el periodismo que viene cebado de la época del Proceso de Reorganización Nacional desde 1976. Y con la teoría de los dos demonios sustentado por Videla y la Junta Militar, pasando por Alfonsín que la regó convenientemente, hasta Menem y de la Rúa, siguen corridos, desfasados en el análisis. Salvo honrosas y honradas excepciones, los periodistas carecen de profundidad y seriedad en el análisis. Sean estos de «izquierda» o de derecha, de centro…. Más que «periodistas especializados», la Nación necesita pensadores nacionales y populares. Que analicen la realidad en función de la construcción del Poder Nacional y  Popular que se encuentra en constante modificación y movimiento. Con idas y venidas, avances y retrocesos y no un avance lineal y permanente. Y no en «originalidades periodísticas» o primicias periodísticas que muchas veces se confunden una con la otra. Valorar la Fuerza de la política, de una política Nacional que ha no dudarlo existe y si bien carece de organicidad, tiene mucha fuerza porque están los hombres que la defienden y porque tiene justeza, coherencia y raigambre histórica.  

 

Carta al Editor General Adjunto de Diario Clarín, Ricardo Roa Sr. Ricardo Roa:

UD. en la página 2 del Diario Clarín de hoy, 29 de Mayo de 2008, del que UD. es Editor General Adjunto, acusa al Dr. Néstor Kirchner de ejercer el verticalismo. Cosa cierta a todas luces. Le pregunto Sr. Roa, cuando decide algo Ernestina Herrera de Noble, Héctor Magneto, Lucio Pagliaro, José Aranda y otros que desconozco: ¿Le preguntan : Sr. Roa, UD. estará de Acuerdo con lo que vamos a hacer????? La Señora Lilita Carrió, con esa rigurosidad científica que posee para analizar los hechos, preguntará a los miembros de su Fuerza Cívica ¿qué hacer?? El Sr. Mauricio Macri, pregunta a los suyos qué les parece esto??? La Empresa Ford Motors Argentina le pregunta a sus concesionarios algo, que no sea HACEMOS LA SIGUIENTE POLÍTICA DE VENTA, PROMOCIÓN O FINANCIACIÓN y punto. Entonces sr. Roa, ¿No le parece que UD. SUBESTIMA a los lectores. No le parece que nos trata de tontos a todos juntos ???? Desde que existen los correos electrónicos, los google y yahoo, los blogs, no podrá UD. engañarnos tan fácilmente. Le va a costar un poquito más. Y llegará un día que nos liberaremos de estos monopolios TOTALES, de estos Joseph Goebbels modernos y su nazismo de: Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad.  

Señores, compañeros, directivos de Canal 7:

Hoy es Domingo 30 de Marzo de 2008. Los que hemos superado largamente los 50 años de edad, vivimos el paro agropecuario, con recuerdos amargos, muchos, pesadumbre, bronca, temores y exigiendo tener la mente fría (y el corazón caliente), para ayudar a que los evidentes fines golpistas de los agropecuarios se vean de alguna manera frustrados. Es conocido que tanto la radio, como la televisión pública deben ser amplios (al menos eso planteamos nosotros los que abrazamos el pensamiento nacional y popular desde hace décadas). Si amplios. Pero……. Canal 13, 26, TN, Crónica, América,  etc. y las radios AM y FM y los SMS, corrían por el aire informando PROFUSAMENTE, agitando a la población. Incitando a la movilización, a reclamar por el campo, a «ser solidarios con el campo». Uno, la mayoría de los argentinos desesperados frente a la TV, buscando información, explicación, respuestas. Usando el control remoto haciendo zapping de Canal en Canal y mientras por ejemplo Canal 13 y TN partían la pantalla en 4 y mostraban «el caos» y «la disconformidad en TODO EL PAÍS», los demás canales aportaban lo suyo. ¿¡Y canal 7 que hacía!???? Pasaba un partido de Basquet. Ese Martes 25 de Marzo de 2008, el Canal 7, Público, del Pueblo, de la Nación Argentina, DEBÍA INFORMAR qué pasaba. Debía responder al 45% de los argentinos que votaron a CFK y a Lavagna, a Pino Solanas y los Saa, suman un 71% de los votos. La Televisión pública debe ser amplia pero no por eso hacer «como el avestruz», ni terminar «desentendiéndose» de la realidad de tal manera de estar sirviendo , por omisión, por esquematismo de respeto a una programación preestipulada, a los intereses de la minoría. Que son más minoría aún si computamos los votos recibidos por Carrió como parte del campo Nacional. Con lo cual quedamos en un 94% de los votantes, sin contar a la derecha-derecha que alcanza un 3% y la izquierda gorila que llega a un 2,61% (en ambos casos sumando todas las expresiones de derecha e izquierda, pueden ver https://www.diariomardeajo.com.ar/Elecciones28oct2007.htm ). Entonces, HAY QUE CONSTRUIR LA TELEVISIÓN PÚBLICA, pero esto lleva un proceso. No es algo que se logra de un día para el otro. Esta Televisión pública, debe tener un correlato directo con la sociedad argentina. Con los acuerdos económicos, políticos, sociales que se vayan logrando en nuestra sociedad, nuestro pueblo. Tenemos que ver La Televisión Pública como un Proceso, no como un Decreto de la Secretaría de Medios o la Conducción de Canal 7. Conducción y Programación de Canal 7, el canal es público, perfecto, debe responder (como lo hizo después de las 12 y 15 (0 15) del miércoles 26 de Marzo en el informativo de esa hora. Debe estar con el pueblo, como el pueblo espera, un poco por deseo propio y porque los otros canales critican, critican y critican al gobierno desde antes que Néstor Carlos Kirchner asuma allá por mayo del 2003. Y el público de la Televisión pública necesita la campana del pueblo. Por algo ganó CFK, ganó con toda la prensa en contra. La Televisión Pública tiene, debe acompañar el transito del pueblo y la Nación Argentina. Esto no implica dejar de ser amplio, inclusive. Por el contrario, pero serlo desde una óptica nacional y popular. Porque la amplitud de las minorías beneficiadas por Martínez de Hoz y Cavallo, perseguía diferentes fines a los que busca nuestro actual gobierno. Aquel los utilizó para los fines políticos y luego los fundió económicamente. Este gobierno popular, como digo CFK, busca la integración y el bienestar colectivo. Diferenciemos los caracteres que tiene la amplitud, para construir la radio y la televisión pública, ya que debe hegemonizar el Pensamiento Nacional y popular este proceso, que tiene suficientes ejemplos en nuestra historia. La Televisión y la radio pública son posibles, simplemente contemplemos las mayorías siempre.  

Ante todo Humberto el pelado Tumini, conduce una organización que pertenece al campo nacional y popular Tumini critica la decisión de Néstor Carlos Kirchner de “rescatar” al PJ y a Lavagna, en una declaración pública Ahora bien, el hecho de pertenecer al campo nacional y popular, no implica que HT y la organización que él conduce sea hegemónico en el campo nacional y popular, o represente al mismo en una porción importante. Es decir que las políticas que formula HT y su organización sean asumidas por la mayoría del Campo Nacional y Popular. Porque más allá de comenzar a analizar los porcentajes de representatividad política  que tenga HT, lo que es a todas luces elocuente es que está absolutamente lejos de ser mayoría. De tener un peso tal que signifique estar favoreciendo en forma determinante HT y su fuerza política, a que la correlación de fuerzas del Campo nacional y Popular enfrentado con los poderosos y minúsculos intereses oligárquicos e imperiales, se haya volcado en contra de este último sector. Muy lejos de ello está el aporte en términos prácticos y teóricos en carácter de determinantes o contundentes que impulsen la balanza a favor del Campo Nacional y popular. Nada más lejos. Las políticas y las organizaciones que las representan y la hegemonía, deben tener como referente a las inmensas mayorías, a todos aquellos que conforman el pensamiento Nacional y popular. Sobre todo si de realizar un cambio revolucionario se trata. Porque…….. Qué es revolucionario hoy en 2008 en Argentina y en Latinoamérica ???? Cuál es el marco político, organizativo, económico, cultural, social, sindical, empresarial, etc. Argentino en este 2008? Quien sabe más que Néstor Carlos Kirchner lo que significó el triunfo del 2003??? Cuando él si apostó por este proceso, aceptó la candidatura y enfrentó al traidor más grande de la historia Argentina: Carlos Saúl Menem. Quién otro que no sean NCK y Cristina Fernández de Kirchner saben de aquello de haber enfrentado y ganado en Octubre de 2005 a Chiche y Eduardo Duhalde? De haber enfrentado al PJ donde la correlación no le era favorable y haber ido con el PJ en donde SI le era propicia. Mostrando un pragmatismo que le permitió mantener la iniciativa política SIEMPRE e ir acumulando un poder relativo e inestable. En dos sentidos: el sentido interno, la fuerza propia (el PJ, el FPV, lo que hoy se denomina concertación) y (lo principal) el enfrentamiento con los sectores económicos concentrados oligárquicos e imperiales. NCK (como cualquier político de Argentina y el Mundo, hoy y en la historia de la Humanidad), se DEBE manejar con la correlación de fuerzas REAL  y EFECTIVA y no con teorías o ideologismos. Además ¿con qué se logra de fondo tornar la correlación de fuerzas en favorable para el campo nacional y popular? Lógico: con la organización política desde la representación económica de la complejidad creciente de nuestras fuerzas productivas. Porque los enemigos del pueblo tienen, ofrecen, una alternativa económica y son claramente hegemónicos desde hace 150 años (con escasos quinquenios donde ese poder se vio menguado, pero no superado). Venimos de cambios internacionales que tienen que ver con la caída del Muro de Berlín, con el fracaso de la URSS, con el deterioro político del socialismo, con las secuelas de la retirada del Proceso de Reorganización Nacional, con el fracaso del menemismo y del neoliberalismo luego de haber devastado y endeudado el país, antes el estrepitoso derrumbe de radicalismo alfonsinista. La destrucción del patrimonio nacional, el endeudamiento a 120.000 millones de dólares del 2000, los 30000 desaparecidos, miles de exiliados, muertos y detenidos. El terror. Medir cada uno de estos aspectos configura incorporar el país real al análisis. No la exigencia de QUÉ se debería hacer sin tener el cuenta otras variantes efectivas y reales. Exigencias de QUÉ se debería hacer basados en teorías de otras latitudes y otros momentos históricos, de otras prácticas. Nada de esto es poca cosa. Nada. Y debe tenerse en cuenta. Ahora bien, si NCK analiza que no hay condiciones para profundizar exclusivamente la diferencia con Peronismo y propiciar  “la transversalidad” como elemento convocante y organizativo, seguramente será porque no existen tales condiciones aún. Seguramente se reagruparía el duhaldismo derrotado en el 2005 al “regalarle” a ED el Partido Justicialista. Porque debe tenerse en cuenta que la correlación de fuerzas no es una situación permanente, rígida, inamovible, como aquél que nace con ojos marrones, nariz aguileña o una altura de 1,90 Mts. y así sigue toda la vida. No. La correlación de fuerzas es absolutamente dinámica y variable, dependiendo de cómo se actúe políticamente en la gestión gubernamental y en la política de alianzas interna y externa al peronismo, el resultado que se obtendrá. En política, establecido el objetivo a seguir y los límites ideológicos, las acciones políticas son esenciales para concitar adhesiones o chisporroteos, alabanzas o críticas enconadas. Tanto respecto del enemigo del campo nacional y popular, como de los contrincantes dentro mismo del campo nacional y popular. La conducción de este proceso la tiene el que es capaz de marcar con sus propuestas políticas    el ritmo del campo nacional y popular y condicionar al elitismo apátrida. NCK luego de explicitar la reorganización del PJ y entrevistarse con Lavagna, se reunió con 2 expresiones de lo que sería la concertación, 2 intendentes de extracción radical (San Isidro y San Martín), ratificando que el frente es una cosa y el PJ es otra. Se reunió con los referentes sociales, que “fueron” piqueteros y hoy ante la opinión pública cambiaron de denominación. ¿Por qué iba a dejar NCK y CFK la concertación proclamada desde hace tanto tiempo y demostrada en la mismísima fórmula presidencial? Es confundir lo táctico con lo estratégico. Lo electoral con lo permanente. Aunque en realidad hay que ver ¿por qué? no acepta HT que NCK “reflote” el PJ. Como ya vimos el primero que se enfrentó al PJ y le ganó, fue NCK. Entonces obviamente los conoce perfectamente. Así como conoce al duhaldismo. Como conoce a Lavagna. El que conduce un proceso es evidentemente el que tiene mayor información, el que conoce todas las variantes y el que tiene mayor nivel político, ya que es el que sintetiza todas las “opciones de poder vigentes” que aspiran a cubrir su cargo, sin duda. Hay compañeros (y son unos cuantos) que piensan que las responsabilidades o cargos partidarios (en cualquier fuerza política) que tuvieron otrora, rigen ahora. Graso error !!!! Los compañeros crecen como cuadros y se desarrollan, en la política de masas y no con roscas palaciegas. Qué tiene que demostrar NCK, luego de haber subido al gobierno con un 22% (de los cuales él tendría aproximadamente el 9%), a ganar las elecciones del 2005 y 2007 y a irse con un consenso que supera el 60%, tal cual lo demostraron varias encuestadoras y que ni siquiera la derecha más conservadora se negó a desmentir.   HT, que promueve la formación de un Partido diferente al PJ, sabe perfectamente que existe el Centralismo democrático. Es decir, se discuten las políticas pero se ejecuta la decisión superior. En este caso NCK, tiene la suficiente cantidad de valores, historia, representatividad, capacidad y galones, como para decidir la alineación detrás del PJ, su democratización, su reafiliación, su saneamiento por ende. Es una herramienta muy necesaria para difundir las políticas y es además un lugar donde: a) respetar el devenir histórico del Movimiento Nacional y Popular y b) difundir las políticas centrales a todo el país velozmente, c) definir políticas estratégicas nacionales a nivel energético, social, cultural, ambiental, productivo, agropecuario, minero, constitucional, educacional, etc. Además: ¿qué tipo de Partido debe generarse, construirse, para lograr los cambios que lleven al conjunto del pueblo a vivir en Justicia Social, Independencia Económica y Soberanía Política, con sustentabilidad medioambiental? Los partidos y frentes se construyen o se reflotan  para circunstancias políticas determinadas y tienen una estrecha relación con la correlación de fuerzas, con el poder político acumulado y la ausencia de una alternativa concreta y real diferente. Esto debe discutirse desprovisto de esquemas y soberbias. Pretendemos lanzar la discusión en torno a este tema. Febrero 16 de 2008    

 

El Tomate: eje de la oposición

(Resulta que ahora, la culpa la tiene el tomate) Qué hacemos con el tomate? ¿Es tan fundamental para la economía hogareña? ¿Es esencial para determinar la inflación? ¿No hay otros elementos contundentes que componen el índice de precios? ¿Qué hace el pueblo ante tamaño desatino como tener el tomate por arriba de los $ 10? ¿Qué hace la militancia Kirchnerista? El tomate viene a mostrarnos las debilidades. Del Gobierno, de la militancia Kirchnerista y de la Oposición. Porque indudablemente, racionalmente, objetivamente, el precio del tomate no puede incidir en el índice de precios y mucho menos en el prestigio  ó desprestigio del gobierno. Pero evidentemente es una demostración del momento que vivimos como país, como Nación, como democracia que quiere pararse. Muestra la chatura de la oposición y la impotencia del gobierno para poder dar respuesta fuertes, contundentes, efectivas, ante tanta bajeza en términos de crítica. Por qué no hablar del precio de los combustibles? ¿De la electricidad? ¿del Boleto del colectivo? para criticar al gobierno. Por qué el Gobierno (el de todos, el tantos años esperado, el que viene haciendo recuperar la dignidad al pueblo y la Nación Argentina, el que paulatinamente va obteniendo la inclusión social, el que construye viviendas , el que se equivoca pero indudablemente hace en favor del pueblo….) debería poner en todos los medios posibles a expertos en cómo se construye el indice de precios, a explicar las consecuencias de las terribles heladas y nevadas en lugares tan insólitos como Capital Federal….. En fin, responder, poner sensatez a tanta superficialidad. Superficialidad que tiene que ver más con los cansadores y reiterativos programas de chimentos de la Televisión Argentina, hasta los lamentables caños y bailes por sueños. Bueno, la oposición sabemos que es inescrupulosa, que critican el modelo del Presidente Kirchner desde antes que éste asuma (véase el diario La Nación del 17 de Mayo del 2003 y en él, la columna del Sr. Escribano). Hay muchos que al decir del Gral. Perón «son idiotas útiles», pero están además los diario «Clarín» que con su monopolio  presiona y ataca al gobierno indiscriminadamente (ver https://www.diariomardeajo.com.ar/gruposinformativosdeArgentina.htm  ). El mismo pueblo que ubica la gestión del Gobierno de Kirchner por Encima del 60%, sabe de ésta burda crítica indiscriminada al gobierno. El pueblo que viene observando que pueden comprar más cosas con sus ingresos, que el empleo va aumentando paulatinamente (sin prisa, pero sin pausa) en todos los pueblos y ciudades del país, que no pierde de vista que la construcción ha crecido y sigue creciendo día a día (con todas las industrias que ella arrastra), con las 14 veces que los jubilados han visto subir sus haberes, con el pago al FMI y la dignidad internacional alcanzada, con el crecimiento constante de la producción desde hace 4 años y medio, con los más de 2000 conflictos laborales laudados por el Ministerio de Trabajo a favor de los trabajadores, con la venta de automóviles más alta de la Historia, con un Canal 7 que se está transformando en una efectiva Televisión Pública, con la cantidad de películas argentinas que está desarrollando el INCAA, con la Memoria VIVA. Nos queda a cada militante de nuestro país que abraza la causa Nacional y Popular, a cada funcionario nacional, provincial o municipal que acuerde con el Proyecto que lleva adelante el Presidente Kirchner, proponer salidas que den respuestas al Tomate y a las necesidades de organización popular detrás de las demandas más urgentes y vivas. Organizar, convocar a NO COMPRAR lo que suba indiscriminadamente. El pueblo debe defenderse, participar y organizarse, integrarse, es lo perentorio. Inventar, ser creativos. Un gran desafío que debemos comenzar todos sin delegar.  

 

Ser Peronista Hoy

Desde que el Movimiento Nacional se comenzó a expresar como Justicialista o Peronista que existen las diferencias respecto a qué es serlo. En general ser peronista  hoy (y siempre) fue una postura diferente, una visión distinta de la vida y de la misma historia que transcurre. Cuando decimos ese es peronista (en general) tiene implicancias. Aunque no muy bien definidas hasta ese momento. Cuando vivían el General Perón y la compañera Evita, ellos fácilmente lo determinaban: ser peronista es……….. lo que implicaba genéricamente, interpretar la definición y actuar lealmente en consecuencia a lo manifestado por el conductor y la abanderada de los humildes. Momento este en que «la lealtad» pasaba a tener una trascendencia suprema. No obstante los peronistas han jugado con esa «lealtad» con posturas tales como :»para salvar a Perón hay que estar contra Perón» (se acuerdan de Vandor?), una forma de entender la lealtad bastante particular, es decir enfrentando al inspirador supremo del Movimiento Peronista. También se ha caído en bastardear el término lealtad. Por ejemplo el Intendente, Alfredo Meckievi de Dolores, Provincia de Buenos Aires, ordena realizar  pintadas en las paredes y caminos: «Meckievi Leatad » (¿¿¿¿?????)  Es difícil entender esta consigna ( racionalmente hablando). Podríamos seguir con ejemplos por derecha e izquierda donde en nombre de la lealtad a Perón, ahí estaban no siendo leales. Fundamentalmente por su carácter de  Movimiento que fue concebido el Peronismo trajo consigo la heterogeneidad intrínseca desde sus albores. La existencia de intereses económicos e ideológicos que se expresaban contradictoriamente. Que respondían a visiones de lo que ocurría en el mundo, en Europa y Estados Unidos y Japón. La postura respecto a Alemania e Italia. A Estados Unidos. El Peronismo se desarrolló en un marco económico, social y cultural determinado, con un crecimiento de las fuerzas productivas y movilización de los trabajadores, la organización progresiva en sindicatos, la obtención de reivindicaciones, etc. Ese fue el marco donde se inició y fortaleció. El Peronismo fue tal por interpretar y defender los intereses populares, de los trabajadores y de la Nación. Porque sus 3 banderas históricas se plasmaron y hoy aún siguen en pie sus edificios y muchas de sus leyes, sus conquistas. También está muy presente en el pueblo la conciencia de que esas realizaciones fueron posibles, no para otra vida, sino para esta. Aunque esa visión del país, de Latinoamérica, del mundo debe ser actualizada. Esta actualización tiene que ver HOY con la inobjetable prioridad de lograr que todos los argentinos tengan trabajo, en esta Argentina del Siglo XXI. Con esta realidad inocultable que nos bofetea día a día. En cualquier lugar del país y en la misma ciudad de Buenos Aires, basta salir a caminar el centro de la ciudad luego de las 20 Hs. para recibir el primer «trompón» con los cartoneros revolviendo la basura (padres, mujeres e hijos) y los sin techo preparando su cama de cartón y trapos para pasar la noche en algún zaguán, un reparo, un cajero automático. Bajar los índices de pobreza extrema. Esforzarnos hasta encaminarnos en tal dirección. El peronismo para seguir teniendo vigencia histórica deberá ser el mejor intérprete de las necesidades populares. El que sea capaz de saciar esas necesidades. Pero no con dádivas y limosna. Sino generando organización y participación popular. No nombrando cada 2 palabras a Perón y Evita y después haciendo clientelismo político. No abriendo una Unidad Básica para «tener poder» que permita ganar las internas y «meter» un concejal, un diputado….. y tirando monedas desde la ventanilla de una lujosa y flamante 4X4 para obtener los votos. Ya lo dijo la compañera Evita: «el peronismo será revolucionario o no será…» El peronismo no debe ser para negocios  para acomodar a gobernadores, intendentes, diputados, senadores o concejales. NO. Debe estar junto al pueblo, ser parte de él, unido a él. Debe ser él. Por lo tanto el peronismo debe partir de esas necesidades de reconstrucción del pueblo, tender una mano a los que no tienen salida, generar empleo, viviendas, salud, educación, trabajo y más trabajo. Tiene que recuperar la dignidad, la solidaridad, los caminos de participación, movilización y organización desde el mismo Movimiento Peronista. La Unidad Básica es un lugar. Pero si bien allí subsisten peronistas solidarios, reconozcamos que se han «atornillado» los burócratas. Las Unidades Básicas, Ateneos o Locales, deben ser un lugar donde se planifique lo que debe hacerse para saciar las necesidades populares y luego se analice lo realizado y se vuelva a planificar lo por hacer. No lugares donde se distribuyan los puestos de hipotéticos triunfos (debemos recordar la derrota contra el Alfonsinismo otrora o la secuela de derrotas hoy del peronismo porteño). Esto no descarta la actividad electoral, por supuesto. Pero hay un tiempo electoral. Y hay otro permanente donde la participación, movilización y organización popular deben prevalecer. Por otro lado en muchos casos los que se rasgan las vestiduras con «el peronismo» en realidad esconden el duhaldismo, el menemismo, el herminismo y todo aquello que condujo inocultablemente al «clientelismo político», la miseria del pueblo, el cierre de la industria nacional, la falta de trabajo, la corrupción, el beneficio de los dirigentes. El Peronismo HOY debe entonces ponerse junto al pueblo sin esquemas, ni dogmas y con absoluta grandeza para así cumplir lo que comenzara a gestarse hace 50 años y para respetar la memoria de tantos miles de compañeros que dejaron su vida en pos de la Justicia Social, la Independencia Económica y la Soberanía Política. Con lo cual estaremos respetando los profundos anhelos de Perón y Evita, sus mentores. No es poca cosa, pero da razón de ser a nuestras vidas el intentarlo.  

 

A qué intereses sirve El Impoluto de Pino Solanas????

Para transformar la realidad argentina y de cualquier lugar del planeta, uno debe tener básicamente dos cosas: Política y estrategia de acumulación de poder. Sin éstas como base, seguramente que se sumará la idea a la larga lista de «buenas (o malas) intenciones» que ostenta el pueblo Argentino. Es decir la transformación quedará en un simple intento. Fue lo que pasó en el Proceso que tuvo lugar a partir del 25 de Mayo de 1973. Donde factores confluyentes múltiples llevaron a que la transformación se frustrase absolutamente y nos llevara a una situación que aún hoy estamos pasando y pagando. El cineasta Pino Solanas, no soporta que un compañero que en ese 73 glorioso, Néstor Carlos Kirchner por entonces militante joven de la Juventud Peronista y su hoy esposa Cristina Fernández que también recorría similar camino, sean en la actualidad los que estén conduciendo el proceso de transformación en Argentina. Es como el popular dicho , » pero qué va a hacer ése, si vive a la vuelta de mi casa y lo conozco de chiquito…..» Entre otras tantísimas cosas no soporta tener que reconocer que Néstor Kirchner y su actual esposa, sean hoy los que conducen  el proceso político argentino , porque sería una forma de reconocer Pino Solanas (el cineasta) que él no supo, no pudo, no quiso hacerlo. Él (Pino) que siempre ha tenido tan claro todo. El impoluto critica a Néstor Kirchner de «haber transado», esto lo dice en Página 12. ¿Qué política ostenta Pino Solanas, qué estrategia de acumulación de poder? ¿Cómo acumularía Poder político Pino Solanas? ¿Con qué propuestas políticas? ¿A qué Argentina intentaría representar,   llegar, responder, complacer? ¿Qué poder político lo sustentaría para producir los cambios revolucionarios Pino Solanas? El cineasta Pino Solanas, que sabe de costos de producción de películas, que logra coproducir con los franceses por ejemplo, lleva varias frustraciones políticas, entre ellas, el Frente Grande. Donde logra mantener su carácter de impoluto. Con su condición de cineasta mezcla la política, la conquista del poder político. Su egocentrismo lo lleva a predominar de alguna manera. Hoy propagandiza su film «Argentina Latente» en la campaña electoral. Él se aprovecha del alo histórico y generacional con la década del 70′, las filmaciones documentales a Perón y las hechas en la dictadura para criticar «al perejil». Ahora bien, ¿a quién sirve el cineasta con la crítica tan despiadada a Néstor Kirchner? Indudablemente a la Carrió y Lavagna, a Duhalde (el cabezón), a los Grondona, al diario La Nación y a Clarín. A su postulación (¿servirá? ¿será electo?). Vamos a suponer que tuviera razón Pino Solanas,  hay críticas que deben hacerse en casa – como los trapos sucios-, sobre todo pensando que la historia lo ubica dentro del campo popular y Nacional. Que las «urgencias electorales» no pretendan dar saltos de calidad en el conjunto del pueblo que aún no están dadas, objetiva y subjetivamente. Los procesos revolucionarios se realizan con los sectores y clases económicas más dinámicas organizadas, no con las expresiones de deseos, ni declaraciones rimbombantes. Se obtiene con representatividad política, consenso social, concertación política, económica y social. ¿No suena burdamente una crítica en medio de la campaña electoral para el 28 de Octubre? Además el cineasta Pino Solanas, quién pasea el país y diferentes lugares  y vive de su «Argentina Latente», que posee inexactitudes fragrantes, por ejemplo la Cooperativa IMPA 1) que exalta en Argentina Latente y que en realidad fue una estafa a HIJOS (ver nota abajo, Pino Solanas también se equivoca). ¿Qué características tiene hoy ser revolucionario ? ¿A quién hay que representar? ¿Qué sectores conforman la fuerza del llamado campo popular? No siempre el que tiene claridad teórica sobre lo que debe ser, es coherente en la faz práctica, en la implementación política. Un ejemplo concreto es Gueorgui Valentínovich Plejanov, en Rusia, que teorizó muy bien y cuando le tocó actuar políticamente jugó para los mencheviques. A Pino Solanas «se le salió la cadena» en la crítica al compañero Néstor Carlos Kirchner, el Gral. Perón solía calificar como «idiotas útiles» a los que servían a la reacción antes que al pueblo con sus dichos o actitudes políticas. Ernesto Jauretche decía que cuando no sabíamos qué hacer en una determinada coyuntura política, era apropiado leer el diario La Nación, observar a quién apoya y a quien critica el diario y adoptar la postura exactamente contraria a la del matutino. Pino Solanas, que nunca las urgencias electorales, el egocentrismo, las necesidades de cineasta-político o la prisa pequeño burguesa, sean la esencia de tu práctica o declaración política.  

  • El jefe del bloque de los legisladores porteños del Frente para la Victoria, Diego Kravetz, se vio involucrado en una durísima acusación de cuatro hijos de desaparecidos, quienes junto a Estela Carlotto, lo involucraron en una denuncia judicial en la que señalan una estafa con el dinero que aportaron a la empresa recuperada IMPA, que pertenecía a indemnizaciones cobradas al Estado por la desaparición de sus padres. La denuncia judicial la presentaron Agueda y Ana Goycochea, Paula Iriat y Nicolas Bai, todos hijos de desaparecidos que se conocieron militando en la agrupación H.I.J.O.S, quienes la dieron a conocer en una conferencia de prensa que contó con la presencia de la titular de abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto y Tati Almeida de Madres Línea Fundadora.Según los familiares, Diego Kravetz, quien era integrante del grupo que manejaba IMPA y era un referente político del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNFR), cuando le reclamaron por el destino de su dinero les dijo que no podía dar explicaciones de lo que había sucedido y argumentó «no tener responsabilidad política, ni ética, ni legal».Los chicos explicaron que el 2000 conocieron a Luís Scali quien los acercó a la Cooperativa de Trabajo IMPA «por entonces manejada por los señores Eduardo Murúa, Guillermo Robledo, Diego Kravetz y Horacio Campos». Agregaron que se les dijo a la hora de pedirles que aporten sus indeminizaciones al proyecto: «Qué mejor destino podría tener la indemnización por la desaparición de sus padres, que colaborar con la lucha de los trabajadores».En plena ebullición social y antes del colapso de 2001, IMPA se había transformado en un emblema de este tipo de empresas. IMPA Cooperativa Ltda. es la cooperativa más grande de Buenos Aires y la primera convertidora de aluminio en todas sus fases. Fundada como empresa en 1910, se nacionaliza en 1947 y es privatizada en 1961 bajo la forma de cooperativa de trabajo. En 1997 sufre un proceso de vaciamiento que lleva al cierre de la fábrica, hasta que en mayo de 1998 los trabajadores recuperan la fuente de trabajo volviéndola a poner en marcha hasta el día hoy. Su planta de 000 m2, ubicada en el corazón de la ciudad, es una de las dos únicas del país en la que se puede realizar el procesamiento completo del aluminio en sus fases de fundición, laminación, extrusión e impresión. Según relatan los chicos: «El señor Scali, en representación de IMPA nos propone sumarnos a este proyecto aportando nuestro dinero en calidad de préstamo. Este capital iba a ser utilizado para continuar y fortalecer el proceso iniciado por la fábrica. Motivados por esto y luego de algunas conversaciones con la conducción de IMPA, otorgamos los primeros dos préstamos a favor de IMPA, entregando el dinero en mano a Eduardo Murúa. Acordando la devolución del capital en un año y la firma de la documentación de la deuda para los próximos días».Sin embargo, desde entonces, los intentos por documentar la deuda son improductivos y según los familiares «nos plantean que la posibilidad de responder por la deuda contraída era extender el plazo del préstamo como así también acercar otros hijos de desaparecidos para que inviertan su dinero». «Es así que Nicolás Bai transfiere vía bancaria casi la totalidad del dinero cobrado por la desaparición de sus padres. En dos de los Mutuos que se firmaron con IMPA, la firma del presidente se encuentra falsificada, hecho que verificamos posteriormente», continua el relato.Los chicos agregan que hasta la fecha ha sido vanos los intentos por regularizar la deuda, y denuncian haber recibido «mal trato» y hasta «agresión psicológica constante». La denuncia «En el año 2005 comenzamos a realizar gestiones con un grupo de abogados. A través de Abuelas nos acercamos al gobierno nacional obteniendo la excelente predisposición para llamar a los ´administradores´ de IMPA, a sentarse a resolver el problema. Todos los intentos fueron vanos», denuncian los chicos quienes remarcan que «también fue en vano nuestro intento de obtener algún tipo de respuesta por parte del actual legislador de la Ciudad, Diego Kravetz, a quien nos dirigimos por ser integrante del grupo que manejaba IMPA y referente político en la construcción del MNER (Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas) junto a Eduardo Murúa y Guillermo Robledo «. «En un primer momento Kravetz argumentó no tener responsabilidad política, ni ética, ni legal, siendo que siempre estuvo al tanto de la situación planteada. Posteriormente, ya distanciado de Murúa y Robledo, accedió a dialogar con nosotros, aunque desafortunadamente reiteró que no se sentía responsable, pero que nos ayudaría en cuanto estuviera a su alcance. Dicha promesa no la cumplió», subrayan los denunciantes.»La estafa se concretó dentro de un movimiento del cual Diego Kravetz fue partícipe y que en gran medida cimentó su carrera política y posibilitó su llegada a la legislatura», señala la denuncia en un ataque directo al diputado porteño . Bajar el Texto de la denuncia penal por estafa . http://www.totalnews.com.ar/detalle_noticia.asp?cod_noticia=10533{moscomment} Hijos-capital H.I.J.O.S. Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio http://www.hijos-capital.org.ar
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      LA IDEOLOGIZACIÓN DE LA POLÍTICA    

Existe una cierta tendencia en la militancia política que acompañan al proceso revolucionario que está llevando adelante Néstor Kirchner a ideologizar la política. Es decir para enfrentar la reconstrucción de esta Argentina y la consecuente felicidad del pueblo, se hace imprescindible tener una ideología que sustente dicho propósito, pero esto debe hacerse a través de la política. Y no al revés. Cuando estamos poniendo primero la ideología y después la política, realizamos en verdad ideologismo. Anteponemos la idea que da sentido a la acción a la acción transformadora misma. Cada acción del hombre, del militante encierra, contiene una ideología. Basta leer los consecuentes por excelencia en esta materia: Diario La Nación, para comprobar lo que estamos afirmando. En cada frase, en cada nota, en cada título de cualquiera de sus páginas, comenzando por la primera, tienen un profundo contenido ideológico implícito. Más allá que estén hablando de educación, de lo que hizo Kirchner, de los empresarios, los trabajadores, la Iglesia ,los piqueteros, o de la política internacional. Siempre el trasfondo es notoriamente ideológico, sólo que “el envase” es absolutamente acorde al tema en cuestión. Esto realiza el enemigo manifiesto del Presidente Kirchner desde antes que éste asuma su gobierno, allá por el 2003, ya le auguraban poco tiempo en el gobierno. Veamos un ejemplo ahora para nuestra práctica militante. Si estamos realizando una alianza, lo principal es que los aspectos, puntos de acuerdo que previamente hemos definido como fundamentales, salgan lo más parecidos a lo que pensamos preliminarmente. Y no que figure una declaración de principios, ideología, enunciaciones teóricas etc. que seguramente mostrarán nuestra erudición pero no aporta al cumplimiento de los puntos esenciales. Perdemos el objetivo de transformar la realidad como prioritario y ponemos en verdad primero lo ideológico. El pueblo, la comunidad se mueve detrás de cosas concretas, materiales, palpables: comida, casa, ropa, calle arreglada, agua, fiesta, baile, trabajo, estudio. Construir poder popular con políticas que impliquen representatividad, es el desafío. Esta es la cuestión a resolver: LA REPRESENTATIVIDAD POLÍTICA. Es medular si queremos construir poder popular legítimo. La representatividad política tiene que ver con dilucidar  cuales, cuantos, en donde, en qué tiempo, están las mayores necesidades y aspiraciones de la comunidad. Esto es la política en realidad, lo demás es politiquería. Si no alcanzamos la representatividad del pueblo (en Argentina y en nuestro caso de la población Partido de la Costa) habremos recorrido un camino de buenas intenciones, de declamaciones, de correlato con ideas, con ideología pura, pero a no dudarlo, no habremos sido capaces de ser los mejores interpretes de las aspiraciones de la comunidad. Los representantes de las necesidades populares. Lograr la representatividad política es imprescindible para alcanzar los objetivos perseguidos por quienes buscamos ser legítimos y dignos militantes transformadores de esta realidad imperante. Porque si exclusivamente  nos ocupamos de ganar una interna bajo cualquier circunstancia y con cualquier alianza, sin tener en cuenta el proyecto político que represente las aspiraciones populares, seguramente seremos “los más buenos entre los malos”.   6-05-2007    

 

La Fidelidad política  (¿Lealtad, complicidad o seguidísimo?)

Solemos escuchar sobre un militante  eso de : «Fulanito es un tipo muy fiel». Qué implicancias tiene «ser fiel» en términos políticos. Ante todo pareciera que la fidelidad tuviera similitudes con una pareja. Ella y él. El amor. La Fidelidad Eterna. Cuando en realidad tendríamos que analizar de donde surge esa «Fidelidad» en política. Un militante comparte con sus pares, ante todo una ideología. Esa determinada ideología (hoy en día, en el mundo actual muy diversificada, sobre todo después de la caída del muro de Berlín) se nutre de las necesidades populares, del bien común y por ende de la comunidad. Las mayorías. El sentido común. Es decir que el militante político debe evitar seguir a alguien porque éste tiene una cuota del poder (del gobierno en definitiva), sino verificar diariamente si ese dirigente es consecuente con una doctrina, con una ideología. El dirigente y la ideología tienen razón de ser si expresan las expectativas y necesidades de la comunidad. Cabe destacar que estamos hablando de partidos políticos que pretenden representar a las mayorías populares y no a un grupo selecto e iluminado de personas que sólo buscan su beneficio personal y sus beneficios económicos particulares. Sus mezquinos intereses personales. Estamos hablando de democracia, de participación, del sistema democrático (no de dictaduras y sometimiento ) y por ende decimos que «el hombre se realiza en una comunidad realizada», no hay «salvaciones individuales». Estamos en un mundo globalizado. Con Internet hoy es muy difícil que nos lleven de las narices para cualquier lugar (salvo que queramos hacerlo). Desde el joven más humilde de un barrio hasta el encumbrado gerente, hoy tienen su correo electrónico. Es cada vez más marcada esta tendencia. Esta cada día más clara su utilidad. Día a día ingresan nuevos «consumidores» de Internet. Esto permite que cada día haya miles de nuevos «avivados» de cómo buscar temas en Internet. Esto conlleva a estar  informado, a conocer determinado tema. Un conocimiento rápido, fugaz, pero es información al fin. Esta información disponible, nos lleva a conocer nuestros derechos y obligaciones. A poder discernir hasta donde nuestra «fidelidad» es precisamente Fidelidad y hasta donde es complicidad o Seguidismo. Obsecuencia. Entonces, la Fidelidad debe estar ligada a una mayor exigencia de respeto por parte del dirigente de la pauta que dio origen a la misma. La Fidelidad política debe ser por lo tanto del Dirigente  y de los dirigidos, PERO existiendo una consecuencia ideológica, doctrinaria y PRÁCTICA con el pueblo, con la Comunidad, con el sentido común, que en definitiva – por esto de vivir en sociedad, en comunidades – es la madre de todas las cosas.     La soberbia de los soberbios En estos tiempos hay compañeros que se quedaron detenidos en la década del 70. Como si ella y la práctica política que se desarrolló, no fueran de la mano, entonces trasladan al presente experiencias del pasado en forma mecánica. Y lo que es peor se transforman en soberbios, como si tuvieran la verdad revelada por… Un compañero, que conocí en la década del 70, solía decir para responder la postura egocéntrica de ciertas personas con una frase: “antes andaba bien, aunque ahora me he dado cuenta que soy perfecto”. En los años que fueron desde 1970 en adelante ha pasado mucho agua bajo el puente. Y no sólo eso, sino sangre y tiempo. Todos elementos (el agua, sangre y el tiempo) que además de envejecer, supuestamente dan sabiduría. Juntar militantes sobrevivientes de semejantes circunstancias, es algo loable. Tanto para el que los junta, como para los juntados, los convocados. Cada uno de los sobrevivientes tiene un pasado, más o menos ligado al pueblo y sus representaciones de masas, más o menos consustanciados con las luchas populares… Cada uno de los sobrevivientes ha sufrido persecuciones, torturas escandalosas, cárceles, destierros, clandestinidad, o tiene familiares muertos o desaparecidos, en definitiva cada uno de los militantes sobrevivientes, tiene un pasado que por lo menos debe respetarse. No para vanagloria sino para simplemente saber con quién se está hablando, que ante esos militantes no corresponden las soberbias, ya que todos tienen un claro trayecto en el devenir histórico de nuestro pueblo. Son parte de los jalones de nuestra historia. Vendría a ser que entre bomberos no nos vamos a andar pisando la manguera. La soberbia es la madre de todas las derrotas, seguramente que sí. La soberbia no reconoce errores. Nunca se ha equivocado un soberbio. Es una especie de “inmune” de la historia. Avanza entre las aguas más turbulentas sin ahogarse. Camina por brasas y el fuego como si tal cosa. Las balas no lo tocan porque él las sabe esquivar. Es una percepción que autoconstruye un pedestal en el soberbio. Pedestal donde él mismo se termina subiendo. Todos están equivocados menos él. El compañero Kirchner también, porque fue su discípulo hace 30 años y él era su jefe. Niega el crecimiento de los compañeros. Mira la realidad “congelada” para lo que le conviene (que es decir mantener el “status quo” de los años 70 ). Cabe la crítica al compañero Kirchner, porque precisamente el opuesto al soberbio es el obsecuente. Pero una cosa es la crítica y otra la descalificación. Una cosa es la crítica o la opinión diferente y otra la lapidación. Y caso contrario: “ al que no le gusta ya sabe lo que tiene que hacer”. El compañero Kirchner salió de la cárcel, se dedicó a trabajar y cuando pudo hacer política la hizo en su provincia Santa Cruz y fue concejal, luego llegó a Intendente de Río Gallegos, repitió el ciclo como tal. Llegó a Gobernador de la Provincia y luego de caminar todo el país alcanzó la Presidencia de la Nación y asombró a propios y extraños con su gestión. No sólo en Argentina, sino en América y el mundo. La soberbia del soberbio no se sabe que representatividad logró. La representatividad del pueblo, el ser electo por un pueblo es el objetivo primordial de la política. Lo demás es politiquería y (por lo menos) calza justo a las posturas elitistas.  

 

Azul, la especulación financiera y la amnesia (en el centro de la Provincia de Buenos Aires, en este 2005)

Está siendo conocida la ciudad de Azul, por el boom!!!! financiero. Dicen (no se sabe bien, pero eso dicen) que cada vez más azuleños venden su propiedad y deciden dedicarse a la especulación financiera. ¿será cierto? Supongamos por un momento que esta versión tenga visos de verdad. Justo estoy volviendo a leer «Las venas abiertas de América Látina» del innegable Eduardo Galeano. Allí se narra con absoluta objetividad y documentación, el robo de tanto y tanto oro, de tanto y tanta plata de parte de los españoles y luego de los portugueses e ingleses ,unos de Mexico, Perú, Bolivia….., otros de Brasil. Todos de América. Nuestra América. ¿y donde iba ese oro o esa plata? es sabido hoy que buena parte a Europa, que otra a las mansiones de los que vivían como representantes de la Corona en América. Se volcaba a edificaciones suntuosas, a Iglesias suntuosas, a fiestas suntuosas. ¿Y qué resultó de esa España? ¿qué resultó de esas colonias de América ? ¿Qué de Potosí? ¿Qué de Minas Gerais? Crecieron sus pueblos, se educó, se instruyó, crecieron las industrias, las ciencias, las formas de cultivo??? El oro fácil, la plata fácil, tiene mucha similitud con la especulación financiera. Nosotros pasamos como Nación, primero con la Dictadura Militar que comenzó en 1976 y luego con el traidor de Menem, de la producción y la participación de los trabajadores del 50 % en el reparto de la torta al cierre de las empresas, a la entrega de las empresas del estado, al límite de la desintegración como país en diciembre de 2001. Se llevaron más de 40.000 millones de dólares en un día (los famosos blindados avistados camino a Ezeiza). Se acabó eso de que el Estado era la culpa de todos los Males. Menem puso todo privatizado: Así nos fue!!!!! Los gurues del libre cambio, el libre mercado, la libre empresa, la especulación financiera quedaron al descubierto!!!!! Ganaron sus empresas privadas monopólicas, fundieron el Estado, llevaron al pueblo a una situación paupérrima en materia económica, sanitaria, educativa, psicológica, integral. ¿Qué duda cabe? Nos fundieron, nos endeudaron a todos los argentinos por generaciones. Por otro lado: ¿cuál de los países tomados como ejemplo para los liberales argentinos tiene como base la especulación financiera?  ¿cuál por favor? Los países que son líderes en el mundo crecen base a la producción, la ciencia, la industria, la tecnología, el ahorro interno, la educación masiva de su pueblo, la honestidad de su pueblo, el trabajo, el trabajo y el trabajo. No hay en la historia de la humanidad pueblo que haya perdurado y avanzado en base a la especulación financiera. La especulación financiera utilizandosé como única herramienta es algo que resulta INCONDUCENTE para el progreso de cualquier país, región, provincia o ciudad. Si los habitantes de la ciudad de Azul, o parte de ellos optan por la especulación financiera, están llevando en el mediano plazo a la expulsión de los jóvenes, de las generaciones venideras. Porque los jóvenes no se van si hay trabajo, si hay industria, si hay estudio, si hay investigación, si hay educación, en definitiva, si hay futuro. Sino se van. Es importante instalar este debate para que algún o algunos vivitos se llenen de plata, llenen sus valijas y un buen día dejen buena parte de una ciudad, con sus casas embargadas. ¡Hay que ponerle el cascavel al gato! Esa es la cuestión   ¿Existen los reaccionarios de izquierda? A juzgar por las enseñanzas de la Historia Argentina no caben dudas que sí. Basta recordar como se comportaron los Partidos Comunista y Socialista en 1945, que se aliaron a la Unión Democrática, con el Embajador Norteamericano Braden. Baste mencionar que se juntaron otra vez a la Iglesia reaccionaria en 1955, a los Lonardi, Rojas y Aramburu, en los festejos por los bombardeos a la Plaza de Mayo (sobra documentación al respecto). No nos podemos olvidar cuando Fernando Nadra, Patricio Echegaray y dirigentes del Pc Argentino viajaron a Europa (España y Francia entre otros) a proclamar que era FALSA la campaña sobre violación de los Derechos Humanos, que se estaba llevando adelante. Son los mismos dirigentes que les decían a sus militantes que había que proponer una Alianza Cívico Militar con la dictadura más sangrienta de la Historia Argentina. El sólo hecho de autodenominarse de izquierda, socialista, obrero, comunista o revolucionario, pareciera que a los grupos de izquierda les brinda un manto de «pulcritud» ideológica que los transforma en exentos a las críticas. Que el sólo hecho de autodenominarse de izquierda les otorga inmunidad para cometer cualquier atropello político ideológico. Juegan para la derecha INDUDABLEMENTE. No hay otro beneficiario. El último ejemplo fue el desconocimiento que realizaron el 24 de Marzo de 2006 en el acto de Plaza de Mayo cuando no permitieron que Las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo se expresaran olvidando su tremenda historia de lucha. La Historia y los 30.000 desaparecidos, los sobrevivientes de la masacre, no deben NI OLVIDAR, ni  tampoco CAER EN LA PROVOCACIÓN. Generemos políticas que unan al pueblo detrás de los objetivos estratégicos de Justicia Social, Independencia Económica y Soberanía Política, con un pueblo Feliz.       ¿a quien priorizar? ¿Corresponde Priorizar? A la disputada clase media o a los marginados y desposeídos (las falsas contradicciones) La clase media se fue estableciendo en nuestro país paulatinamente desde la conformación del Estado liberal, la llegada de los inmigrantes europeos, los gobiernos de don Hipólito Yrigoyen y se terminó de conformar con el gobierno del Gral. Perón. Lo de Frondizi e Illia fue una etapa de inercia que la terminó de establecer como clase media. Esa clase media se fue transformando y de hecho jugó, como el «gran botín» a conquistar. La «Niña bonita» de la política argentina. Esto tanto por sus orígenes radicales, yrigoyenista digamos, como por su aquiescencia en el golpe del ´30 de Uriburu. Pasando por su fortalecimiento económico durante la primera década peronista, su crecimiento específico, que no obstante durante las movilizaciones convocadas por el antiperonismo y hegemonizados por la Iglesia Católica Argentina a mediados de los ´50 fue parte sustancial de ellas y en definitiva el consenso pre y pos Golpe Militar de 1955 contra el gobierno del Gral. Perón. La misma clase media que sufriera la represión con Plan Conintes de Frondizi, la que apoyara a Illia, la que aceptara mansamente a Onganía. La clase media que estaba contagiada de antiperonismo hasta 1972 con el regreso de Perón. La clase media que votó al Frejuli en marzo de 1973, la que estuvo acompañando a Perón con el triunfo aplastante unos meses después. La misma clase media que terminó siendo el apoyo político del Golpe trágico de marzo de 1976, siguiendo con su aprobación silenciosa. El perjuicio sufrido luego de transitar el » deme 2″ por Miami, de padecer en su bolsillo el Plan Martínez de Hoz, de poner las energías en llenar la Plaza por la reconquista de Malvinas, terminó apoyando claramente a Alfonsín. Su decepción fue grande y decidió apoyar «la revolución productiva» de Menem. Este tuvo muchos puntos de contacto con Martínez de Hoz, tantos que también viajó a Miami y se deslumbró con lo «importado», mientras el respaldo estratégico del estado a su clase (la clase media) se estaba dilapidando. Y buena parte de la burocracia del Estado que conformaba dicha clase sufrió una evidente y progresiva pauperización. Hubo que optar por esa unión entre el radicalismo de De la Rúa y Chacho Alvarez. Para finalizar con el más estrepitoso fracaso de las figuras de entonces del liberalismo, de las políticas económicas que se venían implementando desde marzo del 76 ejecutadas por Cavallo y López Murphy. La pregonada batería de argumentos liberales que nos empalagaron desde 1955 en adelante del tamaño del estado, la libertad de la oferta y la demanda, con el robo y huída descarada de los caudales hacia el extranjero mostró descarnadamente su más absoluto fracaso. La clase media cacerola en mano, salió a reclamar por sus depósitos y se juntó con los marginados y desposeídos que salieron a pedir pan y trabajo. Ahí se juntaron el 19 y 20 de diciembre de 2001. Cada sector con su reivindicación, pero con un mismo propósito: que se vaya el gobierno y todos. La clase media sigue siendo el gran botín en disputa. Su anuencia y sus votos. Sus intereses, que expresan a diversos sectores del campo y la ciudad. De la administración pública y del comercio, de la educación y las mini y pequeñas empresas, de la cultura y el espectáculo. A ella hay que contemplar, no porque sea imprescindible desde el punto de vista humano, salud, comida, educación o vivienda hacerlo. Sino desde el punto de vista político. El «pensamiento»  de la clase media supera límites económicos dentro de ella. Puede tener pensamiento de clase media desde un taxista hasta un gerente de empresa. Dentro de la clase media no existe coincidencia en cuanto a ingresos mensuales, sino en la forma de evaluar y pararse ante la realidad. El Peronismo en su primer gobierno si bien favoreció notablemente su consolidación, no tuvo una política expresa y explícita hacia ella. Era el momento de fortalecer a los trabajadores y recuperar a los sumergidos. Pero la reacción le arrebató al Peronismo a la clase media y a su vez el Peronismo no supo, no tuvo, no quiso o no pudo, llegar a la clase media, desbloquearla, separarla, alejarla de la reacción oligárquica expresada en las movilizaciones de Corpus Christi convocadas por la Iglesia Católica en los ´50. Algo similar ocurrió con el gobierno peronista de 1973 a 1976. Padeció contradicciones internas que se transformaron en antagónicas en grado sumo y los sectores medios quedaron afuera de la propuesta esencialmente a partir del Rodrigazo. Los medios de difusión se dirigen a la clase media, no al marginado, no al que no tiene trabajo, ni comida diaria, ni calefacción, ni TV, ni lee los diarios y revistas. Desde Bernardo Neustadt, Marianito Grondona, diario Clarín, Radio Mitre o Continental, los «serios» del diario «La Nación», los «cultos» de Perfil, se dirigen a la clase media. A ella vienen dirigiendosé desde antes que suba Kirchner al Gobierno. Canal 9 el mismo día que asumía nuestro Presidente K, ya se dirigía a la clase media para criticar a una gestión que aún no se había iniciado. Idéntica actitud adoptó Claudio Escribano desde las páginas de La Nación el 15 de Mayo de 2003, anunciando una duración de a lo sumo 1 año de gestión. En definitiva si analizamos a la clase media como parte objetiva del Campo Nacional y Popular, aceptamos que su comportamiento político es pendular, tal como lo venimos breve y sintéticamente demostrando, arribaremos que tanto desde el punto de vista de la gobernabilidad, como desde el punto de vista electoral, es imprescindible contar con la clase media. No la podemos desconocer, ignorar o soslayar, sino incorporarla con todo lo que ello implica y sin que nos dediquemos a «quedar bien» con la clase media y olvidarnos del sujeto histórico de transformación para hacer una revolución sustentable que dure al menos medio siglo. Ahora bien, ¿cómo contar con la clase media? ¿a costa de qué? Dejando de lado a otros sectores que son parte del Campo Nacional y popular, seguramente que no. No porque los trabajadores y los marginados o desposeídos son parte sustancial de ese campo popular y nacional, porque está en la esencia del movimiento peronista histórico, porque es la razón de ser del mismo. ¿Y entonces? Marchar juntos. Que el árbol no nos tape el bosque. No olvidarnos ni de los sectores medios, ni de los marginados, ni de los trabajadores, ni del empresariado nacional… En definitiva de ese 80 % que conformamos lo históricamente representado por el peronismo, el radicalismo, el socialismo y las diferentes variantes progresistas y de izquierda nacionales. Pero acordarse de la clase media porque seguramente tendrá que ver con el contenido y con la forma que tendremos que lograr en la propuesta económica, social, cultural y política que nos llevará a una victoria más contundente. Ese es el desafío y  la responsabilidad que nos toca afrontar en este momento histórico.            

 

La «Terrible» presión tributaria que padecen en Argentina

Suele plantearse por ignorancia o exprofeso, que la carga impositiva es muy alta en Argentina. Esto lo hacen con mayor vehemencia precisamente los que más tienen, los sectores concentrados de la economía, de la industria, el comercio, el sector financiero, del campo, que a su vez tienen mucha relación con EL PODER económico de Argentina o que directamente SON parte de él. Estos mismos sectores, son los que cantan loas a Estados Unidos, Europa, Japón o Australia. Los países que precisamente tienen una presión tributaria realmente ALTA, son los que poseen en Europa (aunque no es un requisito imprescindible) una mayor equidad social, con altísimos niveles de calidad educativa, en salud, vivienda, alimentación, calidad vacacional, menos horas por semana de trabajo, mayores niveles sociales en general, mayor respeto por el ambiente, mayores niveles tecnológicos, inversiones altas en la investigación científica, etc. etc. Es decir, precisamente todo aquello que los sectores del poder en Argentina plantean «para la gilada» y profusamente por la prensa amarilla, que modelo de país debe seguirse. La declamación ante todo, el incumplimiento y la transgresión de las leyes de convivencia como una norma de vida. Como una muestra de la «terrible» presión tributaria que se «padece» en Argentina, va este mapa comparativo en distintos países (queda pendiente un «mapa» del standard de vida por ejemplo de Suecia o Finlandia, respecto a Argentina y el tema de la redistribución de la riqueza producida). Presión tributaria en otros países  

SUECIA 51,5%
FINLANDIA 45,0%
FRANCIA 43,6%
ITALIA 42,7%
ALEMANIA 37,3%
BRASIL 37,0% (Fuente: FIEL)
REINO UNIDO 36,8%
ESPAÑA 34,1%
ESTADOS UNIDOS 30,0% (Fuente: FIEL)
JAPÓN 30,0% (Fuente: FIEL)
ARGENTINA 28,0% (*)

(*) se desagrega así (según FIEL):

Recaudación Nacional 23,1% (22,5% presupuesto 2006, “Clarín”, 2/5/06)
Recaudación Fiscos Provinciales 3,9%
Recaudación tributos municipales 1%

Nota: no se incluye los aportes a las AFJP (1%). De incluirse la presión tributaria global se elevaría al 29% (Fuente: FIEL).-     Si Evita vivieraa 53 años de su muerte En nombre de ella los oligarcas de adentro han pactado con el enemigo histórico del pueblo Argentino. En nombre de ella los burócratas se han perpetrado en sus sillones de dirigentes del PJ o de algún gremio que no trepidó en pactar con la dictadura, con Alfonsín o Menem. Evita es la memoria de lo que debe ser, del destino de Justicia y grandeza que debe sostener el pueblo Argentino. Evita es el corazón del pueblo, es la luz en el fondo del túnel que guía la esperanza de los humildes. Evita está con todos ellos, con los que persiguen el cambio y no con los que sustentan seguir manteniendo sus burócratas intereses. En este 2005 en que el pueblo la Recuerda,  ha llegado a los corazones de los más jóvenes a través de tanta consigna donde está involucrada, de tanto memorarla, de tanto tenerla como estandarte. Evita será recordada por el pueblo y los burócratas. Por los que tienen el sello del PJ y son burócratas que se asemejan más al Padrino que a un dirigente peronista. Estos mismos dueños del peronómetro, que dicen cuál sí y cuál no. Como si no hubieran sido los que sustentaron a Menem cuando cometía la traición más grande que haya padecido el pueblo Argentino en su historia. Ese Menem y esos seguidores de él que hubieran sido sacados con el «látigo de la Iglesia» por esa Evita inclaudicable  en vida. Por eso hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, recordemos a Evita hoy a 53 años de su muerte con un : Si Evita viviera… y agreguémosle el final que la estrofa se merece de acuerdo a nuestra historia, nuestro deseo de país, nuestros anhelos de Justicia, en definitiva: nuestros sueños.   Hacer el caldo Gordo Uno puede «hacer el caldo gordo» con su actitud conciente o inconcientemente. Perón decía cuando hablaba de los «inconcientes» que cumplían un rol que ellos desconocían como: «idiotas útiles». Federación Agraria Argentina (FAA), su presidente Eduardo Buzzi, apoyó el paro agropecuario  convocado por los señores dirigentes de la benemérita  Sociedad Rural y Carbap, esta última integrada a Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). Sectores económicos a los que no caben dudas han servido históricamente solamente a sus mezquinos intereses (ver La sociedad rural argentina quienes son y qué buscan ). La FAA no tuvo en la época del Proceso de Reorganización Nacional (de Videla y Martínez de Hoz) alianzas con estos sectores concentrados de la economía. Tampoco tuvo esta alianza durante la lamentable década del 90 de Menem y Cavallo. Durante la conducción de Humberto Volando esa fue la postura. ¿Qué análisis táctico y estratégico hace la FAA en estos momentos? Si bien existen algunos antecedentes históricos de comportamiento dubitativo, la conducción de la FAA ¿ sabe como funciona el abrazo del oso? ¿Sabe lo que es hacer el caldo Gordo a todos los sectores más reaccionarios y concentrados de la economía agropecuaria? No estamos quitando validez a su reclamo. Supongamos que sean absolutamente válidos. Que del gobierno nacional no hubieran sido escuchados. Que la demanda lleve mucho tiempo. Que los productores rurales le reclaman tomar medidas, etc. etc.. ¿Pero era necesario aliarse con el enemigo del pueblo de la Nación Argentina Histórico (no coyuntural, sino de siempre) para intentar lograr una reivindicación? Vimos por TV como sectores de CTA repartían volantes a los automovilistas explicando las razones del paro convocado por La Sociedad Rural , Carbap, y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). Por qué no diferenciarse y hacer un reclamo separado (en caso de ser necesario), en otra fecha, con otros métodos o similares. Para que sirva en términos estratégicos al campo Nacional y Popular, a la acumulación de fuerzas del mismo. Es sabido que «el abrazo del oso» no sirve a las dos partes que se abrazan, de igual modo. Gana en el «abrazo», el oso. Por ser más poderoso. ¿Quedan dudas de quién gana en la alianza entre La Sociedad Rural , Carbap,  Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y FAA ? Pareciera que el campo nacional no sabe discernir bien entre aliados y enemigos. Si las asambleas de la FAA dicta paro, háganlo pero no aliados con el enemigo de los sectores populares, ya que indudablemente les van a estar haciendo el caldo gordo a La Sociedad Rural , Carbap,  Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y corren el riesgo (además) que les griten por la calle : idiotas útiles!!!!! y lo que no resulta menor, que la historia recuerde la existencia de esta alianza…..      

 

Los Nuevos «Templos» Lotería, casino, Bingo, Prode, Loto, Quini6, quiniela…….

Secuelas del Neoliberalismo Argentina ha quedado poblada de Nuevos Templos (sagrados), ellos son los Bingos y Casinos. Son todo brillo, luces y colores. Todo ostentación adonde concurren los habitantes de nuestras ciudades (hombres y mujeres) para intentar cubrir su sueño, su esperanza… Fueron sembrados por todo el país a partir del menemismo y aún no ha cesado su multiplicación. Fue el ofrecimiento de «revolución productiva» planteada en su momento, prometida para reemplazar a la por entonces ausente producción de las fábricas y lugares de estudio y crecimiento integral de nuestro país y de su pueblo. Con leyes que favorecieron la instalación y procreación. Para lograr la instalación de las mismas, hay fuertes sospechas de haber sido sobornados los legisladores provinciales y nacionales. Los templos brillan y tienen luces y musiquitas. Tienen la virtud de atrapar a sus visitantes. Convertir la visita ocasional en permanente. Dar la ilusión  por un momento de estar cerca de conseguir el futuro venturoso. Los nuevos templos se han convertido en un vicio para una buena porción de la población. Surgieron en un momento en que la producción nacional era bastardeada con aquello de : «debe modernizarse el aparato del estado, con el ingreso de nueva tecnología»; «debemos dejar que las leyes del mercado establezcan las pautas»; «Las tasas de interés que brindan los bancos» La Especulación antes que la producción..  En tanto se fue incentivando el juego, en tierra firme y en barcos : Lotería, casino, Bingo, Prode, Loto, Quini6, quiniela, Casino virtual…… Dejar la producción y el trabajo para, en su lugar:  jugar. Casi no quedaban alternativas. Los nuevos templos  se han instalado en la sociedad argentina como nunca antes. Con los templos la diversidad de juegos más variadas. ¿Seremos capaces de reemplazarlos por alternativas culturales, educativas, productivas y de trabajo, mucho más fructíferas para lograr el bienestar del pueblo? Es nuestro actual desafío como generaciones.    

 

La defensa de La Patria

Luego de tantos años de vendepatrias, a los jóvenes y a los no tan jóvenes le suena extraño y ajeno oír hablar de la Patria. La Patria es la madre de todas las cosas. Acá en Argentina y en cualquier país Latino americano. Acá y en cualquier país del mundo. Ahora y en la historia de la humanidad. La Patria es el inicio. Es algo que llama cuando se está en el extranjero. Es lo más sentido en el ejemplo dejado por nuestros próceres. Que eran hombres políticos y/o militares como los de hoy, sólo que con diferentes circunstancias políticas, económicas, internacionales. Pero hombres como nosotros como los actuales. Debemos mantener viva la llama de La Patria , superando al acto deportivo del Fútbol, Tenis u Olimpíada. Comprendiendo y TODOS poniendo desde la escarapela y la bandera en nuestros pechos y casas, hasta en la defensa de la Patria en todo lo que a ella concierne. Porque si hubo quien nos endeudó con el extranjero y alguien que es acreedor, perjudicó a la Patria. Si nuestra Industria Nacional fue cerrando paulatinamente se perjudicó la Patria. Si por lo tanto miles y miles de argentinos se quedaron sin trabajo, se perjudicó la Patria. Si las empresas estatales se privatizaron sin consulta popular o por cantos de sirena, se perjudicó la Patria. Si la Educación se degradó hasta llegar a los niveles que hoy podemos ver porque el pueblo se anima y decide a denunciar, se perjudica la Patria. Si miles de trabajadores reclaman mejoras en sus salarios y condiciones de trabajo, es porque la Patria sufrió los embates mencionados. Si tenemos piqueteros cortando calles y rutas es porque no consiguen trabajar y la Patria también llora. Si la violencia entre hermanos con robos no es un patrimonio sólo de Argentina, sino de todo Latinoamérica, es porque se implementaron políticas económicas y sociales que perjudicaron a los pueblos de América y favorecieron a los poderosos del Mundo, y la Patria sufre. Los miles de compañeros presos, torturados, exiliados, muertos y desaparecidos ofrecieron su vida por la Patria ¿a quién le cabe dudas? Podemos seguir con los niños de la calle, con los ancianos, los que no tienen comida, casa, o futuro y seguramente cada lector agregará otros ejemplos. Debemos recuperar la defensa de la Patria , poner un puente a los medios de difusión que nos bombardean con su particular modo de ver la realidad y que no es otro que defender no el interés del pueblo sino su ligazón con las empresas transnacionales, que son los que les pagan sus auspicios. Y los medios de difusión no “escupen para arriba”, para ellos primero está su interés económico y luego la Patria. Para que la historia nos dé enseñanzas, para salir del ostracismo, para participar en nuestro barrio, en nuestro trabajo, en nuestra necesidad, en la ayuda al prójimo. En nuestra Localidad, defendiendo al vecino estaremos defendiendo la Patria. Porque la Patria está en lo pequeño y en lo inmenso de nuestra Argentina y de nuestra América. Viva la Patria !!!!

 

La militancia de hoy

  En estos 2003 y 2004 los militantes populares nos hemos sentido “desconcertados” ya que Néstor Kirchner es algo inesperado. Pero no sólo nosotros nos hemos sentido así, sino los propios sectores del poder lo demostraron cuando empezaron a ver los primeros signos. Y sino recordemos a Claudio Escribano desde la mismísima Editorial de La Nación si no abrió el paraguas cuando aún no había subido Kirchner. Y recordemos lo que decía don Arturo Jauretche: “cuando no sabemos que postura tomar, debemos leer La Nación, la postura opuesta a este diario cipayo, es entonces la que favorece al pueblo”. Por tal motivo debemos pensar por dónde pasa la militancia hoy. Qué es lo estratégico y la importancia de lo táctico. Hoy, la militancia en este 2004,  pasa por realizar una práctica política acorde a ese reclamo decisivo de los días 19, 20 y 21 de Diciembre de 2001. ¡Que se vayan todos! Qué, como sabemos cuestionaba a prácticas que nos llevaron (o funcionales para ) tener un país semi quebrado como es Argentina hoy. Esta es una postura de carácter estratégico. Podemos optar por esto o por seguir tomando mate en las Unidades básicas, comités o locales partidarios, en lugar de llegar a las necesidades del pueblo que se dice representar. Podemos ser “piolas” y “rosquear” con cualquier burócrata antes de ganar representatividad en cada frente (barrial, estudiantil, social, laboral, educativo, empresarial, etc.). No se niega con esto la necesidad de participar en todas las internas habidas y por haber . De disputar electoralmente los espacios municipales, provinciales o nacionales (legislativos o ejecutivos) que estén en cuestión. Poner un esfuerzo importante en este aspecto. No dedicar la militancia exclusivamente a lograr adeptos (de hoy) para ganar una elección. Paralelamente debemos orientar a nuestros militantes, los viejos y los QUE NECESARIAMENTE se tienen que sumar a este proyecto, a referenciarse en el pueblo. En sus necesidades y en sus expectativas. Si no orientamos a generar militantes sociales y políticos genuinos: ¿Cuánto nos sirve seguir edificando solamente con bosta las paredes de la Liberación Nacional y Social de esta bendita Argentina? Debemos hacer que predomine otro elemento además de la bosta. Es obvio que el gobierno del compañero Kirchner necesita el apoyo popular genuino para darle mayor fortaleza y que pueda realizar los cambios que son necesarios para mantener y profundizar el camino elegido. Ese apoyo popular genuino, lo lograremos desde las necesidades del pueblo, de los trabajadores, de los desocupados, de los estudiantes, de los pequeños y medianos productores y empresarios,  de los jóvenes y las mujeres, de las iglesias, de los científicos, etc. Etc. Las instituciones de bien público: Cooperadoras de escuelas, de Hospitales, sociedades de fomento, Cooperativas, Clubes. Es decir que el militante, la militancia debe tener como destino, como mira PRINCIPAL a las necesidades populares. Para dar razón de ser al político que cada militante expresa o mejor dicho: dice expresar. ¿Qué sentido tiene un militante que se autoproclama popular si no se encuentra inserto en un frente político de masas concreto? ¿Si no se preocupa por llevar adelante políticas que impliquen la defensa de lo nacional y popular? El militante popular y hasta el político debe representar los intereses del pueblo o del sector social para que fue ungido por el voto en un puesto del ejecutivo o legislativo. El militante irrepresentativo no tiene razón de ser. Puede ser otra cosa pero militante popular no. Si es irrepresentativo al menos.

 

La irrepresentatividad

Cuando hablamos de irrepresentatividad, estamos diciendo falto de política destinada a los sectores populares y nacionales. En definitiva la irrepresentatividad es de la política que lleva adelante el militante. Una política que responde básicamente a las necesidades del aparato en gestación. No a las necesidades del sector que dice representar. Esto es lo básico. La irrepresentatividad carece de política que facilite la legitimidad. Salvo el ser considerado un burócrata y estar ubicado entre los “que se vayan todos” de aquellos días de diciembre de 2001.  

 

Legitimidad

Tan importante y de la mano con la necesidad de la representatividad es el militante legítimo. El legítimo es quien expresa cabalmente los intereses populares de un sector de la sociedad. O de la sociedad que dice y quiere representar. Construir el poder para el pueblo es: enfrentar mejor al FMI, recuperar el poder de negociación que tuvieron los trabajadores en 1974 cuando alcanzó su participación alrededor del 50% . Hoy andamos por los 22 o 24 %. Reorganizar las organizaciones populares (organizaciones libres del pueblo) La cuestión es construir poder en serio. Y el poder en serio se nutre de todas las expresiones de poder. Pero básicamente en un sistema democrático del pueblo. El poder en serio lo construimos desde el pueblo y con el pueblo, sin que nos tilden de “basistas”, “utópicos”, “ingenuos”, etc.  

Silvio Bageneta, 12 de Junio 2007  

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